PRÓLOGO

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El canto de un gallo se hizo escuchar en toda la casa, anunciando un nuevo día.

—Maldito gallo, un día de estos juro que le torcerse el cuello, —pensó Camila, algo adormilada y claramente sin muchas ganas de levantarse de la cama, bueno si podemos llamarle cama al colchón en el suelo donde dormía.

Camila era la tercera de tres hijas que vivían solo con su madre, su padre había muerto en la guerra y la pensión que les proporcionaba el gobierno de poco les servía a una familia de 4 mujeres.

Camila se levantó, se vistió rápidamente; pantalón de mezclilla,  botas color café y blusa blanca con un lindo sombrero vaquero, la vida era dura pero no se quejaba, es lo que le tocaba y hacia todo por ayudar a su familia.

Camila haría lo que fuera por mejorar su situación y la de su familia, cualquier cosa.

Riqueza A Mis PiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora