Si hablamos de cosas que le harían decir "necesito" a Cartman, se reiría en la cara del que hubiera traído ese tema a la mesa. Él no necesitaba nada; tenía absolutamente todo lo que alguien podría desear. Desde que nació, había vivido en cuna de oro, literalmente hablando. Al llegar al mundo, ya tenía como cama lo que costaba la ciudad principal de su reino. Toda su vida había sido atendido y cuidado; tenía sirvientes para que lo vistieran, lo peinaran, le cepillaran los dientes y hasta para que lo bañaran.Por lo que la lista de sus preocupaciones no era qué comería mañana o si tendría dinero para pagar la luz, sino más bien qué hacer con todo ese tiempo libre que tenía: el tiempo restante en el que no estaba durmiendo o comiendo. Cartman gozaba una vida sumamente placentera y de ocio, o lo que decían por allí: "la buena vida". Al haber tenido esa clase de vida, Eric estaba caracterizado como una persona que le encantaba lo fácil y lo espontáneo; mientras menos esfuerzo le exigiera, mejor. Se volvió alguien demasiado egocéntrico y despreocupado, ajeno a la realidad.
Sentía que tenía todo el mundo a sus pies.
Por lo que cuando su madre le comentó que ya se habían cansado de su actitud y que ya no recibiría dinero alguno de la corona, cayó en cuenta, totalmente aterrado, que la billetera "sin fondo" había dejado de existir, y que las palabras de su madre le habían puesto fin a la vida que había llevado en sus 25 años. Así que, como en todo cuento de hadas y princesas, debía buscar una nueva fuente de ingresos, digo, un amor romántico; eso significaba casarse lo más pronto posible con una princesa o plebeya que tuviera suficiente sustento económico para no dejar la forma de vida que llevaba.
Así que comenzó la búsqueda de la "elegida" junto a su empleado Butters. Sin embargo, entre las princesas disponibles, no encontraba a ninguna de su agrado, y ellas tampoco buscaban a alguien que hubiera sido desheredado del trono, ya que esta información circulaba entre la realeza, pero no entre el ciudadano común. Como consecuencia, tuvo que buscar los apellidos más influyentes en los distintos pueblos de su reino y en otros. Había varios, pero, al ser alguien demasiado paranoico, sentía que debía ir más lejos, a un pueblo con una familia asquerosamente influyente y rica, pero lo suficientemente distante para no tener la intuición de que tendrían información sobre su situación actual.
Y como si el universo estuviera a su favor, no pudo evitar sonreír satisfecho al escuchar a Butters mencionar el nombre de uno de esos puebluchos: South Park. "¿Qué nombre de mierda es ese?", pensó.
— Lo quiero. Tráeme información sobre ese lugar. — ordenó inmediatamente a su empleado. Semanas después, ya contaba con la familia afortunada que gozaría del honor de tenerlo a él como yerno, los Testaburger. Linaje que actualmente tenían una única hija omega, bonita e inteligente, y convenientemente soltera y en edad para casarse. Su nombre era Wendy, una mujer hermosa de cabello azabache. Cartman festejó, el mundo le había sonreído otra vez.
Por otro lado, en ese mismo pueblo que se encontraba milagrosamente en sus días más soleados, había un mesero pelirrojo trabajando en una cafetería modesta, con una sonrisa que lo caracterizaba y una belleza deslumbrante, no opacada por su uniforme simple y su personalidad sencilla. Su nombre era Kyle Broflovski.
Kyle tenía todas las características de los de su casta: estatura pequeña, delgado, rasgos delicados y de un atractivo atrayente. Fuera de eso, su carácter era fuerte, sus ideales morales lo respaldaban en todo momento y contaba con la personalidad de alguien determinado, independiente, empático, pero sobre todas las cosas, trabajador hasta la médula.
El haber nacido en uno de los barrios más pobres de la ciudad no lo había limitado en sus sueños, ni en su empeño por alcanzarlos. Apenas terminó la secundaria, se dedicó exclusivamente a buscar trabajos de medio tiempo. No llegó a ir a la universidad ni a estudiar gastronomía como él quería, pero eso no fue problema para la habilidad innata que tenía desde pequeño: la cocina. Amaba cocinar; era uno de sus pasatiempos favoritos y, bueno, también su trabajo.
El pelirrojo, al ser alguien demasiado dedicado en lo suyo, no le llamaban la atención las amistades ni mucho menos las relaciones amorosas. Kyle tenía una meta de vida que se prometió alcanzar desde los cinco años, un sueño compartido con su padre: tener su propio restaurante. No pararía hasta obtenerlo, sin importar los sacrificios que hiciera en el camino. Por eso, era bien sabido que odiaba a las personas flojas y sin responsabilidad, que aun viviendo en el ocio esperaban que todo les saliera perfecto. Él sabía muy bien que los sueños no se cumplían solos y que había que trabajar duro para alcanzarlos.
Por eso, no fue sorpresa que terminar en la situación más delirante y fantasiosa de su vida —él y un príncipe vago y ricachón en medio del bosque, con un hechizo encima— le sacara completamente de sus casillas. Sin saber que pedir deseos a las estrellas lo llevaría a salir un poco de su zona de confort y, tal vez, a darle una oportunidad a su corazón para dejar descansar su mente.
Sin importar que el destino lo guiara hacia un tonto alfa de estúpido egocentrismo.
↷
¡Holaa! ¿Qué tal? Dios, hace tiempo que no escribía un ff. Han pasado como 4 años que no me animaba a escribir, he vuelto a conectar con la naturaleza hace unas semanas (leer ffs AJAJA) y dije "mm quiero escribir algo". Fijo iba a ser kyman, pero no sabia que temática darle. Milagrosamente, hoy vi "La princesa y el sapo" y fue como un rayo de luz ver la dinámica de Naveen y Tiana cuando están transformados en sapos, pensé ¿por qué no hay un fanfic inspirado en esa peli? Necesito leer algo así, así que dije: bueno lo tendré que hacer yo. Ahora estoy aquí.
Antes de continuar, quiero hacer algunas aclaraciones:
— Como mencioné, estará inspirado en la película de Disney, pero no será igual a la original. Habrá varias similitudes, pero también cambios, tanto por gusto personal como para darle más desarrollo a la relación entre estos dos personajes.
— Será omegaverse, con modificaciones a cómo son percibidos los cambiaformas: existen alfas y omegas pero es demasiado mal visto que estos se transformen en su "animal interior", ya que es considerado como salvaje y primitivo. El tabú es así que varios cambiaformas que viven en la ciudad o hasta en los pueblitos, han evolucionado con la incapacidad de transformarse en su lado animal.
— Será una combinación de fantasía, romance, humor y algo de drama.
— Quiero enfocarme bastante en el desarrollo personal de los dos personajes, como sucede en la película, así que puede que modifique ligeramente las personalidades de Kyle y Eric. Aunque no se preocupen, ambos mantendrán su esencia, Cartman seguirá siendo un hijo de puta, pero un hijo de puta bueno.
Sin más que decir, gracias por llegar hasta aquí <3
ESTÁS LEYENDO
El Hechizo de Maldonia ↷ kyman
FanfictionHabía una vez, en el lejano reino de Maldonia, un príncipe de nombre Eric que se caracterizaba por ser un total despreocupado, egoísta y vago alfa, acostumbrado a que todo le llegue sin mover ni un dedo. Kyle, por otro lado, es un omega de clase baj...