El sol apenas comenzaba a filtrarse por las ventanas de la casa de los Midoriya, llenando de luz dorada cada rincón. Era una mañana que parecía tranquila, como cualquier otra. Sin embargo, lo que Izuku no esperaba era despertar con una sensación extraña en el aire.
Se frotó los ojos, estirándose en la cama mientras Momo aún dormía a su lado. Todo parecía normal… hasta que sintió un peso en su pecho. Abrió los ojos completamente y se encontró con la mirada intensa de Daisuke, quien, vestido con su pijama del héroe Ingenium, estaba sentado sobre su papá, observándolo fijamente.
"Buenos días, campeón," murmuró Izuku, sonriendo al ver a su hijo tan cerca. Sin embargo, algo en la expresión de Daisuke lo desconcertó. El pequeño no respondió con una sonrisa, como hacía habitualmente. En lugar de eso, simplemente lo observaba, como si estuviera intentando entender algo muy importante.
"¿Qué pasa, Daisuke?" preguntó Izuku, levantándose un poco, tratando de liberar su pecho de las pequeñas manos del niño.
En ese momento, Momo se movió, despertándose lentamente. Al voltear hacia ellos, sus ojos aún adormilados se encontraron con los de Daisuke, quien seguía en su lugar, en silencio, mirándolos a ambos. "Buenos días, mi amor," dijo Momo, extendiendo la mano para acariciar el cabello de su hijo.
Pero Daisuke no reaccionó. No hubo la risa dulce que solía acompañar el contacto de su madre. En su lugar, soltó un pequeño suspiro, como si estuviera meditando sobre algo profundo.
"¿Estás bien, cariño?" preguntó Momo, ahora más alerta. Se levantó de la cama, se acercó a Daisuke y lo alzó en sus brazos. Sin embargo, el niño no se acurrucó como solía hacerlo. En su lugar, se quedó quieto, con los ojos fijos en algún punto invisible de la habitación.
Izuku se levantó, ahora también preocupado. "¿Crees que le pasa algo?" preguntó, mientras caminaba hacia Momo y su hijo, rascándose la cabeza.
Momo lo observó de cerca. No parecía enfermo, no tenía fiebre ni mostraba signos de malestar físico. "No lo sé, pero parece que algo lo tiene muy concentrado," respondió, mientras Daisuke volvía a soltar un pequeño suspiro.
Los padres intercambiaron una mirada preocupada, intentando descifrar el enigma que representaba su hijo esa mañana. Daisuke, normalmente tan enérgico y curioso, estaba increíblemente callado y pensativo, como si algo estuviera ocurriendo dentro de su pequeña mente.
Desayunaron en silencio, algo que no era habitual en su rutina. Daisuke, sentado en su silla alta, apenas tocó su comida. Sus ojitos se movían de un lado a otro, como si estuviera procesando algo invisible para sus padres.
Finalmente, después de lo que parecieron horas de silencio, Daisuke soltó su cuchara, mirando a Izuku con una seriedad que no era común en él. "Pa… Sho," dijo, y aunque fue breve, esas dos palabras fueron lo suficientemente fuertes como para captar la completa atención de ambos.
Izuku parpadeó. "¿Sho? ¿Te refieres a Shoto?" preguntó, recordando la reciente interacción de Daisuke con su amigo Todoroki.
Momo sonrió suavemente. "Creo que lo está extrañando. Tal vez quiere volver a verlo," dijo, dándose cuenta de que Daisuke había estado profundamente impresionado con Todoroki la última vez que lo vieron.
Izuku rió suavemente. "¿Quieres ver a 'Sho' hoy?" preguntó, inclinándose hacia su hijo. Daisuke, con la cara aún seria, simplemente asintió.
"Bueno, parece que tenemos planes," comentó Momo, acariciando la cabecita de Daisuke mientras este la miraba. "Quizás una visita a la agencia con Shoto sea justo lo que necesita."
"Es curioso," reflexionó Izuku, "Daisuke nunca ha estado tan pensativo. Me pregunto si estar cerca de otros héroes lo está haciendo pensar sobre quiénes somos y qué hacemos."
Momo lo observó, sintiendo una calidez en su pecho. "Es posible. A su manera, Daisuke ya está procesando todo lo que significa ser parte de nuestra familia. Quizás solo esté comprendiendo lo grande que es nuestro mundo."
Izuku asintió, sonriendo ante la profundidad de las palabras de Momo. Miró a su hijo, quien ahora jugaba con su tenedor, aunque aún no se le había quitado esa seriedad. "Hoy será un buen día para mostrarle que ser un héroe no siempre significa batallar. También es estar juntos como familia."
Y así, con la promesa de una visita a la agencia y al mismísimo "Sho", la mañana que había comenzado extrañamente silenciosa comenzó a recuperar su habitual alegría. Pero tanto Izuku como Momo sabían que, aunque Daisuke era solo un niño, algo en su interior ya empezaba a vislumbrar lo que significaba ser parte del mundo heroico.
Fin del capítulo.
ESTÁS LEYENDO
Héroes en Familia: La aventura de criar a DAISUKE
FanfictionQuien dijo que ser padres es fácil, y más cuando eres héroe. (Izuku x Momo)