Capítulo 19 Eres tú otra vez?

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Cuando el infeliz de Hamed salía de la habitación, Elena dejaba la venda en Miel un poco más y se tiraba boca abajo y sollozaba en su almohada para que ésta amortiguara su angustia y desesperación que amenazaban con salir a través del llanto. Y una vez que se calmaba, secaba sus lágrimas y quitaba la venda de los ojos de la pequeña.

- Ya puero ver mami?

- Si mi amor, ya se fue el demonio

- ...?

- ...! No, yo quise decir que ya se fue Hamed

- Mami, pol qué el hermano Hamed es malo con nosotlas? Pol qué no nos quiele

- ...! ... No lo sé Miel, no se que decirte, cariño... le tienes mucho miedo?

- Sí. Él es grotelo y me lastima

- ...Lo siento Miel, todo es mi culpa

- No mamá, Hamed es malo

- ... Qué dices si mañana vamos al parque de la avenida Lisborn?

- ...?

- Es ese parque por el que pasamos la otra vez que fuimos con padre a llevar a Yasira al médico, te acuerdas? Dijiste que te gustaba porque los niños que jugaban con unas cometas se veían felices

- Sí! Me vas a lleval mami

- Quieres ir?

- Sí

- Entonces tú y yo iremos mañana, pero no le digas a nadie

- Ni a Any?

- Ni a Any

- Pol qué no mami?

- Porque ella tiene una cita con su esposo y si se entera querrá venir y no es justo para el señor Fraser

- ... Etá bien mami

Y fue así como llegaron al parque y la pequeña Miel, después de que Elena le comprara una cometa, gritaba y saltaba viendo lo alto que ésta volaba, mientras Elena la miraba con ojos de amor. Pero Miel por descuido soltó el hilo y la cometa se fue volando sin rumbo mientas la pequeña gritaba y corría tratando de alcanzarla, Elena se levantó de donde había permanecido sentada y corrió tras ella gritando que se detuviera pero la niña parecía no escucharla y siguió corriendo tan rápido que Elena no podía alcanzarla.

- Miel, detente... no corras o vas a lastimarte

- ...!

- Miel...

Junto a la resbladilla, Darien vio pasar a la pequeña que corría sin fijarse que un ciclista se dirigía hacia ella, Elena no miró al hombre ni a nadie más que no fuera Miel y Darien que siguió con la mirada a la pequeña, se dio cuenta que el ciclista venía a toda velocidad y no había manera de que frenara a tiempo para evitar arrollar a la niña.

El hombre sin pensar corrió como poseído y se arrojó hacia la pequeñita, la levantó en el aire y rodó con ella tratando de que la niña no se lastimara, mientras el ciclista trataba de mantener el equilibrio y no caer después de ver que la niña había salido de su camino.

Peyton y Kara al ver a Darien rodando por el pasto y detenerse con la niña sobre él, corrieron para asegurarse de que ambos estuvieran bien y vieron a Elena arrancar a la niña de los brazos del hombre y apretarla entre los suyos. La pobre chica sentía el corazón a punto de estallar. Darien se levantó medio maltrecho y se sacudió las hojas secas que se pegaron en su ropa.

Elena Fayed, la viuda virgen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora