Gracias

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Esto se trataba mucho más que responderle un si. No era fácil, más bien todo se estaba volviendo cada vez más complicado. Llevaba conmigo el secreto más grande de mi vida, la mentira más estúpida que alguien pudiese llevar y el miedo de que todo se arruine por culpa de eso. Nunca nadie me había empezado a importar tanto para tener miedo de que una persona se aleje de mi, aun que sabía que eso lograría si seguía mintiendo, ocultando la verdad. Justin había confiado en mi, contándome la razón de por qué él era así, como todos decían, la muerte de su hermana le afecto lo suficiente para sentirse culpable y lo único que él hacia era huir de ese sentimiento que lo perseguía. Y yo teniendo la oportunidad de cambiar las cosas, solo seguía mintiendo.

-¿en qué piensas?- voltee a mirar a Kim- llevo un buen tiempo observándote y ni cuenta te das.

-no es nada- mentí- solo pensaba en Katie.

-¿Katie? ¿ella está bien?- su tono cambió, preocupándose.

-si, pero me preocupa llevarla a un lugar donde no se si cuidan bien de ella- suspire

-no te tortures, no te hace bien- hizo una pequeña mueca- ella está bien.

-eso espero- susurre mientras veía a Justin acercarse.

-hola- nos dedicó a ambas una sonrisa cálida- ¿todo bien?- se sentó a mi lado, pasando su brazo por mis hombros.

-¿lo de ustedes ya es oficial?- pregunto Kim, elevó ambas cejas, sonriendo.

-aún no pero estamos cerca- sonrió, reí recordando lo de ayer.

Después de haberlo rechazado, él entendió que debíamos ir más lento. No evitó sentirse algo decepcionado pero no fue suficiente para rendirse.

-bueno- suspiró Kim guardando sus cosas- y dime Justin, ¿tus intenciones con mi amiga son buenas?

Puse los ojos en blanco. Ahora empezaría con sus preguntas intimidantes.

-¿qué te hace pensar que no son buenas?- respondió Justin con otra pregunta, sin dejar de sonreir.

Ambos eran las personas más irónicas que había conocido en mi vida. Claro, sin dejar atrás a mi madre.

-bueno- se encogió de hombros- tengo mis razones- se puso de pié- más vale que sean buenas, porque esa pequeña no está sola- me miró por ultima vez sonriendo y se alejó, dejando la biblioteca.

-tu amiga tiene carácter- se giró a mirarme, nuestras narices rozaron- eso es bueno.

-es mejor que le hagas caso- reí- o te hará la vida imposible.

-sonrió- seguiré tu consejo.

Sin esperar más me besó, suave y lentamente. Olvidando por completo el lugar donde estábamos y con quién nos encontrábamos. En un par de segundos esto ya sería más que un simple rumor.

-espera...- me separé de él- no es un lugar adecuado- susurre.

-¿y eso qué?- sonrió- no me importa lo que el resto diga Juls.

-lo se- asentí acomodándo mi cabello en un moño- ahora debo estudiar, así que...- lo miré sonriendole

-no me iré- movió su cabeza de un lado a otro

-tengo exámen Justin- le regañé

-vale, pero debo preguntarte algo antes...- se acomodó en la silla

-espero y no me pidas que sea tu novia, porque el haber cambiado de sitio no te ayudará en nada- reí bromeando

-no es eso- sonrió ansioso

-¿entonces?- abrí el libro mientras buscaba las páginas

-mañana mis padres organizaron una cena familiar y me gustaría que vayas- dijo esperando mi reacción

-¿qué?- me detuve- ¿ir a tu casa? - lo miré- no es buena idea.

-claro que si- insistió- es una buena oportunidad para que te conozcan.

-somos amigos, Justin- rode los ojos- no creo que les interese conocerme.

-no somos cualquier tipo de amigos, y lo sabes- tomó mis manos- quiero que ellos vean lo increíble que eres.

-¿les haz hablado de mi?- pregunte curiosa

-a mi madre, no mucho pero sabe lo importante que eres para mi- sonrió- ¿iras? será viernes y no debes ir a la cafeteria.

-pero ¿y Katie?- mordi mi labio nerviosa, la idea de conocer a su familia no era muy buena idea. ¿Qué se supone que iba a ponerme?

-tranquila, le pediré a una de las empleadas que vaya a cuidar de ella- lo miré insegura- la cuidará bien, lo prometo.

Pensé un momento. Para Justin se veía que realmente era importante, sus ojos brillaban y esa sonrisa me rogaba que dijera que sí. No lo negaba, me asustaba el hecho de tener que ir a su casa y enfrentar a su familia, pero había cierta ansiedad que me decía que acepte.

-esta bien, iré- respondí finalmente- pero ahora debes dejarme repasar la materia, ¿si?

Asintió besandome con felicidad. Susurró un emocionante 'gracias' y se marchó. Negué riendo, pensé en lo complicado que sería mañana. Justin quería que sus padres me aceptaran y a pesar de que yo también quería eso, algo me decía que las cosas no saldrían tan bien.

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