Look at me again!! soukoku ft sigzai

6. Confusiones

Supo inmediatamente que algo pasaría en el momento que aquel chico Akutagawa, uno de los kohais favoritos de Dazai (aunque este último nunca lo reconocía), aclaró que no sabía nada de su también senpai favorito.

Y no es que asuma que deba saberlo todo de su tutor particular, obviamente sería un poco raro, pero el chico tampoco era muy normal que digamos... Los que no acostumbraban a tratar con él se sentían intimidados por su mirada fría e inclusive algunos profesores no querían enfrentarlo cuando se dormía en clases o hacia cualquier otra cosa fuera de su horario. El único que podía dejarlo callado sin siquiera pedirlo era el castaño, por quién tenía una obvia admiración.

Así que si tenía razones para empezar a notar que nuevamente si le pareció extraño que no supiese algo de este mismo, ya que pese a que el adolescente admitía que su tutor era exasperante y bastante dramático, chocando con su personalidad tranquila, también sería el primero en mente al escoger si lo diesen entre opciones de sus demás tutores.

Pero de nuevo, no se trata de eso en este momento, solo necesitaba encontrar al castaño e intentar arreglar lo que sea que esté interfiriendo en su casi relación. Relación. Chuuya de verdad que estaba intentando no tocar el tema en su cabeza, relación, suena demasiado serio para lo que son ellos. Su mente comienza a trabajar con miles de sobrepensamientos, porque él piensa, piensa demasiado, no le gusta saltar pasos, no le gusta saltar, prefiere caminar, ir despacio, sentirse seguro de aquellos pasos, siendo estos cuidadosamente calculados.

Y Dazai es lo opuesto a Chuuya. Dazai salta sin importar las señales o posibles finales, no tiene miedo de saltar pasos, quiere llegar rápido a su destino, no lo culpa, es más, lo admira, en una parte porque también se cae, tropieza, y saltar sin medir la fuerza o rapidez por donde pisas para aterrizar también puede dejarte raspones, heridas abiertas, cicatrices con una historia por detrás. Y él lo sabe, ellos lo hacen. Pero él no es Dazai Osamu, es Nakahara Chuuya.

Y Chuuya no se arriesga, solo es capaz de hacerlo cuando sabe que el intento valdrá la pena y está seguro de cómo terminará todo. Solo que nada es predecible con el castaño cerca, se siente abrumado, porque se cree incapaz de poder leer un libro que se muestra tan abierto solo para él, mostrando un contenido genuino que sabe nadie más que él será capaz de conocer y entender.

De nuevo el miedo se apoderaba de él, y Chuuya nunca tiene miedo, eso se suponía, eso creía hasta que lo conoció, no se acostumbra a sentir esa emoción desconocida porque se siente expuesto y nuevamente teme a poder ser leído a través de esos ojos color caoba tan bonitos, no quiere que sus pensamientos sean revelados, no estos, no así, pero también sabe que para que esto que tienen funcione deberá aprender a ceder.

Porque Dazai da, da y da. Y Chuuya toma, toma y toma. Nunca siendo el primero en dar el salto, carajo, ni siquiera el primer paso. No quiere que todo acabe pero lo único que mejor sabe hacer es arruinarlo huyendo de sus emociones, así lo ve, diciendo y haciendo cosas hirientes que sabe que lo lastimarán, cosas que sabe que lo alejarán, se odia por eso, odia su mente que es su mayor enemiga frente a estas situaciones donde teme perderlo todo, situaciones donde no reconoce un posible final predecible para dar el paso, entonces retrocede, quedándose en el mismo lugar, olvidándose de que a veces él también necesita saltar para poder alcanzarlo. Lo sabe. Pero eso no hace que las cosas sean menos difíciles.

Ha pasado un buen tiempo desde que Dazai se había declarado indirectamente pero a la vez tan obvio para Chuuya que se sintió presionado a darle una respuesta. Sabe que el castaño no insiste si no tiene indicios de que está dispuesto a saltar con él, lo sabe después de tantos coqueteos y encuentros que seguía a medias pero tampoco lo aseguraba para algo serio, no confirmando un "nosotros" duradero y estable. Dazai lo notó, entonces dejó de hacerlo con frecuencia. Dejó de perseguirlo como antes, Chuuya también lo notó.