Little Wolves

El lago

El sol mañanero entra por el palacio y algunos soldados cambiaban de turno, aun se siente las consecuencias de la celebración de la noche anterior pero sin darle mucha importancia todos toman sus lugares de trabajo habituales.

Aquel soldado lastimado tan rápido como despertó, salió en marcha a atender sus heridas con un sanador. Las heridas externas ya habían sido tratadas por el príncipe en la noche, por lo que no necesitaban ser atendidas, sin embargo al ser revisado con cuidado, era un esguince en la zona de las costillas, por lo cual le limitaría la movilidad por un tiempo. Solo le dieron unas semanas mientras se recuperaba parcialmente, aun así podría realizar sus actividades normales menos en el ejército, por lo cual quedaba fuera de servicio.

Aquel soldado algo desconcertado por haber quedado inservible por unas semanas, se pierde en sus pensamientos mientras volvía a aquel balcón de la noche anterior, están vez observando el pueblo empezando sus actividades diarias mientras veía el interminable mar aún yendo por el horizonte.

Perdido entre la vista del océano, siente como una presencia de acerca y tan pronto como da la vuelta, observa al príncipe Telemaco acercándose. Fénix hace una reverencia con la cabeza.

—Buenos días, Fénix ¿Cómo estás tus heridas?

Fénix se incorpora con dificultad y responde— Todo en orden, ya fui con un sanador y me dijo que nada tan grave, solo un esguince, no hubo fractura en absoluto.

Se acerca al soldado haciéndole compañía en el balcón— Es bueno que no haya sido algo tan grave, me alegro que estes bien— menciona con una sonrisa.

—Solo que quede inhabilitado como soldado por un par de semanas, al menos hasta que me recupere.

Telemaco asiente y quedan en completo silencio, pasan alrededor de un minuto y Fénix decide romper el silencio.

—Estaba pensando en ir al lago que está cerca, en el bosque— menciona con una insinuación para que Telemaco lo acompañe.

—¿No necesitarás ayuda al caminar? —menciona Telemaco.

Fénix se percata que Telemaco le seguía el juego y menciona— No soy tan tonto para pedírtelo, pero...

—¿Quieres que te acompañe?— pregunta Telemaco

El soldado asiente con la cabeza viendo cómo a Telemaco se le formaba una sonrisa en la cara. Sin pensarlo dos veces se preparan para un día en el bosque, Fenix a pesar de estar inhabilitado, decide llevar su armadura y lanza, recordando que dejó su casco en la habitación de Telemaco la noche anterior.

—Anoche dejé mi casco en tu habitación ¿Me la devolverías?

Telemaco asiente y van a su habitación para buscar cosas para el día de campo, aprovechando de devolverle el casco al joven soldado.

Una vez listos, se aventuran a salir del palacio y caminan, cada vez alejándose del palacio y la zona poblada, para continuar su aventura. Caminan en silencio, sin hablar entre ellos, escuchando los pasos de ambos en el pasto y el sonido de las hojas de los árboles con la brisa junto al canto de las aves.

Llegan a un lago y se sientan en un tronco caído que funcionaba de asiento, en aquel lago estaba rodeado de árboles, los rayos del sol traspasaban las hojas de los árboles y reflejaban un efecto cristalino en el lago.

—Me encanta este lago, por que sin importar la hora, el lago siempre será cristalino y brillante— menciona Fénix mientras se sienta en el tronco.

—Si, ya he pasado tardes por acá, pero es primera vez que vengo acompañado de alguien que también admira la belleza de este lugar.