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Llegamos a la capital a las 14hs, el micro se había atrasado mucho menos mal nos dieron comida, para mi suerte no me dieron otro hotel y tampoco otra habitación, me dolía el pecho al recordar tantas cosas lindas. Aunque la gente sabía de mi separación no faltaba el que me pregunte por él, era un dolor que nunca se iba aunque había dejado de pensarlo tanto, logré seguir con mis cosas pero bastaba con que me acuerde de algo o alguien me lo nombre para volver a sentir ese dolorcito en el pecho.
Mi mamá se había ido a la obra social a registrarnos y yo empecé a sentir que me faltaba el aire, lloraba y me obligaba a respirar, fui al baño a mojarme la cara así se me pasaba un poco, cuando logré calmarme salí al balcón con mi celular y los auriculares, me senté en el suelo dejando que el sol me diera en la cara a pesar del calor.

Narra Rodrigo

Conseguir un hotel en capital fué una locura y eso que estábamos en marzo que no era fecha turística, no me quedó otra que instalarme en el hotel de siempre, había desistido de esa idea pero al final no conseguí en otro lado. El conserje me llamó picaron y me dió la habitación que solía ocupar, no entendí porque me dijo eso solo le seguí la corriente y subí a dejar mis cosas, por la tarde recién tenía que unirme a la selección podía descansar un poco, si esta cama hablara pensé y qué decir del balcón, sentí una gran tristeza cuando miré hacia ahí, me levanté de la cama para sacar una cerveza qué había en el frigobar y salí al balcón asomándome para ver hacia la calle, bebí un sorbo y al girarme a la izquierda como si fuese un deja vu la vi ahí sentada en el suelo, tuve que ver dos veces para caer en que era ella, Azul, mi Azul. No sabía si hablarle ni siquiera sabía si era seguro, miré en los otros balcones para serciorarme de que nadie nos veía e impulsivamente salté el murito, ella abrió los ojos asustada a su vez de que se hacía para atrás y no hizo más que verme con esos ojitos que me decían que estuvo llorando

Rodri: Hola estas bien?

Parpadeo varias veces y no me decía nada, solo caían más lagrimas de sus ojos

Rodri: No llores por favor, soy yo...

Azul: Rodri te tenes que ir, esto es es peligroso- apenas le salía su voz

Rodri: Vení conmigo, nos debemos una charla

La tome del brazo y la alse como a los recién casados, entré con ella y después de dejarla en la cama entré su silla qué había quedado afuera, Azul solo me miraba y yo solo sonreía

Azul: Como estas?

Rodri: Feliz de verte y vos? Porque llorabas?

Azul: Emm noo, nada pavadas nomas ya sabes como soy- dijo bajando la mirada, con un dedo en su mentón hice que me vuelva a mirar

Rodri: Cuantos recuerdos acá no? Me paso lo mismo por eso salí al balcón, lo que es el destino eh porque intente ir a otro hotel y no conseguí

Azul: jajaja yo igual pero y porque no fuiste a tu casa?

Rodri: Están arreglando las tuberías y no terminan todavía y el departamento lo tengo alquilado- asintió- estas linda, aunque noto que te cortaste el cabello

Azul: Dijo el que lleva trenzas

Ambos reímos achinando los ojos como en los viejos tiempos, la había extrañado tanto... amagué besarla pero ella me frenó enseguida

Azul: No te confundas Rodrigo, a mi también me alegra verte pero eso no quiere decir que puedas venir a hacerte el novio de nuevo, vos me dejaste en claro que no me querías más y ya ví que estas mejor sin mí

Rodri: Vos enserio pensas que yo puedo dejar de amarte así como así Azul?

Azul: Rodrigo! Fué lo que me dijiste y demostraste, o querés que te recuerde como te calentaste por Camila, te viniste adentro de ella y al otro dìa me reprochaste que por mi culpa no estabas tranquilo antes de decirme que no me querías más y eso sin contar que me bloqueaste en todos lados

Amor sin barreras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora