«Cada parte de ella era una obra de arte, nunca había tenido la oportunidad de admirarla con tanto detalle»
Ella era verdaderamente hermosa
Sentado sobre el puente, contemplaba como las estrellas danzaban alrededor de la luna , adornando el cielo a...
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—Thea.— La recibí entre mis brazos mientras una sonrisa se dibujaba entre mis labios
—No te quedes ahí pasa— Exclamó jalando de mi mano hacia ella entrando a la casa
Nos dirigimos a la Sala me senté en unos de los sofás cómodos que hay. Mientras la mamá de Thea se fue a dirección de la cocina
—¡No quieres Galletas! —Cuestionó acercándose a mi con un platillo llena de galletas de chocolates, asentí y ella me sonrió
—Su casa siempre se ve hermosa—comente, admirando las macetas llenas de flores que adornaban el porche
—Gracias.—dicho esto deja un plato en la mesa que estaba al lado de mi para después irse a la cocina, mire a Thea venir a mi junto a su silla de ruedas apresurada con una guitarra en sus manos
—¿Y eso? - Señale.
—Me lo regalo mi abuela, lo tengo hace tiempo solo que nose como tocarlo ¿Sabes tocar guitarra? — cuestiono, asentí varias veces mordiendo la galletas cerrando los ojos de placer.
—Encerio
—Si —Afirme.
—¿Me enseñas? —Interrogo. Le enseñe mi dedo pulgar en forma de afirmación
—Vamos —Hizo una seña con una cabeza dirigiéndose al río
—Solo término estas deliciosas galletas y vamos
—Ok espero.
—Ya ahora si vamos. —mordi la última galleta llevandomela todo a la boca
—Mamá ya vengo — Grito para que su madre escuchará ella respondió con un "Cuidate".
Salimos de casa dirigiendonos a nuestro lugar secreto totalmente nadie lo sabía hasta yo pensé que era el único en ir a ese lugar pero no fui así porque alguien más ya lo sabia
Y esa era mi queridisima pecosa Thea.
—escucha Thea — me detuve y la mire. — Si te invitó a una fiesta irías
—Si.— Afirmo
—¿Y si te digo que es este viernes irias? — Cuestione alzando una ceja
—Que si iría — rodo los ojos con diversión
—Y si te... — no me dejó terminar
—Que si, todo si Kile — Dejó escapar una risa de sus labios, su risa era tan pegajosa que me uni a ella
Después de unos minutos habíamos llegado, nos acercamos a la orilla del río yo sentado en el suelo y ella en su silla de ruedas, me entregó la guitarra y tuve en mente en tocar la canción “Vamonos a marte. ”
—Thea solo escucha.
Desde el cielo todo es mas bonito Dejame llevarte a las estrellas otra vez Como la noche de ayer.
Vamonos a marte donde nadie vaya a buscarte Ni a ti, ni a mi Donde todo es más callado y solitario pa los dos Donde no hay nadie más que tu y yo.
Dejemos la tierra llena de gente tan mierda Que nos quiere aplastar.
Vamonos de viaje a las estrellas y a Marte A olvidar nuestros problemas tan punzante Contenplemos las constelaciones Y todas nuestras visiones que nos quitan el vacío Que sentimos en la tierra
Toma mi mano y vamonos de aquí Ponte tu suéter gris, y comenzemos a huir
Vamonos a marte donde nadie vaya a buscarte Ni a ti, ni ami Donde todo es más callado y solitario pa los dos Donde no hay nadie más que tu y yo.
Deje la guitarra a un lado desplegando una sonrisa de mi rostro mientras miraba a Thea que sus ojos brillaban y su rostro se iluminaba.
—Esa canción es...
—Hermosa
Las estrellas no paraban de Brillar bajo la noche oscura que nos acompaña a los dos.
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Después de despedirme de Thea una sensación de calidez me acompaño mientras me dirigía a mi casa. La noche se tornaba fresca, y el aire ya comenzaba a llevar consigo el aroma característico de diciembre , un mes que había asociado con momentos especiales. Mis pensamiento giraban en torno de pasar las festividades con ella , imaginando como sería compartir risas y crear recuerdos juntos.
Al llegar, eestacione el carro y baje con un ligero peso en el pecho . La casa me recibió en silencio un refugio familiar . Deje mis llaves sobre la mesa de la Sala el sonido metálico resonando en el espacio vacío, con pasos cansados subí a las escaleras sintiendo como el sueño comenzaba apoderarse de mi . Cada escalón parecía un pequeño desafío , pero la promesa de mi cama me impulsaba a continuar
Finalmente, alcance mi habitación . La luz tuene que entraña por la ventana apenas iluminaba el desorden de la noche. Sin pensarlo dos veces empeze a quitarme toda la ropa quedando solo en boxer igual lo hize con los zapatos, me deje caer a la cama sintiendo como el colchón abrazaba mi cuerpo . Me acomode en una posición cómoda y cubrirme con las sabanas .
Cerré los ojos dejando que el cansancio me arrullara . Mañana será otro día, otro día de pasar momentos con Thea.
