Capítulo 6

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Miró el email sin saber cómo reaccionar, ¿cómo se lo tomaría Euijoo también? Ahora que —el falso— Riku estaba con ellos, ¿era buena idea traer a un niño?

En estado de desesperación tras ver que su esposo estaba muy pegado a ese supuesto niño, Nicholas comenzó a ir a un orfanato nuevamente. Conoció a un pequeño niño japonés que le había robado el corazón de inmediato, luciendo tan tímido en un principio cuando los presentaron, pero hablando sin parar apenas agarró más confianza. Era una ternurita, de verdad. Incluso comenzó a realizar los trámites, yendo a sus visitas —que eran controladas por un experto— con el niño sin perderse ni un solo día, también realizó los trámites psicológicos. Y creyó que no le darían la tenencia porque Euijoo no había sido parte de ello, pero ahí estaba.

— Tenemos que hablar —le dijo a Euijoo cuando Riku estaba durmiendo su siesta.

— Si es sobre Riku otra vez...

Por supuesto que no iba a aceptar discutir ese tema nuevamente, Nicholas lo sabía. Pero debían hacerlo. Porque si ese niño de verdad era Riku y estaba con vida, entonces podrían ser acusados de secuestro.

— Sabes que debemos devolverlo al orfanato, Euijoo.

— ¿Y que sus padres lo dejen a su suerte otra vez? —le preguntó, sus orbes volviéndose llorosos—. Yixi, ¿qué si le pasa algo estando con ellos? Yo no podría perdonarmelo.

Nicholas sintió que el corazón le daba un vuelco, las lágrimas acumulándose en sus ojos también, pero por razones diferentes. Euijoo se imaginaba lo que podría pasarle a Riku estando con sus padres, Nicholas sabía lo que le había pasado estando con ellos. Iba a odiarle el día que entendiera que no le había mentido, cuando supiera que se lo había ocultado un mes completo, estaba muy seguro de ello.

— Adopté a un niño, su nombre es Yuma —soltó, volteandose para limpiar con las mangas de su camisa las lágrimas que se deslizaron fuera de sus ojos—. No podemos quedarnos con Riku, así que volverá al orfanato, lo quieras o no.

🌘

Haber llegado a ese lugar sin su compañero de vida fue muy doloroso para Nicholas, puesto que aquello era especial, algo con lo que ambos soñaban desde que dieron el “sí”. Sin embargo, la sonrisa enternecida apareció en sus labios gruesos al ver a ese pequeño vestido con una camisa de mangas cortas, un moño, pantalones cortos y unos tirados de pantalón. Se veía tan bonito que quiso comerle los cachetitos a besitos.

— Hey —llamó cuando estuvo detrás suyo.

Su sonrisa se ensanchó al verle el rostro cargado de emoción, no tardando en agacharse para atraparle entre sus brazos.

— ¡Si viniste! —dijo, aferrándose a su cuello con fuerza.

A Nicholas se le partió el corazón de solo pensar que ese niño había sido ilusionado por otras personas de que sería adoptado para al final terminar siendo todo lo contrario. Le acarició su cabellera, que se encontraba bien peinadita también, aferrandolo a su pecho también.

— Te dije que vendría, ¿no es así?

El niño se separó un poco, viéndole, como si estuviera asegurandose que no se trataba de un sueño. Nicholas solo pudo sonreírle, limpiando con suavidad las lagrimitas que se escapaban de sus bonitos ojos redondos.

— Bien, ¿te has despedido de todos ya? Debemos ir a casa, pasaremos por helado en el camino.

La sonrisa cargada de felicidad en sus labios le hicieron derretir, él se tiró a sus brazos una vez más y luego se volteó hacia el orfanato, donde estaban las adultas responsables de todo allí. Nicholas vió al niño de cabellos largos y negros que se encondía detrás de una de las mujeres, observando con timidez. Y comprendió que se trataba de un amiguito de su niño cuando éste se acercó corriendo, ambos fundiéndose en un brazo largo. Fue muy tierno de ver.

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⏰ Última actualización: Oct 29 ⏰

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MOONLIGHT. nichojooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora