Forgive Me | PRÓXIMAMENTE EN FÍSICO

CAPÍTULO CUARENTA Y SEIS

SIMON ROMANOV

La confusión me abofetea de manera cruel. Sádica y burlona.

—Esa no te la esperabas, ¿eh?—sonríe con diversión y se aleja de mí.

Trago con dificultad y mis palabras salen apenas en un susurro:

—Alexei... ¿Qué estás haciendo?

Él se rasca la cabeza con la punta de la pistola, sin eliminar esa sonrisa de gloria que tiene plasmada en el rostro.

Está intacto.
Sin golpes, sin heridas. No hay absolutamente nada

No puede ser él.
Tiene que ser una broma.
Una pesadilla.
Tengo que estar soñando.
Alexei no.
Es mi compañero. Mi amigo.
Mi hermano.

—Todo salió a la perfección—canturrea a la vez que juega con el arma pasándosela de una mano a otra.

—Ale, quita esa maldita arma—digo, apretando los dientes. Mis ojos pasan de Ale al arma. Del arma a Leyla, quien yace atrapada cerca de la orilla—Esto no es gracioso.

Suelta una carcajada.
Luego se acerca y me empuja con fuerza, haciéndome caer sobre el frío suelo.
—¿Crees que es una broma?Simon...Siempre sigues siendo demasiado ingenuo.

—¿Qué mierda?—Siseo, mirando a Ale con una mezcla de enojo y traición.—¿Qué demonios estás haciendo?

Su sonrisa se transforma en odio puro y palpable en tan solo un segundo.

—Vengarme—responde—. Vengarme al fin de lo que me hiciste

Sus palabras me golpean como un puño en el estómago.
No esperaba esto.
No de Ale. Pero ahí estaba, con odio en sus ojos y una pistola apuntándome.

—¿Vengarte? ¿Qué carajos crees que te he hecho?

—Tú—me apunta con el arma en el pecho—. Mataste a Mickey. Mi hermano. ¿Lo recuerdas?

Todo se detiene.
Absolutamente, mi alrededor desaparece, se disipa y vuelvo a ser aquel niño en la escuela.

Ese que lastimaban. Al que herían.
«Simon lo mató, yo lo vi»
«¡Asesino! ¡Eres un asesino!»
«Solo quería defenderme, mamá. No quise matarlo»
Algo se estanca en mi garganta y forma un nudo asfixiante. Mi mandíbula se tensa.

—Ale... No fue mi intención...—susurro, mi voz ahogada por la culpabilidad y el remordimiento.

—¡Lo mataste! ¡Estuve allí, lo mataste!—grita. Vuelve a apuntarme con el arma.

Me enderezo y mantengo la mirada. No puedo mostrarle debilidad aunque esto esté destrozándome por dentro. No puedo mostrar fragilidad ante Ale.
Leyla está en juego.

—Sí, lo maté—admito reprimiendo la culpa.—Pero estaba defendiéndome, era solo un niño...Por favor, Ale, deja que ella se vaya. Esto es entre tú y yo.

Su sonrisa se ensancha.
Lo está disfrutando.

—No, no es solo entre tú y yo. Además... quiero que sufras. Quiero que sientas lo que yo sentí todos estos años—da un paso hacia mí—Fuiste tan estúpido. ¿Sabes? Lo planeé absolutamente todo, cuando dijiste que te irías del servicio militar, te sugerí que te mudaras a ese pueblo porque sabría que conocerías a Leyla. Eras solo una carnada. Sabía que te enamorarías de ella e hice que te abrieras conmigo como tu mejor amigo para luego vengarme—ríe—. Todo fue falso, lo del caso, el supuesto "cuerpo" de la madre de Leyla que encontraron hace años. Toda esa mierda. Luisa, mi madre. Se vengará de Kristina y yo—me apunta—, me vengaré de ti.