C A P Í T U L O -C I N C U E N T A Y U N O

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Jimin

Su sudor goteó al piso, mezclándose con la sangre. Se limpió la cara y volvió a levantarse, puso sus manos en posición de ataque y esperó.

Anastasia miró hacia Alexei. Su hermano no se movió, y no hizo el intento por intervenir.

La chica volvió al ataque y Jimin puso los brazos para que sus costillas no reciban los golpes duros y violentos de Ana. Ella era rápida, su combate era diferente al de Alexei. Él era más de golpes certeros en la cabeza, Ana se tomaba el tiempo en danzar alrededor y atacar en una armonía perfecta que hace marear.

A Jimin le gustaba pelear con Ana ya que ella no se contenía. Alexei dudaba cuando lo golpeaba, así que no había sido tan efectivo la pelea cuerpo a cuerpo con él. En cambio, a Anastasia no le importaba que sea el hijo del Jefe, si a ella le pedían entrenar, cumplía.

Ella levantó la pierna y Jimin se agachó a tiempo antes que lo empuje al piso y vuelva a golpearlo. Esta vez, Jimin rodó hacia un lado y se levantó, esquivando otro de los golpes dinámicos de Ana. Desde el inicio había mezclado artes marciales con otro tipo de combate.

— ¿Cansado?— preguntó Ana, un poco agitada.

Jimin trastabilló hacia la pared y Ana encestó un golpe en su costado derecho, el rubio se encogió por el dolor y ella aprovechó de tomarlo del cuello y pegarlo a la pared. Jimin levantó la pierna y le golpeó en el estómago, Ana dió dos pasos atrás.

— Puedo seguir — respondió, y le dolió la garganta al hablar. Escupió sangre y volvió a levantar las manos.

Ella se quitó la chaqueta, quedando únicamente en camiseta. Jimin la imitó.

Durante los últimos seis meses había entrando con Alexei y Anastasia para hacerlo un miembro de la Bratva que pueda sobrevivir a un enfrentamiento real. Jimin no podía estar seguro de cuan efectivo habían sido las horas disparando y entrenando, pero se sentía físicamente mejor. Aunque su complexión no era como la de Alexei o cualquier otro miembro. Sus músculos de habían marcado, tenía visibles abdominales y su resistencia era mucho mejor que antes. Pero al lado de Alexei, seguía siendo flaco, delgado y bajito. Lo último no podía cambiarlo con entrenamiento.

— Si me derribas te dejaré disparar mi KSVK.

— No — Jimin negó. — me dejarás disparar tu KSVK y me vas a regalar tu pistola de oro.

— Te tienes mucha fé, Jimin — ella le dice. Sus brazos se ponen en posición de ataque y asiente.

Ella fue la primera en atacar. Los golpes iban y venían y los primeros cinco minutos, Jimin se encargó de esquivar y evitar golpes críticos. Ella no se contuvo, encestó varios golpes a su mandíbula y lo tiró al piso un par de veces. Pero mientras más se caía, Jimin volvía a levantarse.

En el minuto seis, Jimin se agachó cuando Ana golpeó con fuerza el aire sobre su cabeza. Le encestó un golpe en el estómago con el puño y luego una patada en sus pantorrillas, ella trastabilló y fue suficiente para que Jimin tome su brazo y se lo doble, le golpeó la cara y luego la empujó de una patada al suelo. Anastasia cayó de rodillas y se levantó al instante.

— Eso es todo — Alexei interviene. Jimin y Ana se miran, la furia de ella es visible pero también se puede ver el orgullo en su mirada. — Te derribó. — Alexei sonó un poco sorprendido.

— Un segundo— ella responde. Se limpia la sangre en la nariz y se acerca, le tiende la mano y Jimin se la recibe. Pero Ana lo jala hacia su cuerpo y le encesta un rodillazo en el estómago haciéndolo doblar y caer al piso. — ¿Porque le das la mano a tu enemigo, Jimin? Sigues siendo un principiante.

LAS REGLAS DE LA MAFIA ¹ | KOOKMIN | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora