CAPITULO 4

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Mi celular empieza a vibrar dentro de mi bolso así que lo sao y veo que es un audio de Alijia, mi mejor amiga. Como esto ya es cosa de hombres decido que puedo desviarme un poco para escuchar lo que me tiene que decir así que me alejo para poder escucharlo. 

¿Cómo te fue?, si te fue mal siempre puedes venir a mi casa y hacer pijamada o podemos ir a tomar un café.  Me avisas...


Le respondo con un simple stiker de carita triste y regreso con mi tío. El le da una tarjeta de presentación al chico. — Esta es mi tarjeta, llámeme cuando sepa cuánto costará reparar los daños. Yo me haré cargo.— Le dijo. El chico la tomó y asintió.

—Gracias señor.— El rubio vuelve a estrechar su mano con mi tío para después subirse a su auto.

—No pasa nada. Maneje con cuidado— El chico se va y yo me quedo parada sin saber que decir o hacer. Me da pena que mi tío haya pagado o bueno, se ofreció a cubrir los gastos. 

—No me lo puedo creer, ¿Usted es Dylan Langford? Yo lo admiro demasiado— Mi tío asintió, le agradeció y se disculpó con él cuándo dijo que se hacia tarde y tenia que irse. Cuando me hizo subir al mío me sonrió y eso me quito gran peso de encima. Por unos minutos pensé que estaría algo molesto conmigo pero parece ser que no.

—Iremos a mi casa y platicaremos, ¿Bien?— Asentí. Durante el camino no pude evitar pensar en algunas posibles preguntas que me haría, yo iba por delante y él detrás mío y así hasta llegar a su casa. 

Yo sé que falta mucho contexto para ustedes puedan entenderme pero créanme, poco a poco saldrán las cosas que necesitan saber. Por ahora nos enfocamos en que siento un terror por perder a mi padre así como estoy perdiendo a mi persona favorita en este mundo. 

Llegamos a su casa y se sigue sintiendo tan acogedora como la última vez que estuve aquí. Mi tío me invita a sentarme en el sofá y lo hago. Redecoró hace un par de meses atrás cuando mi tía Juliet se mudó con él. Ninguno de los dos habla, él se me queda viendo fijamente y yo me dedico a admirar cada rincón que me es visible desde donde estoy. Puedo ver sus plantas a cada costado del mueble principal que está justo debajo del televisor grande, el mismo que tiene un sonido de música increíble, recuerdo bellos momentos con el desde que estaba en la pre adolescencia. Puedo notar que ese no lo ha cambiado.

—Lian... es hora que hablemos. Cuéntame que pasó, ¿Por que ese chico dijo que venias algo alterada? ¿Te hicieron algo?— Pregunta preocupado. 

—Realmente no... sólo que no supe como manejar la situación. Papá nos presentó a su novia Amelie, yo sé que es joven y claramente tiene el derecho a tener una mujer a su lado, no estoy en contra de eso, para nada. — Suelto un pequeño suspiro y luego me posiciono mejor para quedar frente a frente.

— Bien entonces, ¿Cuál es el problema que no supiste manejar?— Tiene su ceño un poco fruncido como si estuviera tratando de averiguar algo y también tiene sus piernas cruzadas en forma de cruz, la manera que tienen los hombres de cruzarse de pierna a medias.

—Supongo que solo tengo miedo a perderlo también...no lo sé— Solté un suspiro de nuevo. Sus ojos reflejan algo de preocupación y angustia.

— Logan no dejara de amarte, Lian. Es tu padre. Lo que siente por ella es un amor diferente al que siente por ti y tu hermano. No tienes por que compararte. Yo sé que tienes miedo a perderlo como perdiste a tu madre pero...

—El problema no es que la perdí a ella. Ni siquiera la conocí. Me refiero a que perdí a alguien más cuando una mujer entró a su vida y todavía me duele.—Lo interrumpí. Él se relaja un poco cuando nota que estoy apunto de soltarme a llorar. 

—¿A quién perdiste?—Pregunta esperando una respuesta realmente. 

—A ti.— Le confirmo. Él inclina su cabeza a la derecha levemente.

—Tú nunca vas a perderme Lian, Te quiero como si fueses mi hija y no dejaré de hacerlo jamás.— Se acercó más a mi y me abrazo. Yo no correspondí al instante, sigo impactada. Si que lo perdí cuando conoció a Julie pero es algo que él nunca aceptará. A veces pienso que me hubiera gustado que él fuese mi padre. 

—Jamás vuelvas a decir eso, Li. Siempre estaré para ti porque los conocí desde que estaban en el vientre de tu madre. — Por fin le correspondo el abrazo. Huele a una mezcla de perfume masculino y una ligera nota de alcohol.

El timbre de la casa de Dylan suena y sé perfectamente quién es. Dylan me mira y yo a él. Siento que puede leerme la mente. Me siento traicionada en este momento, Pedí que no le dijera nada y aún así se lo dijo. —Es tu padre Li, él te ama y se preocupa por ti. — Dice en tono cabizbajo pero como todo es solo silencio dentro de la casa, se escucha perfectamente.

Volteo para el otro lado evitando su mirada. Al abrir la puerta escucho unos pasos acercarse rápidamente a mi y una mano sujeta mi brazo derecho. —Mierda Lian, ¿Dónde estabas?. Me tenias muy preocupado.— Mi padre  se cubre la cara con las manos indicándome que quizá está pasando por un momento de frustración. 

—Lo siento padre. Fui algo inmadura. 

—No te preocupes por eso, lo importante es que estás bien y sana. Me muero si algo llega  a pasarte. — Mi padre me abrazó apoyando mi cabeza en mi hombro, yo lo abracé también y ahora más que nunca tengo miedo de que esto se acabe. No quiero que Amelie me quite el amor de mi padre. No quiero. 



AMOR Y PAPELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora