deadly mistake

¿quien esta ahí?

Capítulo 6: Bajo vigilancia

Tom y Liam habían logrado acercarse lo suficiente a la instalación como para observar desde una distancia segura. Se escondieron detrás de unos arbustos y árboles, manteniéndose lo más ocultos posible mientras miraban la base.

—¿Ves algo? —susurró Liam.

Tom, usando unos binoculares improvisados que había sacado de su mochila, examinaba la instalación con atención. Vio guardias patrullando las entradas, y lo que parecía ser un equipo científico entrando y saliendo de uno de los edificios principales. La base estaba claramente en funcionamiento.

—No parecen militares comunes —dijo Tom finalmente—. Es un equipo científico con seguridad armada. Pero no puedo saber qué están haciendo.

—¿Crees que podríamos entrar sin que nos vean? —preguntó Liam, aunque su tono de voz dejaba claro que no estaba emocionado con la idea.

Tom negó con la cabeza.

—Demasiado arriesgado. Tendremos que encontrar otra manera de acercarnos.

Justo cuando estaban a punto de retroceder, vieron algo que los hizo congelarse. Dos figuras emergieron de la jungla, acompañadas por un guardia armado.

—¡Es Aya y Elena! —exclamó Liam en un susurro—. ¿Qué demonios está pasando?

Tom ajustó los binoculares, confirmando lo que Liam acababa de decir. Sus amigas estaban siendo escoltadas hacia la base, y aunque no parecían estar en peligro inmediato, claramente habían sido capturadas o descubiertas por la seguridad de la instalación.

—Tenemos que hacer algo —dijo Liam con urgencia.

Tom lo sabía. Pero también sabía que cualquier movimiento en falso podría ponerlos a todos en un peligro aún mayor. Tenían que pensar rápido y actuar con cuidado. Sus amigos estaban ahora en manos de personas que claramente sabían más sobre la isla de lo que ellos jamás imaginaron.

Tom y Liam observaban impotentes mientras el guardia escoltaba a Aya y a Elena hacia la entrada de la base. Cada paso que daban las chicas las alejaba más de ellos, y el temor de que pudieran perderlas para siempre comenzó a crecer en sus mentes.

—No podemos quedarnos aquí sin hacer nada —susurró Liam, claramente ansioso—. Tenemos que rescatarlas.

Tom sabía que Liam tenía razón, pero lanzarse sin plan alguno podría empeorar la situación.

—Escucha, primero necesitamos saber qué hay en esa base y cómo entrar sin que nos detecten. Si simplemente corremos tras ellas, solo conseguiríamos que nos atrapen también —dijo Tom, tratando de calmar a su amigo y mantener su propio miedo bajo control.

Liam asintió, pero la frustración y la ansiedad eran visibles en sus ojos.

—¿Y cómo demonios piensas que averigüemos eso? No es que tengamos mucha experiencia en infiltrarnos en bases militares, ¿sabes?

Tom observó alrededor y vio una torre de vigilancia en la periferia de la base, un poco alejada de la entrada principal. Desde allí, podría haber un buen ángulo para ver lo que sucedía dentro de la instalación.

—Mira, podemos escalar esa torre —propuso, señalando la estructura—. Desde allí, podríamos ver los movimientos de los guardias y quizás entender cómo se organiza la base. Además, si logramos ver algún punto débil en la seguridad, podríamos usarlo para acercarnos.

Liam miró la torre con desconfianza, pero después de unos segundos asintió. Sabía que Tom tenía razón. Si querían ayudar a sus amigas, debían actuar con inteligencia.