La ciudad de Nueva York brillaba bajo la luz dorada del atardecer, una sinfonía de luces y sombras que danzaban entre los rascacielos. En uno de los áticos más lujosos de Manhattan, un joven de 25 años contemplaba la escena desde su ventana, un vaso de whisky en la mano. Alexander Bennett, heredero de una de las fortunas más grandes de la ciudad, tenía todo lo que un hombre podría desear: dinero, poder y una vida social envidiable. Sin embargo, a pesar de su estatus, había algo que le faltaba: la emoción de una verdadera conexión.
La idea de unirse a la sociedad secreta que había llegado a sus oídos era tentadora. En su círculo, todos hablaban de ello, pero pocos sabían los detalles. La premisa era simple: una competencia entre solteros adinerados, todos compitiendo por la atención de la ganadora del Miss Universo. El único problema era que las chicas no tenían idea de lo que realmente estaba en juego.
¿Qué tan difícil podría ser?, se preguntó Alex, un ligero brillo de desafío en sus ojos. Mientras sus amigos se reían y presumían de sus hazañas en fiestas y eventos, él anhelaba algo más. Anhelaba emoción, un reto que lo sacara de la monotonía de su vida dorada.
Decidido a participar, Alex asistió a su primera reunión de la sociedad. La opulenta mansión, con sus candelabros de cristal y paredes adornadas con obras de arte, estaba llena de hombres en trajes de diseñador, cada uno intentando proyectar una imagen de confianza y superioridad. Sin embargo, tras la fachada de elegancia, podía sentir la tensión en el aire. La competencia había comenzado.
Bienvenidos a la nueva era de la aristocracia, dijo un hombre de mediana edad, su voz resonando en la sala. Aquí, no solo buscamos una pareja, sino a la mujer que definirá nuestra generación. La ganadora del Miss Universo será el centro de este juego, y su elección determinará su futuro.
La mención del certamen atrajo la atención de todos, como si una corriente eléctrica hubiera atravesado la habitación. Alex sentía un cosquilleo de anticipación. Mientras la multitud murmuraba, él sabía que su búsqueda comenzaba en el momento en que se desvelaran las candidatas.
A medida que la noche avanzaba, Alex se dio cuenta de que había tomado la decisión correcta al unirse a la sociedad. Este sería su nuevo comienzo, un viaje que lo llevaría a descubrir no solo a la ganadora del Miss Universo, sino también a sí mismo.
Mientras sonaba Last Time of Geveon y las risas llenaban el aire, el juego de seducción comenzaba, y Alex estaba decidido a ganar.
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The New Society
RandomEn la vibrante y competitiva ciudad de Nueva York, un joven de 25 años, heredero de una de las familias más ricas de la ciudad, se adentra en un mundo oculto de lujo y ambición. En esta sociedad exclusiva de solteros adinerados, los miembros están e...