Capítulo uno.

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-Mar, ven por favor -me dijo mi hermano, mientras me perseguía por la casa.

-No, Jack -me encerré en mi habitación y empezó a tocar la puerta.

-Dale, Mar no te enojes.

Solté un suspiro y miré por la ventana un momento antes de abrirle la puerta.

-Papá está por llegar - susurró y me quedé quieta sin saber que decir, así que continuó- Es mejor que nos vayamos, si?

Iba a responder cuando escuchamos la puerta de abajo cerrarse y me asusté, Jack al notarlo me agarró la mano y miró rápido por la ventana.

-Es muy alto para saltar, así que lo voy a distraer y vos salís rápido por la puerta de atrás.

-Te veo en el mismo lugar de siempre - se fue y escuché que hablaba con papá. Me acerqué para ver si ya podía bajar y los vi en la sala, bajé la escalera lo más rápido que pude, pero también tratando de hacer el menor ruido posible y cuando vi la oportunidad, salí corriendo hacia la puerta y me fui de mi casa.

Con Jack siempre nos veíamos en un parque cerca de un jardín cerrado, nadie entraba o salía de ahí, al menos nunca vi a alguien dentro de ese lugar. Pero se decía que por ese jardín habían desaparecido un par de chicos hace unos años, nadie sabía realmente lo que había pasado, eran sólo rumores, pero la verdad siempre me pareció raro que esté cerrado un lugar que al menos desde lejos, parecía tan lindo.

Me quise acercar al jardín, cuando Jack llegó con la cara golpeada y me abrazó fuerte.

-Lo odio -dijo y le acaricié el pelo.

-Lo sé, yo también lo odio, pero no nos queda otra.

-Me hubiese gustado darte otra vida- sentí algo mojado en mi blusa y entonces noté que estaba llorando.

-Yo soy feliz, soy feliz con vos -me dolía verlo así, no era su culpa que papá sea tan malo.

-Pero podrías ser más feliz.

-No digas eso, no es culpa tuya, solo tenemos que escapar de él, ser libres.

-Seremos libres, te lo prometo.

Luego de esa conversación, nos sentamos en el césped y hablamos de otra cosa hasta que se hizo tarde y tuvo que irse a su casa, ya que él vivía con su novia.

Me levanté y me limpié la ropa. Quería ir al jardín ese, así que me acerqué y vi un cartel que decía "Prohibido el paso", pero lo raro es que escuché un ruido de ahí adentro, intenté pasar por abajo del alambre, pero se escuchó un ruido más fuerte, como si fuera un rugido y retrocedí por el susto. Si no había nadie ahí, cómo era posible de que se escuchen esos ruidos.
Los ruidos cada vez se hacían más fuertes, me parecía rara la situación. Traté de no darle mucha importancia, pero mentiría si dijera que no tenía curiosidad por saber qué eran esos ruidos.
Decidí ir al día siguiente, miré por última vez el jardín y me fui para mi casa.

-¿Dónde estabas?- observé a mi padre que estaba acostado en el sofá con unas botellas de alcohol a su lado y algunas tiradas en el piso.

-Estaba con Jack. -respondí y traté de no mirarlo.

-La próxima vez, podrías avisarme.- se levantó y se acercó a mi.

Estaba asustada, muy asustada.

Al verlo ponerse detrás de mi, empecé a recordar momentos en los que había estado en esa situación y me estremecí del miedo.

-Tranquila mi amor -me dejó un beso en el cuello y la piel se me erizó, me alejé de él y me agarró fuerte del brazo.

-Suéltame, me estás lastimando.- forcejeé para que me suelte y al ver sus ojos, supe que de verdad tenía que irme.

El jardín del amor, donde se halla el terror Donde viven las historias. Descúbrelo ahora