Suplente | OhmLeng

007

Otro día había llegado pero ese día era su día de descanso de Leng. Ohm estaba haciendo berrinche al saber que ahora sus descansos no coincidían.

— No es justo — repelaba el moreno— Desde que empezamos a grabar hemos tenido los mismos descansos ¿Porque nos lo cambian?—.

Leng sonrió al ver la rabieta que estaba haciendo Ohm— ¿Será porque alguien tiene un OST que grabar?—.

Volteo a verlo, le daba una sonrisa reconfortante aunque el también se sentía decepcionado de que Ohm no tuviera ese día su descanso. Pero entendía que ahora iba a estar más ocupado.

Ohm iba a decir algo cuando sonó su celular saliendo de la cocina, Leng solo negó al ver lo berrinchudo que pude llegar a ser, terminando de prepararle un licuado.

— Era la empresa en media hora tengo que estar allá—.

Leng estiró el licuado hacia Ohm, este tomándolo con una sonrisa, bebió todo para entrarle el vaso vacío.

— No me quiero ir pero tengo que ir a mi departamento a ducharme y cambiarme—.

El tono triste se podía escuchar en su voz.

— Ve, cuando acabe el día mándame un mensaje, no te interrumpire—.

Ohm solo asintió antes de despedirse de Leng, cerrando la puerta del departamento haciendolo sentir solo de nuevo.

Decidió salir un poco ya que desde hace tiempo no se tomaba tiempo para el solo, yendo a una cafetería cerca del centro pidiendo su Latte de siempre mientras estaba leyendo un libro.

Era lo mejor para poder despejar su mente y no pensar que Ohm estaba pasando tiempo con Nanon. Y por si se lo preguntaban, no, no estaba usando algún accesorio que escondiera su identidad, siendo que había aparecido en pocas entrevistas y el hecho de que su serie aún no salía al aire le daba esa 'libertad' de salir como una persona normal.

El ambiente se sentía tranquilo, era muy acogedor para él estar así. Sentía que todo estaba bien o al menos si lo estaba hasta que llegaron un grupo de chicas sentándose una mesa enfrente de él.

— ¿Vieron los rumores?— una de ellas empezó la plática.

— ¡Si! No deja de ser tendencia en X—.

— Cuando lo vi, no podía con la emoción, no lo creía hasta que vi la foto— en ese momento no tenía que ser muy inteligente para saber de qué tema estaban hablando — Pensé que mis ojos jamás iban a volver a ver algo asi—.

— A mí me parece perfecto que ellos dos hayan regresado, sinceramente no me convencía la pareja que le asignaron—.

En ese momento Leng había cerrado con brusquedad su libro, espantando a aquellas cinco chicas que solo lo miraban con desagradó, ignorando el hecho de que estuvieran hablando mal de el siguió ahí, quería saber que más pensaban sobre él.

— Jamás se vieron bien juntos, estaban muy forzados—.

— Hasta se inventaron el teatrito ese de que estaban juntos en la escuela—.

— Dios si, eso es caer muy bajo, además ese Lengso o como se llame se ve que solo es un colgado—.

No podía quedarse un minuto más ahí, bruscamente se paró de su mesa dejando una propina, agarrando su libro yéndose de ahí. Entro casi corriendo al coche, aguantando esas lágrimas que estaban amenazando con salir pero ya no podía, estaba cansado.

Sus sollozos aumentaban más con el paso de los minutos, las saladas lágrimas llegaban hasta la comisura de sus labios, sintiendo ese amargo sabor. Se preguntaba ¿Que diablos estaba haciendo mal?