Legendario

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Caía la noche sobre el reino de Itaca, en una celebración en donde todo el pueblo estaba reunido para celebrar y honrar a los dioses, incluyendo banquetes enormes, danzas y cánticos, sacrificios de animales y el sentido de comunidad, también contando con los juegos y competiciones que se realizaban de manera recreativa. Todo el pueblo, incluyendo la reina Penelope, asistía a esta celebración.

Una entidad rondaba por los muros de enorme palacio del reino, evadiendo la escasa seguridad de esta, ya que todo tenía la atención puesta sobre tal celebración. Las estrellas empezaban a notarse el el cielo naranja y violeta, mientras las luces de las antorchas iluminaban el pueblo.

En el palacio de sentía como una sombra merodeaba por los balcones, era un erudito y determinado joven dispuesto a escapar de su cómoda estancia en aquel palacio para salir al exterior a ensuciar sus manos. El joven deseoso de mostrar su valía, toma una lanza y se escabulle, saliendo completamente del palacio.

el joven Telemaco comienza su caminata por el bosque, lleno de determinación empieza a realizar movimientos que ya había practicado, cerrando los ojos e imaginando criaturas enormes luchando contra su fuerza, "Estos monstruos conocerán mi nombre, Telemaco de Itaca".

El joven se aleja cada vez más del ruido de la celebración y las luces del pueblo, llegando a un precipicio, tras observar las estrellas se topa con unas hojas en medio de la hierba, acercándose cada vez más a la orilla.

Unos arbustos debajo empiezan a moverse, lo que hace ponerse en guardia, siguiendo el riachuelo encuentra la manera de bajar hacia el origen del movimiento. Al bajar, se prepara para atacar, nervioso y con el corazón acelerado, salta sobre los arbustos y ve a una sombra junto a mucha sangre entre el pasto y en el riachuelo, levanta la mirada y ve a un joven casi moribundo, cerrando los ojos mientras brotaba sangre debajo de sus brazos. Rápidamente se acerca a auxiliar a aquel chico, haciéndolo despertar.

–¿Príncipe Telemaco? — pregunta aquel desconocido mientras abre los ojos y recupera la consciencia, seguido de intentar incorporarse y poner si mano sobre tal herida.

Telemaco asiente mientras ayuda a incorporar a este desconocido, exaltado al escuchar las palabras de este, asiente con la cabeza y responde – Así es, ¿Cual es tú nombre?

El joven se incorpora exhausto, con dificultad intenta estabilizarse, mientras el príncipe lo ayuda en tal acción, después de un momento tomando aire y analizando el entorno, posiciona su mano en la zona de la herida, mientras responde la pregunta del joven príncipe: "Mi nombre es Fénix, soldado principiante de la guardia real".

El joven con expresión de dolor, intenta levantarse, fallando estrepitosamente, a lo cual el príncipe Telemaco ve su armadura y se percata de que la declaración de éste era real.

—¿Estás bien?— Lo toma del brazo para volver a estabilizarlo.

Fénix lo observa y responde con dificultad— Caí del precipicio —Con notable dificultad entre palabras—Creo que me lastime las costillas.

Rápidamente, Telemaco atiende a Fénix ayudando a quitarse la armadura, dejando el casco y la coraza a un lado, retirando la parte superior de la túnica blanca teñida de rojo por la herida, dejando el torso desnudo del joven. Procede a presionar sutilmente la herida, provocando un movimiento de exaltación por parte de Fenix, quien solo exhaló con dolor.

—Escucha, esto puede ser una fractura o solo se te aflojó la costilla, pero una rama del acantilado debió darte directamente debajo del brazo con profundidad, sale demasiada sangre de esa zona—vuelve a hacer presión en aquella zona.

—¡Ah! eso duele—exclama con una rudeza que hace retroceder a Telemaco por miedo ante su reacción.

Telemaco lo ve con algo de temor, pero mantiene la calma y toma un pedazo de la tela de la túnica de Fénix y la empieza a limpiar la zona de la herida. Después de limpiar por completo, envuelve la herida con el resto de tela, procurando no provocar más dolor, una vez terminado se aleja.

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