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Una semana después, en el Reino demoníaco, Shen Qingqiu se arrepentía de haber dicho que odiaba el calor del pico Qing Jing.

La zona exacta donde estaba el palacio subterráneo de Luo Binghe estaba sufriendo de una helada, un evento meteorológico que ocurre un par de veces al año, cuando los vientos fríos del Norte se salen de curso y terminan en otras partes del reino.

Shen Qingqiu jamás había podido presenciar el evento, normalmente cuando eso pasa su esposo ya estaba empacando sus cosas y llevándolo a algún otro lugar cálido, pero en esta ocasión acababan de llegar y al día siguiente comenzó la helada, sin tiempo de preparación.

Luo Binghe le ofreció hacer un camino para sacarlo, pero no quería parecer débil y dijo que sería capaz de aguantar la helada.

Ahora se arrepentía.

La sangre demoníaca de su esposo lo mantenía cálido, el ambiente no era mucho para su parte de demonio celestial, pero el como humano, aunque fuera un inmortal, sufría mucho por el frío.

— Me compadezco de avión - Murmuró mientras recordaba como su amigo vivía diario en el centro del reino congelado.

Intentaba cubrirse mejor con las mantas, pero la seda de araña, por más fina y suave que fuera, no era muy cálida, Luo Binghe había salido a preparar la cena así que tampoco tenía a su horno humano para abrazar.

Ni en las épocas de más intensidad de frío en su mundo eran tan heladas, tenía muchas ganas de hacerse bolita en medio de las enormes cobijas qué su Da-ge siempre tenía en su habitación.

[Usuario]

"¿Qué quieres?"

[Creo que hay algo en la tienda que sería de su utilidad (>u<)]

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Cuando Luo Binghe volvió con la cena de su marido esperaba verlo en la cama justo como lo había dejado, fingiendo que lee un libro mientras ignoraba el frío, aunque el sabia que no le prestaba atención al la lectura.

Pero no espero ver a su Shizun tendiendo la cama, colocando unas mantas gruesas qué tenían imágenes de bestias felinas en ellas.

— Shizun ¿Qué son esas? - Dejo la charola con la comida y se acercó, las mantas eran muy sueves al tacto, con una textura de pelaje

— Un par de mantas extras, Binghe, no te preocupes por ellas - Contesto y se acercó a la comida

Esa misma noche, cuando fueron a dormir, mientras su pareja parecía plácidamente dormida, el sentía que el peso de aquellas mantas lo comenzaba a asar lentamente.

— Shizun - Murmuraba despacio mientras rogaba qué las heladas acabarán para poder quitar aquellas cosas enormes y pesadas de su cama.

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Gracias por leer ✨✨