Capítulo 5: Donde nace una chispa.

12 2 0
                                    

El miedo, eso que sientes cuando ves una película de terror, el miedo es la emoción más humana que puede existir.
Pero, ¿a qué le tienes miedo?
¿A la oscuridad? ¿O a lo que puede estar ocultándose en ella?
¿A los ruidos extraños? ¿O a la razón por la que han sido provocados?
¿A una secta? ¿O a las personas?
¿A morir? ¿O el no saber qué hay después de la muerte?

El miedo lo provoca lo que se nos hace desconocido.
Así es, una polisemia de emociones.

.....

31 de Octubre. Actualidad.

Hoy era un día feliz, pues mañana no habían clases ni trabajo y por fin podía descansar después de un mes ajetreado de exámenes y trabajo sobreexplotador.
Mi mente no daba a más y estaba a punto de pedirle a mi madre que me de algo de dinero para llegar a fin de mes, pero no me lancé.
Bueno, no era un día tan feliz, pues no podía ni levantarme de la cama, debido al cambio tan brusco de la temperatura o del estrés me había dado una gripe fatal.
No tenía a nadie a quien pedirle ayuda y tampoco podía coger el coche para ir al hospital, una total mierda...

Mi madre vive en la otra punta de Florida, me soltó un bombazo el otro día que todavía no terminé de procesar.

...

*Llamada telefónica.

—Astrid, me voy a casar.
—¿Q-Qué? ¿Cómo? ¿Con quién? ¿Por qué? 
—No puedo estar siempre estancada en el mismo lugar, cariño. Tu también tienes que salir adelante y echarte un novio.
—A ver si te entiendo... ¿Me dices que el amor no existe y te vas a casar? ¿Tiene millones acaso?
—No... El dinero no lo es todo, no quería contagiarte mis pensamientos por lo mal que lo estaba pasando cuando tu padre se fue de casa, pero ha llegado otro hombre en mi vida y...
—¿Y? ¿¡Y tienes que casarte sí o sí!? ¿¡Desde hace cuánto que lo conoces!? ¿¡Sabes siquiera si te quiere!?
—No hables si no sabes nada, la boda es en diciembre, espero verte allí.

*Cuelga la llamada*

...

Si... Mi madre se va a casar a sus 42 años, es demasiado joven para una segunda boda, o tal vez soy yo que tengo mentalidad de abuelo. Lo único que me faltaría sería que me dijera que está embarazada, aunque no creo que tenga ganas de volver a criar a un niño... 
Mi madre se quedó encinta de mí a los 17 años, era tan joven que no sabía que hacer con su vida, quería sacarse sus estudios y bueno, por culpa del estúpido de mi padre le cortó sus alas.
Tal vez no esté bien dicho, pero ya he nacido, ¡qué más da!

Dios... ¿Podría pasarme algo bueno en la vida aunque sea una vez? 

Me encontraba fatal por la fiebre que subía cada vez más, por no poder respirar bien y por ese dolor en el pecho que no sabía si era por la gripe o por todo lo que ha pasado.
Las sábanas ya estaban mojadas de sudor por la fiebre, quería darme una ducha pero no tenía fuerzas para ponerme de pie.

Lo único que podía hacer era dormir y esperar a que la medicación haga efecto.

...

*Ring, ring*

Mi teléfono sonó y lo cogí sin ver siquiera quien era, apunto de gritar porque me despertaron.
—¡Astrid! ¿Estás bien? 
La voz de Ciro me sorprendió, fue como una caricia en la oreja...
—¿C-Ciro? Sí, estoy bien... —Tartamudeé.
—No... Se te nota en la voz que estás enferma, me tienes preocupado, no fuiste a clases y tampoco te vi en el trabajo...
—No te preocupes... De verdad que estoy bien.
—Vaya, pues ya estoy en la puerta de tu casa, ¿me abres?

Sonó el timbre de la puerta.
Solté un gran suspiro y me levanté como pude, colgando la llamada.
Apoyándome en las paredes y sujetándome a muebles para no caerme, fui hacia la puerta. Ni siquiera me fijé en la poca ropa que llevaba por el calor.
Abrí la puerta.

Como NO enamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora