Cásate conmigo - Christopher Vélez.

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Días atrás.

Durante la comida observo a mi familia. Mis padres hablan, mi hermana mayor mira su teléfono y mi hermanita sigue comiendo en silencio. No siempre las cenas familiares son así, algunas están llenas de conversaciones, otras de risas; nada fuera de lo normal. Y no es porque seamos una familia perfecta, estamos lejos de serlo. 

Pues, mi padre eligió nuestras carreras desde el día en que nacimos, Giulia; la mayor, aquella castaña se graduó de derecho, estoy yo; la del medio, quién "siguió los pasos de su padre" y por último mi hermana, aquella rubia aún no estaba claro lo que estudiaría, pues, según no estaba en los planes, ya que, inicialmente. Mi padre se había casado con Lisa mucho tiempo después de que mi mamá se marchara y le dejara la custodia completa a nuestro padre. 

—Niñas, ¿qué tal estuvo su día?

—Bien, estuve mirando unos convenios y algunos contratos. Nada importante.—Responde mi hermana mayor, dejando su teléfono a un lado.

—Bien, ¿Papá siempre me llevarás al concierto de Christopher?—Pregunta mi hermana de dieciséis, feliz—es un día muy importante para él y para mí.

—Cariño, sobre eso...

—Papá me lo prometiste, además las entradas; mamá las consiguió.

—Eso lo sabemos Chiara, pero no podremos. Tu padre y yo tenemos una reunión con unos inversionistas y es muy importante que estemos ahí.

—Pero, yo quería ir. Es un concierto muy importante; se casará con su novia—dice al borde de las lágrimas.

—¿Por qué una persona se casaría en un concierto?

—Porque Chris siempre nos mantuvo presente y es increíble que nos tenga presente el día más importante de su vida.

—¿Y es...?—Pregunto curiosa.

—¿No me escuchaste?—toma aire—Le pedirá matrimonio a su novia frente a nosotras y harán la ceremonia de inmediato.

—¿Por qué?—Pregunto confundida—digo, para planear una boda se necesita tiempo.

—Por eso planearon todo, hay admiradoras que podrán acceder al concierto desde una plataforma y las demás, tendremos el privilegio de estar frente a frente.

—Pues, serás de ese un porciento que lo verá por internet—se burla, Giulia.

—No, porque mamá las consiguió presencial—mira mal a nuestra hermana y ella sigue sonriendo, luego mira a nuestros padres—mami, papi, por favor.

Puede que Lisa no sea la madre de Giulia y la mía, pero desde que llego a nuestras vidas siempre cumplió con su rol de madre a la perfección.

Suspira—Puede llevarte Eleonora—dice él, mirándome fijamente.

—¿Yo? Pero...

—Pero nada, es lo menos que puedes hacer luego de golpear el auto.

—Fue un accidente, no es mi culpa que ese muro estuviera ahí.

Giulia se ríe—eres una tonta hermanita.

Ruedo los ojos—en fin, ¿Cuándo me perdonarás?

—Solo si llevas a tu hermana; por eso olvidaré la cuenta del taller mecánico.

Suspiro—bien, ¿Cuándo es?

—Mañana—dice feliz.

—¿Bromeas? Mañana tenía planes.

—Netflix, helado y comida chatarra, no es un plan—dice papá.

—Por favor Nora—dice mi mamá—es muy importante para tu hermana que vaya a ese dichoso concierto.