Siete: Cena

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Por fin habíamos llegado a Mónaco. Más de la mitad del viaje había estado hablando con Alex mientras Charles dormía. Con él hablé un poco, lo suficiente como para darme cuenta de que era buen tipo. La otra parte del viaje me la pasé mirando Twitter, la gente había empezado a hacer chistes con la visita de la rubia que aparentemente se llamaba Magui justo el día que yo elegí cantar una canción un poco polémica.

Gracias a dios no tenía problemas con las polémicas. No solía tomármelas enserio, simplemente me reía de los memes.

Una vez que llegamos a la casa, que se parecía más a una mansión, dejé mis cosas y esperamos a los otros que no tardaron en llegar mientras jugábamos con Leo. Pasaron primero Pierre y Carlos con sus respectivas novias. Todo bien hasta ahí, aunque enorme fue mi sorpresa al ver a Lando cruzar la puerta de entrada con la tal Magui del brazo.

Tiene que ser joda.

Miré a Alex de reojo, inmediatamente supe que ella no sabía que vendría tampoco. Los saludé fingiendo demencia a niveles exorbitantes y corrí prácticamente detrás de la morocha a la cocina con la excusa de ayudar a traer las cosas.

No tenía idea de que vendría. —susurró exaltada.— Perdón.

Me dio pena, realmente se sentía culpable.

No, tranquila, no me molest- —no pude terminar la frase, la puerta nos interrumpió.— Justo, justo pero justo, eh, lo que necesitaba. —sonreí sarcástica al verlo.

—Tú eres la que me sigue a todas partes. —contraatacó.— Me hablas por la radio...

Alex agarró un par de platos y los llevó al comedor dejándonos solos.

—Por dios, dijo el acosador. —le recordé el episodio de la noche anterior.— Veo que trajiste a tu nueva víctima. ¿Cuánto apostaste por ella?

—¿Eh? —frunció el ceño.— Estás loca, salgo con Magui hace meses.

Abrí los ojos exageradamente.

—Sí, cuando estabas conmigo también, ¿no? —incliné la cabeza a un lado, sonriente.— Imbécil.

—No somos algo serio.

—¿Entonces vino a la carrera a robar cámara y ya? ¿y la cena? —me crucé de brazos.— Si mal no recuerdo tu motivo de enojo conmigo fue que supuestamente accedí a ir a tu casa porque quería atención.

Se quedó pensando unos segundos.

—Estamos intentando que funcione.

—Eres pésimo abogado, Norris.

Amagué a irme pero su mano en mi cintura me detuvo.

—¿Qué? —cuestioné malhumorada ya.

—Estás celosa. —sonrió de lado atrayéndome a él.

—No, la verdad que no. —me mantuve seria, y de un manotazo me lo saqué de encima.— Y no me toques que para eso trajiste al maniquí ese.

Él se hizo el sorprendido.

—Eso no fue muy feminista sorora de tu parte.

—No pretendía serlo.

Me di la vuelta saliendo de la cocina con él detrás mío. Los ojos de todos se posaron sobre nosotros. Me frené en seco.

—¿Pasó algo? —pregunté riendo.

Todos negaron sin decir nada y volvieron a lo suyo. Lando fue a su lugar junto a Magui y yo me dirigí al mío entre Carlos y Alex. Me encargué de ir por detrás de la pareja tocándole el hombro a Lando con la mano al pasar. Me miró de reojo molesto.

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⏰ Última actualización: 6 days ago ⏰

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Hate. (Lando Norris)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora