Kim Yongsun es animadora de eventos infantiles, su vida sería una película de terror. Nunca ha mantenido una relación amorosa, y todo se debe por una maldición que ha pasado de generacion en generación.
Kim Seokjin es un exitoso fotógrafo, su aspect...
Yongsun se acercó poco a poco al chico, que tenia la vista perdida en la nada.
—Dongmyeong, eres tú
Sun dijo en un tono de voz suave, para no asustarlo.
—Porqué nadie se detiene—Dongmyeong la miró, sus ojos se llanto de lágrimas—Quiero ir con mamá y papá... tal vez Dongju esta asustado
Empezó a caminar de aquí para haya.
—Tranquilo, nosotros vamos a ayudarte—Yonghoon se colocó al lado de Sun—Ese es nuestro auto, si vienes con nosotros te llevaremos con tus padres
—Ese es el auto de Kanghyun
Respondió el chico, mientras se limpiaba la nariz con la manga de su sudadera.
—Conoces a Kanghyun
—Si, no puedo decir que es mi mejor amigo solo un conocido, de otro conocido
—Yo soy amigo de él, me llamo Kim Yonghoon y ella es mi hermana Kim Yongsun
—Kanghyun siempre hablaba sobre un amigo que podía ver fantasmas, nunca le creí pensé que era una broma... pero ese eres tú—su mirada se distorsiono por unos segundos—Yo no soy un fantasma, verdad... simplemente estoy durmiendo en algún lugar; he escuchado que en ocasiones la alma se despega del cuerpo
—Dongmyeong, escucha si
Yonghoon se quedó inmóvil, para no asustarlo más de lo que ya estaba.
—No, me puede pasar esto aun soy joven—trato de tomar las manos de Sun, pero fue imposible—Porque no puedo tocarte, que me pasa...
Dongmyeong comenzó a llorar, sin parar.
—Te lo vamos a explicar—Yonghoon se acercó a él—Necesitamos que te tranquilices
—Mamá debe de estar triste, y papá—se dejo caer sobre sus rodillas, al mirar sus manos—Donju esta bien?
—Te vamos a llevar a nuestra casa, y te diremos todo; pero necesitas estar tranquilo para contarte que pasó; y como ayudarte
La pequeña Chaein apareció detrás de ellos.
—No llores
Chaein lo abrazo, Dongmyeong comenzó a relajarse poco a poco; ese abrazo.
—Muy bien Chaein
Sun le dio un pulgar arriba, en ocasiones se frustraban no podían tocar a todos los espíritus; si tan solo les pudieran dar un abrazo.
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Después de dejar el auto en el hospital, tomaron un taxi.
—Llegamos—grito Yonghoon, dejando a un lado sus zapatos—Y trajimos a alguien especial
