Capítulo 18 Un tigre de papel

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Elena agradecía que el hombre fuera un idiota, egoísta, arrogante y presumido, ya que esto hacia que él ni siquiera la notara y ella pudiera alejarse de él sin ningún inconveniente, pues si Darien llegara a demostrarle interés o a hablarle de amor, ella simplemente no sería capaz de resistirse, pues el hermoso hombre de piel morena y ojos dorados hacia que se le acelerara el corazón con solo verlo.

A Elena le dolió el hecho de que no fuera relevante para él, el chico ni siquiera sabía quién era ella, no la notó la primera vez en aquel restaurante cuando ella lo vio por primera vez y tampoco la reconoció ahora, después de haber conversado por casi una hora con él en aquella fiesta de disfraces en ciudad Vallard y aunque ciertamente ella usaba un velo entonces, sus ojos y su voz no calaron en la mente de Darien.

«Como Elena Fayed no soy nadie para él, pero cuando fui la bailarina Sherezade, se mostró interesado. Al parecer ese es el tipo de mujer que le gustan, no una bobalicona simple como yo. Mayor razón para olvidarlo Elena, ese chico no es para ti, jamás lo olvides.»

Elena no pudo resistir el impulso de voltear y ver si se había marchado y con tristeza se dio cuenta que ya no estaba en el café. Suspiró con profunda tristeza, sin saber el por qué de ella y la sonrisa tierna de Wesley y la mirada de amor de Sadir vinieron a su mente.

- Mami, po qué etás llolando?

- ...! Estoy llorando?

- Ti

- No estoy llorando Miel, es solo que el viento esta soplando fuerte y me golpeó en los ojos

- ...

- Jejeje no me mires así, mejor come tu helado antes de que se derrita

- Ti mamá

Miel disfrutaba su helado cuando Hamed y Winston Froiz, su conductor, entraron al pequeño jardín. La niña fue la primer en verlos y dejando caer el helado se aferró al cuello de Elena. Hamed la arrancó de los brazos de la joven y se la entregó a Winston junto con la orden de llevarla al auto de inmediato.

Miel gritaba y pataleaba llamando a su madre mientras Elena permanecía sentada en el mismo lugar sin hacer o decir nada. Tenía miedo de que Hamed la haya visto interactuar con Darien y tomara represalias contra él o peor aún, en contra de Miel. Hamed se veía furioso y le habló con rabia y como hacía cada vez que se enojaba, empezó a hacer ademanes con los brazos de manera brusca.

-         Qué haces aquí sola con Habiba, donde está la señora Ashton? Le pediste que se fuera a otro lado para que pudieras quedarte sola y hacer cosas indebidas?

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- Qué haces aquí sola con Habiba, donde está la señora Ashton? Le pediste que se fuera a otro lado para que pudieras quedarte sola y hacer cosas indebidas?

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Elena Fayed, la viuda virgen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora