Maybe

¿te sientas conmigo?

-Julie- me detuvo tomando mi brazo- ¿estás bien?
-si, Justin quiero estar sola- murmuré sin levantar la cabeza- por favor.
-no te ves bien, no te dejaré sola- aclaró, lo miré- ven, vamos- tomó mi mano llevándome a alguna parte.

Dimos la vuelta al patio llendo a un lugar que no había visto antes, habían un par de bancos y una gran cantidad de árboles. Era un lugar perfecto para alejarse de todo y de todos.

-¿por qué vinimos aquí?- dije mirando a mi alrededor
-dijiste que querías estar sola, y éste es un lugar perfecto para estarlo- apuntó con ambas manos- no hablaré si no quieres que lo haga.
-suspiré sentándome- no sabía que éste lugar existía.
-pocos lo han encontrado, casi nadie se da el tiempo para caminar hasta aquí- me miró
-excepto tú- lo miré- ¿siempre vienes aquí?
-sólo cuando me siento estresado.
-asentí- gracias.
-sonrió- ¿qué ocurrió ahí dentro?
-nada, sólo discutí con Jason- rodé los ojos- a veces se comporta como un idiota y no lo soporto.
-de seguro estaba celoso- rió- y molesto, después de todo interrumpí algo que era importante para él.
-reí- creo que sí.
-¿lo quieres?

Su pregunta me tomó por sorpresa, claro que lo quería pero no como él pensaba.

-sí- jugué con mis manos- pero ahora que lo pienso, tal vez no era un buen momento para decirle...- me detuve pensando en las palabras correctas.
-que quieres estar con él- terminó con mi idea.
-si- susurré asintiendo
-todo pasa por algo- elevó sus hombros, dejándolos caer inmediato.
-reí- interrumpiste a propósito, te ví mirándome.
-sonrió- no podía dejar que cometas un error.
-¿por qué piensas que hubiese sido un error?- junté mis cejas
-porque lo era.
-no conoces a Jason- miré hacia los árboles- es una buena persona.
-yo también lo soy- dijo como si nada y no evité mirarlo.
-eres muy directo- mordi mi labio inferior- deberíamos volver, no quiero llegar tarde.
-nos toca biología- sonrió- ¿te sientas conmigo?
-mientras no me distraigas- murmuré avanzando.

Kim se volteaba a mirarme de ves en cuando buscando una respuesta en mis ojos, no entendía que hacia Justin a mi lado y tampoco intentaría explicárselo porque no significa nada. Justin sólo estaba intentando hacer algo que no iba a conseguir.

Mientras el profesor explicaba, tomé apuntes, escribiendo cada cosa que decía. Miré a Justin de reojo, igual estaba escribiendo algo que realmente me sorprendió. Volví a prestar atención, Justin levantó su cabeza acomodándose en la silla y estiró su mano dejando un papel al lado de la mía. Reí, obviamente no había estado poniendo atención.

'Aburridoooooo, ¿cómo puedes escuchar tanta estupidez?'

Rodé los ojos.

'Yo si quiero ser alguien en la vida :p'

Ví como sonrió y empezó a escribir.

'Seguro que si. Te ves linda poniendo atención'

Mordí el lápiz mientras leí, rodé los ojos.

'Basta, dijiste que no me distraerías'

Sonrió.

'No lo hago, y deja de poner los ojos en blanco'

-señorita White, señor Bieber, ¿tienen algo que compartir con la clase?- nos miró fijo
-no, lo siento- negué
-no señor- dijo Justin
-bien- siguió con su clase

Respiré aliviada. Mire a Justin molesta y golpeé su brazo. Él sonrió.

-no estés molesta- dijo colocándose el cinturón de seguridad.
-casi nos hecha de la sala, Justin- dije dejando mi bolso en mis piernas.
-nada del otro mundo- rodó sus ojos- permiteme- se acercó y pasó su mano por mi hombro, tiró el cinturón y lo conectó a bajo, rozando mi cadera.

Por un momento dejé de respirar, detestaba que hiciera eso. Detestaba sentir lo que sentía cuando él se acerca de esa forma.

-¿todo bien?- sonrió encendiendo el auto
-si- asentí mirando hacia afuera
-hablame de ti.
-¿qué te gustaría saber?- junté mis manos
-¿de dónde eres? ¿con quién vives? ¿cuántos novios? ¿color favorito?- nos reímos- no lo se, dime tú.
-bueno, vivo acá desde siempre- mentí- con mi mama y mi...- miré mis manos- hermana.
-¿en serio?- me miró- ¿y qué edad tiene ella?
-un año- sonreí- ella es mi vida.
-asintió sonriendo- debe ser hermosa.
-lo es- miré su perfil- ¿tienes hermanos?
-si, tres- paró en un semáforo- Anna, Caleb y Kaitlyn.
-son muchos- dije sorprendida- ¿son menores que tú?
-Anna tiene ocho, Caleb doce y Kaitlyn tenía quince- su voz se apagó.
-¿tenía?
-murió hace casi dos años, tenía cáncer- suspiró desganado.
-lo siento mucho- susurré arrepentida, no debí preguntar.
-esta bien, no importa- sonrió- cuéntame más de ti.
-asentí- sólo tuve un novio y fue hace mucho- mojé mis labios- y me gusta el negro.
-rió al notar que respondí en orden- puedo notarlo, siempre llevas puesto algo negro- me miró de pié a cabeza.
-reí- si.
-¿y tu padre?- preguntó deteniendo el auto
-nos cambió, cuando tenía doce años él simplemente se fue con otra mujer- suspire
-si no quieres hablar de eso, no hay problema- buscó mis ojos
-no me importa- lo miré- él salió de mi vida hace mucho.
-tranquila- tomó mi mano- puedo ver cierto rencor aún en tus ojos y en tus palabras.
-miré nuestras manos- él nos abandonó dejándonos en la calle, no puedo quererlo después de eso- mis ojos se aguaron- tuve que pasar por cosas que una niña de doce años no tendría porque pasar.
-lo se- secó mis lágrimas y me abrazó.

No supe como reaccionar ante eso, sólo deje que me abrazará sintiendo que era lo que necesitaba. Escondí mi cara en su cuello y me aferre a su cuerpo, dejando escapar todas esas lágrimas que había guardado hace mucho tiempo. Su mano acarició mi espalda, consolándome. Y entonces me alejé, no porque haya querido sino porque tuve miedo al notar que me sentía tan a gusto estando en sus brazos.

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