9

7 1 0
                                    

Cuando inicie como estudiante de medicina estaba emocionada por salvar vidas y ayudar a todas las personas, sin embargo, con el pasar del tiempo me di cuenta de que no siempre sería así—todo estará bien Nora—es lo que todos me decían, yo solo quería estar lejos y no hablar con nadie más.

Las lágrimas corren por mis mejillas, mi pecho tiene un nudo muy grande; quiero gritar y salir corriendo. Estoy sumergida en mis pensamientos cuando mi celular comenzó a sonar. Al mirar la pantalla es Chris quien llama. Dudo por unos segundos si contestar—Te necesito—susurro, para contestar.

—Hola, hola esposa—la voz animada de Chris me hacía sentir un poco de envidia.

—Chris...

—Ay no, ¿qué pasa? Te escuchas triste, ¿qué sucede?—En los pocos días que llevamos de conocernos ya comenzaba a conocerme.

—No soy buena en esto—digo llorando.

—No, no digas eso Noor, eres la mejor en tu área.

—No es así.

—Voy para allá.

—No, por favor, no debes dejar tus cosas por mi.

—Me necesitas.

Suspiro para negarme, pero John me hace señas para que me acerque—debo irme, no dejes tus cosas por mi—no dejo que responda, así que cuelgo y caminó hacía mi compañero.

—Hay una junta, necesitan verte.

—Entiendo.

Voy detrás de John hasta llegar a la sala de juntas—suerte—me dice, antes de abrir la puerta.

Al ingresar, la puerta se cierra detrás de mí; mi padre, mi hermana y otras cuatro personas más estaban sentadas mirándome.

—Seremos breve doctora Salviati—dice mi padre—el familiar de la paciente fallecida asegura de que usted realizó mal los procedimientos, ¿es cierto?

—Hice todo lo que estaba en mis manos.

—Eso ya nos dijo y aquí tenemos los informes, aún así, se abrirá un caso de investigación, hasta entonces, queda relevada de sus obligaciones. ¿Está de acuerdo?

—Sí—digo con mi voz casi audible.

—La autopsia será realizada por la doctora Clarice, ella nos brindará el informe detallado—la rubia, asiente con la cabeza—Hasta entonces—dice mi hermana.

—Permiso—salgo de ahí y me voy nuevamente al jardín donde espero encontrar un poco de calma en esta tempestad.

—¿Hola?—Miro a mi derecha y veo a Chris sosteniendo una caja de chocolate—escuche que el chocolate es bueno para mejorar el ánimo.

Sonrió un poco agradeciendo que haya venido—no debiste venir.

—Mi buena amiga y esposa, necesitaba a alguien que la acompañara en este momento—se sienta junto a mi.

—Gracias de nuevo—apoyo mi cabeza sobre su hombro. Abre la caja y me entrega un chocolate.

—No sé que es tener la vida de una persona en tus manos, pero te puedo asegurar que hiciste todo lo que estaba en tus manos para salvar su vida.

—No quiero hablar de eso, por favor—Chris toma mi mano y entrelaza nuestros dedos.

—Estoy aquí y aquí me quedaré hasta cuando no me necesites.

No se cuanto tiempo había pasado, solo se que estar a su lado; me hace estar mejor, no necesitamos hablar para que sienta que me está apoyando. Todo marcha bien, hasta que John llega corriendo—tienes que saber esto.

—¿Qué pasa?—Me preocupo, al mismo tiempo que me levanto de la banca.

—La paciente tiene Catalepsia—miró a John, confundida

—Su hija no me dijo nada.

—Porque no sabía que tenía eso.

—¿Eso es bueno?—Pregunta Chris confundido.

—Sí, bueno no. Pero al menos sigue viva, ya neurología la atenderá.

Aquello había aliviado mi culpa, pero aún así, no me sentía del todo bien.

—Creo que está bien, ¿no?—Dice Chris.

—Quieren verte.

—¿Quienes?

—Hay una junta que se reúne para discutir este tipo de casos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 28 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Cásate conmigo - Christopher Vélez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora