Me llamo Justin

254 26 4
                                    

-Ya me voy Tom- avisé colocándome la chaqueta- ¿necesitas ayuda o algo?
-no, no te preocupes- me sonrió- casi termino.
-bueno, entonces nos vemos mañana- me despedí con la mano.
-es sábado cariño, es tu día libre.
-sólo vendré en la mañana- sonreí- adiós Marie.
-adiós querida- movió sus dedos despidiéndose.

Abrí la puerta y un viento frío chocó en mi cara despeinando un poco mi pelo. Cerré más la chaqueta y empecé a caminar rápido para llegar a casa a tiempo, sólo eran un par de cuadras.

-oye, tu bolso va abierto- dijo detrás de mi

Volteé asustada y estúpidamente me revisé, no llevaba ningún bolso.

-largó una carcajada- caíste.
-no me digas- dije irónica- ¿qué haces aquí?
-esperaba a alguien- sonrió
-asentí- bueno, adiós- seguí mi camino.
-te esperaba a ti- volvió a hablar haciéndome parar en seco.
-¿y a mi por qué?- lo miré
-no lo se- rió- quizás quiera saber más de ti y estando con mis amigos ahí dentro, no podía hablarte.
-porque te molestarían- reí  falsamente- no gastes tu tiempo hablándome, no conseguirás nada conmigo.

Seguí caminando sin detenerme esta vez y una cuadra más a bajo miré hacia atrás para ver si él seguía estando ahí pero no ví a nadie. Suspire cansada.

-Julie, sube- apareció a mi lado en su auto
-¿cómo sabes mi nombre?- lo miré mal- ¿y qué te hace creer que me subiré al auto de un extraño?
-sonrió- no soy un extraño, al menos ya sabes quiénes son mis amigos.
-si, unos gilipollas- rodé los ojos y seguí caminando
-vamos, sube- insistió- no te haré daño.
-no lo haré- negué riendo, estaba loco si pensaba que me íba a subir.
-Julie...- alargó
-no me hables como si me conocieras- dije molesta sin determe mientras él me seguía al mismo ritmo.
-vale, pero sube- volvió a insistir
-mira niño- giré y apoyé mis  manos en la ventana abierta- no se que diablos quieres de mi, pero una cosa te digo, no conseguirás nada porque no quiero ni tengo tiempo para relacionarme con gente como tú- junté ambas cejas- ¿lo entiendes?
-me llamo Justin- se presentó ignorando todo lo que había dicho y eso solo me hizo enfadar más.
-vete a la mierda- golpeé el techo de su auto y seguí caminando lo más rápido que pude hasta llegar a casa.

Abrí y cerré la puerta en silencio, sólo estaba encendida la luz del pasillo. No era una casa grande, tenía lo justo y lo necesario, el living y comedor estaban juntos, la cocina era americana, el baño estaba en el otro extremo de la casa y había un pasillo que daba a dos habitaciones, una de mi madre y la otra mía y de Katie.

Apagué la luz y entré a la habitación con cuidado, encendí la lámpara que estaba en el costado de la cama y mire a Katie que dormía profundamente. Dejé mis botas en el suelo y me quité toda la ropa que llevaba puesta, deslicé por mi cuerpo un suéter que sólo usaba para dormir y me acosté a su lado.
Era tan hermosa, agradecía que se pareciera a mi y no a ese asqueroso que ni siquiera conocía.

+

-vendré por ti al medio día- besé su frente- se una buena niña ¿si?- asintió- te quiero, Katie.

Me abrazó por un momento y luego se la entregué a la tía, quién estaba encargada de cuidar a los niños. Le tiré un beso mientras ella movía su manito, despidiéndose. Aguanté las ganas que tuve de llorar, era tan pequeña para traerla a estos lugares, nada me afirmaba que cuidaban bien de ella aquí.

+

-buenos días, ¿que desean servirse?- pregunté sonriendo
-¿tienes café con leche?
-sí- asentí
-entonces eso con un pastel de chocolate, por favor- sonrió
-claro, ¿y usted?
-lo mismo- me miró
-enseguida- dije retirándome- otro pedido Tom- le entregué la nota
-asintió leyendola- hoy a sido un buen día.
-si, con Jason hemos corrido toda la mañana.
-es verdad- llegó Jason a mi lado, pasando su brazo por mis hombros.

Lo miré sonriendo, era un chico guapo, alto, entre rubio y castaño, ojos claros, linda sonrisa, no entendía como seguía estando sólo.

-¿qué harás esta tarde?
-no lo se, ¿por qué?
-¿te gustaría ir al cine?- sus ojos se iluminaron
-Jason...- dije alejándome
-no es una cita y sólo será para divertirnos- sonrió- a tu madre no creo que le moleste.
-reí- vale, tú ganas pero Kim que no se entere o se molestará.
-hecho- asintió tomando las bandejas y llendose para servir.
-hola Juls- su voz me hizo saltar
-volteé encontrándome con Justin- ¿que quieres?
-a ti- sonrió
-estoy trabajando- murmuré- vete.
-bueno entonces dame algunas donas- dijo sentándose en el taburete.

Cuenta hasta cinco Julie, respira.

-¿cuántas?
-dos- contestó sin dejar de sonreír

Serví dos donas en un plato y se las entregué.

-gracias- probó una
-rodé los ojos- lo que sea.
-¿siempre haces eso?- preguntó sin dejar de mirarme
-¿el qué?
-poner los ojos en blanco- sonrió
-¿y tú dejas de sonreír en algún momento?- me apoyé en la mesa
-Julie, que hace esta bandeja aún aquí- habló Tomás desde la ventanilla.
-lo siento, pensé que Jason la había llevado- me disculpé tomándola- te lo advierto, dejame en paz- le dije cuando pasé por su lado, Justin sólo sonrió.

------------
Bueno, creo que este me salió más largo que los otros.
De todas formas los iré alargando de a poco, y ya saben si tienen amigas que lean, pasen la novela, por favor. Gracias besos.
Oh y en el comienzo les dejé una foto donde esta Jason. Para que lo vean.


MaybeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora