Jungkook
La noche estaba más complicada de lo que Jungkook imaginó. Buscar a alguien y encontrarlo en Wings era como esperar un milagro. Pasó horas, entre el whisky y cigarrillos, evitar a chicas interesadas en pasar el rato -con sexo-, y verificar momentáneamente el gps de Hansen.
Recorrió todo el lugar de arriba abajo, incluso estuvo tentado a ir al piso inferior, por si acaso. Pero no tuvo que hacerlo, pues lo vio en el último ambiente que recorría.
Nunca lo había visto así. Traía maquillaje rosa alrededor de sus ojos, brillos en las mejillas y labial rojo. Su ropa no variaba mucho de lo que normalmente usaba. Lo único diferente era que en vez de usar jeans gastados y rotos en la rodilla, ahora usaba un ajustado látex que abrazaba duramente sus muslos. Una playera de colores hasta el borde del látex negro, dejando ver su piel.
Ignoró olímpicamente a los mellizos Valdés, ellos no tenían nada que le llamara la atención.
Estando a metros de distancia, Jungkook no pudo evitar recordar el día anterior y sus dedos empezaron a picar para ir y acariciar nuevamente esos prominentes labios hermosos.
El grupito caminó entre el gentío hacia el baño, Ru se desvía hacia el de mujeres y Dom y Jimin hablan un par de minutos antes de entrar al de hombres.
Los tres se demoran más de la cuenta, y Jungkook se empieza a poner impaciente hasta que los ve salir. Dom y Ru le dicen algo y el albino asiente, luego, los mellizos caminan entre la gente para salir del piso.
El abogado sigue con la mirada a los hermanos, una parte de él siente sospecha por lo que acababa de ocurrir, pero pronto su mirada va hacia Jimin.
Un chico aparentemente de la edad del menor está cerca de él, Jimin niega brevemente con la cabeza pero el otro parece insistente.
Jungkook apretó el cigarrillo entre sus dedos y lo desechó. Caminó hacia ellos, la sangre empezó a hervirle, quería romper las manos de ese hombre por tomarse el atrevimiento de sostener la cintura de Jimin en contra de la voluntad del menor.
Parece que el albino se harta de negar querer bailar con ese sujeto, porque lo empuja lo suficientemente fuerte como para hacerlo retroceder.
«Ese es mi chico » pensó el abogado.
El sujeto intenta volver a sostener la cintura de Jimin.
- Ya terminaste - Jungkook habla, y sabe que el hombre lo ha escuchado porque congela su movimiento.
- Amigo no seas idiota- le dice, y toma el brazo de Jimin por más que el menor intenta soltarse.- estoy bailando con este bombón.
Jimin bufa, hace el esfuerzo hasta que el sujeto suelta su brazo.
- Largo. - Jungkook le ordena.
- Amigo por fav-- El abogado sostuvo al hombre del cuello, apretando sin consideración e interrumpiendo lo que sea que quería decir.
- No soy tu amigo - le dice, y antes dejar morado al hombre, lo suelta. - Lárgate antes que te mate.
El intruso mira a Jungkook y después a Jimin, parece por fin entender que el menor no bailará con él. Al alejarse, el abogado debe hacer un esfuerzo sobrehumano para no ir tras él y romperle las manos.
Jungkook gira a mirar al menor. El albino está sonrojado, la vergüenza explícita en su mirada.
- ¿Qu-que hace aquí?
- ¿Esto haces los fines de semana? ¿Sales de fiesta y tus amigos te abandonan?- Jungkook le pregunta, acercándose peligrosamente. Y Jimin no retrocede. Sus mejillas se vuelven mas rojas si es posible, y por un instante, Jungkook siente la necesidad de tomarlo de las mejillas, solo para sentir el calor en su cuerpo. - ¿Que haces fuera de la cama tan tarde, mocoso? ¿No viste el peligro en el estás?
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LAS REGLAS DE LA MAFIA ¹ | KOOKMIN | ✓
Fanfiction« Si cometes mil pecados igualmente vas al infierno, entonces por qué no cometer un millón y bajar allí como una leyenda » - Friedrich Nietzsche Sinopsis: En un país donde la justicia es sinónimo de poder, engaños y deslealtad; Jeon Jungkook, un a...
