So Cut Through The Heart, Cold And Clear

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Catnap entraba al garaje de su hogar con cautela y sigilo, frente a él dándole la espalda, su esposo se encontraba revisando pilas de documentos y carpetas con la única fuente de luz siendo una lámpara de escritorio.

Catnap: el almuerzo ya casi está listo...

Dogday al escuchar la voz de su esposo rápidamente cerró el documento en sus manos y volteo a mirar.

Dogday: el almuerzo?... Pero...

Dogday miro a su lado, aún se encontraba allí el desayuno totalmente intacto y ya totalmente frío.

Dogday: cielos... Me volví a saltar el desayuno...

Dogday se recostó en su silla de oficina mientras se quitaba los lentes que utilizaba para leer, se sentía inútil al ver que seguía olvidando una cosa tan importante como el desayuno.

Catnap: amor... (preocupado se acerco a él caminando en dos piernas) amor mírame...

Catnap con su cola obligó a hacer voltear la silla de su esposo para que lo mirara a los ojos.

Dogday: amor, no... (él no pudo evitar cubrir sus ojos con vergüenza) no trates de convencerme otra vez...

Catnap: esta bien, ya me rendi en eso... Se que durante estos meses es difícil sacarte del garaje... Pero en lo que insisto es en que te cuides aunque sea un poco más... Esto no es bueno para ti...

Dogday quito lentamente la mano de su rostro y miro a su esposo solo para luego voltear a ver nuevamente el escrito.

Colgado encima de este, se encontraba un cuadro...

Debía intentarlo

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Debía intentarlo...

Dogday:... Lo... Lo intentaré amor... (voltea a ver a su esposo) es solo que sabes que cuando estoy aquí adentro el tiempo se me pierde...

Catnap: lo se... Y aun así insistes en no querer un reloj aquí adentro (sonríe ligeramente y le besa la frente) ahora si, ven a almorzar, los chicos están poniendo la mesa.

Dogday: jeje... Esta bien, de inmediato voy.

Dogday se levanto al fin de su silla después de estar casi toda la mañana sentado en esta y salió al fin del garaje junto a su esposo.

Sobre el escritorio, aquel documento que recién Dogday había dado un vistazo antes de ser interrumpido, tenía un título algo... Llamativo...

   Expedición: Alaska

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Un par de humanos caminaban a través de un bosque lleno de blanca nieve, estaban lo suficientemente abrigados como para que no se viera absolutamente nada de sus pieles y uno de ellos tenía un mapa en manos.

"estas segura que es por aquí? Estamos muy dentro del triangulo de Alaska..."

"Si David, estoy segura, este es el último lugar en el mapa que no hemos visitado y ya nos estamos quedando sin tiempo."

Mientras avanzaban y seguían hablando de cómo esto podría ser una pésima idea o su salvación, se detuvieron al escuchar algo a lo lejos.

Rápidamente se acercaron hasta el ruido y se escondieron detrás de unos árboles para observar que era aquello frente a sus ojos.

Allí frente a ellos, siendo llamados por el fuerte sonido del metal rompiendo el hielo, se encontraron con lo que tanto habían estado buscando durante los últimos años.

Aquellas criaturas tan imponentes, los últimos que faltaban, trabajaban en equipo y sin descanso en el frío hielo mientras conversaban y se indicaban unos a los otros el que hacer.

Los dos humanos no pudieron evitar emocionarse ante el hallazgo y el hombre empezó de inmediato a fotografiar la escena.

David: son... 1, 2, 3... Emiliy son 5.

La mujer se quito sus gafas de nieve para poder observar bien.

Emiliy: si, son 5... Hay que ir a enviar este informe cuanto antes.

Poco se dieron cuenta que faltaban dos de esas criaturas las cuales contar.

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CatFire:... (ella tenía el ceño ligeramente fruncido y estaba de brazos cruzados)

CatFeine: no me pongas esa cara, ya necesitabas un baño.

La pequeña CatFire había sido llevada por su madre hasta las aguas termales más cercanas, siendo ahora metida al agua mientras su madre le quitaba la suciedad de su pelaje.

CatFire: odio las aguas termales... Me dan calor...

CatFeine: lo se, pero no me voy a arriesgar a que mi hija se convierta en un cubo de hielo (Río ligeramente para luego darle un beso en la cabeza) si te portas bien te daré un témpano de hielo para comer.

A la pequeña CatFire se le iluminaron los ojos, ella amaba comer hielo y nieve, sobre todo cuando su madre preparaba nieve con jugo de alguna fruta, si no se equivoca, eso sus tíos lo llamaban raspado.

CatFire: Mmm... Esta bien (dijo para luego ponerse recta) pero que sea un témpano grande.

CatFeine no pudo evitar rodar sus ojos con diversión.

CatFeine: esta bien, será un témpano grande, ahora quédese quieta.

Después de un rato de tener a su hija lavandose la sacó del agua con cuidado y la empezó a secar de inmediato.

Con una manta que traía consigo frotó su pelaje por absolutamente todos lados hasta dejarla totalmente seca... Quedo algo esponjosa pero seca al final y al cabo.

CatFeine: Y... Lista! (le decía a su hija mientras le terminaba de poner su vestido)

CatFire tenía un vestido negro sin mangas puesto, este vestido siempre lo llevaba puesto debajo de su abrigo de lobo albino.

Y dato curioso, este vestido fue hecho con la antigua ropa de CatFeine.

CatFire: Tengo calor...

CatFeine: y por eso mismo aun no te pongo tu abrigo (ella tomo las manos de su hija gentilmente) recuerda, evita el calor a cualquier costa, evita sentir emociones fuertes y evita sobre todo el fuego.

CatFire: (ella miro a los ojos a su madre y sonrío ligeramente, amaba que se preocupara tanto por ella) si madre... Evitare todo lo que provoque aquello.

CatFeine: así se habla (sin más se separa de su hija) ve a jugar un rato, te estaré observando.

Sin bien CatFeine le repetía el hecho de no emocionarse, no era mala madre y le seguía permitiendo ser lo que es... Una niña que le gustaba jugar.

CatFire rápidamente corrió un tanto lejos de las aguas termales y se tiro hacia la nieve de un clavado, le encantaba hacer aquello.

CatFeine la miro con una sonrisa grande en su rostro al verla jugar con la nieve y hacer cualquier cosa que se le ocurriera.

Se sentía bien tenerla a la vista, así se aseguraba de que estuviera a salvo...

Pero...

Y si la perdía de vista?

Gata De MontañasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora