Entre Sombras y Secretos

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El tiempo pasó y la tensión entre ellos creció. Taehyung se encontraba atrapado en un torbellino de emociones. Por un lado, detestaba la forma en que Sung podía moverse por la vida con tanta ligereza, mientras él enfrentaba cada día como una batalla. Por otro lado, había algo en la vulnerabilidad de Sung que lo atraía irresistiblemente.

Una noche, asistieron a un evento donde se esperaba que Sung tuviera una reunión con otros líderes mafiosos. La atmósfera era densa, y Taehyung se mantuvo vigilante, preparado para cualquier eventualidad. Pero a medida que las horas pasaban, comenzó a notar la tensión entre Sung y un rival, Jae-Hwa, que había llegado con una actitud desafiante.

"¿Sung? ¿Sigues jugando a ser el jefe?" Jae-Hwa dijo, con una sonrisa burlona que desbordaba arrogancia.

"Esto no es un juego, Jae-Hwa. Deja de provocarme", respondió Sung, pero su voz temblaba.

"Te advertí, no te acerques demasiado a tu guardaespaldas. No querrás que le pase algo malo", agregó Jae-Hwa, sus ojos brillando con malicia.

La amenaza estaba clara. Taehyung sintió cómo la rabia burbujeaba dentro de él. "No tienes por qué hablar de esa manera", replicó, sintiendo que la adrenalina comenzaba a fluir.

"¿Y tú qué? Solo eres un guardaespaldas. No te metas en esto", Jae-Hwa dijo, sus ojos desafiantes. Taehyung podía sentir cómo la situación se intensificaba y la atmósfera se tornaba peligrosa.

Sung dio un paso adelante. "No permitiré que amenaces a nadie más, especialmente a él", dijo con determinación, su voz firme.

En ese instante, Jae-Hwa lanzó un ataque. Taehyung, entrenado para reaccionar, se interpuso entre Sung y el golpe. La pelea estalló en un instante, y Taehyung, con movimientos rápidos y precisos, desarmó a Jae-Hwa antes de que pudiera causar daño. La pelea fue breve pero feroz.

Sung observaba con una mezcla de admiración y preocupación mientras Taehyung dominaba la pelea. La adrenalina corría por sus venas, y aunque había un odio latente hacia su jefe, su instinto protector brillaba más fuerte. Después de unos momentos, la pelea terminó, y Taehyung se quedó de pie, respirando con dificultad mientras miraba a Jae-Hwa en el suelo.

"Esto no se ha acabado, Sung. No olvides a quién te enfrentas", advirtió Jae-Hwa, recogiendo su orgullo herido y alejándose, dejando tras de sí una atmósfera de tensión palpable.

Sung se acercó a Taehyung, su rostro una mezcla de gratitud y preocupación. "No debiste poner tu vida en riesgo por mí. Esto es más complicado de lo que crees", dijo, su voz tensa.

"Me importa lo que te pase", respondió Taehyung, sintiendo que la rabia que había acumulado se desvanecía, dejando solo una profunda conexión entre ellos. "No puedo permitir que alguien te haga daño."

Sung se quedó en silencio, sus ojos encontrando los de Taehyung en un momento que parecía eterno. "Siempre he tenido que llevar este peso. La gente solo me ve como un líder, pero nadie comprende lo solitario que es estar en la cima. Y ahora, aquí estás tú, haciendo que todo sea más complicado", confesó, su voz temblando.

"Complicado es un eufemismo. No quiero involucrarme en tu mundo, Sung. Todo esto es un desastre", dijo Taehyung, sintiendo la frustración acumulándose nuevamente. "Te odio por ponerme en esta situación. Solo soy un guardaespaldas."

"Pero yo no te veo solo como un guardaespaldas, Taehyung. Quiero que veas que hay algo más entre nosotros", Sung dijo, su voz cargada de emociones. "No quiero perderte."

"¿Y qué hay de nosotros? ¿Qué hacemos con eso?" preguntó Taehyung, sintiendo su corazón acelerarse a medida que las palabras salían de su boca. "Tú eres un mafioso, y yo solo soy un chico que no tiene lugar en tu mundo."

"No eres solo un chico. Eres mi guardaespaldas, y, si lo permites, quiero que seas más que eso. Quiero que estemos juntos, fuera de todo este caos", Sung insistió, su mirada suplicante. "No estoy pidiendo que ignores el peligro, solo que me des una oportunidad."

A pesar de todo, Taehyung sintió un impulso en su interior. La atracción que había intentado reprimir comenzó a salir a la superficie, mezclada con el odio que sentía por la vida que Sung llevaba. "No puedo hacer esto, Sung. Odio lo que eres y lo que haces. Pero no puedo evitar sentirme atraído por ti", confesó, su voz temblando.

Sung se acercó un poco más, su mirada fija en Taehyung. "Tal vez deberíamos permitirnos explorar eso. A veces, el odio puede transformarse en algo más", dijo, su voz suave como un susurro.

Taehyung sintió que el corazón le palpitaba con fuerza. "Esto es peligroso, Sung. No solo para ti, sino para mí. No puedo ser parte de tu mundo", repitió, sintiendo que cada palabra era una batalla entre su corazón y su mente.

"Pero, ¿y si te prometo que haré lo que sea necesario para protegerte también? Eres tan importante para mí, Taehyung. No quiero perderte en esta guerra", dijo Sung, su voz casi suplicante.

"Tus promesas son solo palabras vacías, Sung. ¿Cómo puedo confiar en ti cuando el peligro siempre está al acecho?" replicó, sintiendo que sus emociones se desbordaban.

"Porque quiero demostrarte que puedo ser más que un mafioso. Quiero ser el hombre que esté a tu lado, no solo el jefe que odias. Dame una oportunidad", dijo Sung, acercándose aún más, su mirada intensa.

Deseos ProhibidosWhere stories live. Discover now