Deseos Prohibidos

La Tormenta se Acerca

Los días se convirtieron en semanas, y a medida que la relación entre Taehyung y Sung se fortalecía, también lo hacía el peligro que los rodeaba. Las amenazas de Jae-Hwa y su familia se hicieron más evidentes.

Una tarde, mientras Taehyung y Sung estaban en una cena tranquila, Sung recibió una llamada inesperada. Su rostro se tornó serio mientras escuchaba. "No, no puedes hacer esto", dijo, su voz tensa.

"¿Qué sucede?" preguntó Taehyung, sintiendo que la tensión llenaba la habitación.

"Es Jae-Hwa. Está buscando más aliados. Quiere hacer un movimiento contra mí", respondió Sung, su mirada sombría.

"Debemos irnos. No quiero que te arriesgues", Taehyung insistió, sintiendo que el miedo se apoderaba de él.

"No puedo huir. No dejaré que me intimiden", Sung respondió, su voz firme.

"¡Pero esto es peligroso! ¿Y si algo te pasa?" Taehyung gritó, sintiendo que la desesperación lo consumía.

"Si me pasa algo, quiero que estés a salvo. Debes prometerme que no te involucrarás en esto", Sung dijo, su mirada intensa.

"No puedo prometer eso. Te amo, y no puedo dejarte solo en esto", Taehyung respondió, sintiendo que su corazón se desgarraba.

Sung se acercó, tomando la mano de Taehyung. "Entonces, peleemos juntos. No te alejes de mí. Esto es más grande que nosotros, pero nuestro amor puede ser nuestra fuerza", insistió.

Y en ese momento, Taehyung sintió que todo su odio y temor se transformaban en determinación. "Está bien. Lo haremos juntos. Pero necesito que me prometas que serás cuidadoso", dijo, sintiendo que su amor por Sung superaba cualquier temor.

"Prometido. Ahora, prepárate. Vamos a enfrentar esto juntos", Sung respondió, su voz llena de confianza.

El día que Sung y Taehyung decidieron enfrentar a Jae-Hwa, el aire estaba cargado de tensión. Taehyung sabía que cada paso que daban era una jugada peligrosa, pero no podía dejar a Sung solo. El amor que sentía por él superaba su miedo.

Llegaron a un viejo almacén donde se habían pactado los encuentros. La atmósfera era pesada, y la oscuridad parecía engullirlos a medida que se acercaban a la entrada.

"¿Estás listo?" Sung preguntó, su voz baja pero firme.

"Listo o no, aquí estamos", respondió Taehyung, sintiendo que el corazón le latía con fuerza.

Al entrar, vieron a Jae-Hwa esperando, acompañado de sus hombres. La tensión en el aire era palpable. "¿Decidieron venir a rendirse? O mejor aún, a pelear", dijo Jae-Hwa, una sonrisa burlona en su rostro.

"No venimos a rendirnos, Jae-Hwa. Venimos a hacer las cosas bien", Sung respondió, su voz cargada de determinación.

"¿Y tú crees que puedes derrotarme? Eres un tonto por pensar que puedes ganarme", Jae-Hwa se rió, pero Taehyung sintió que la atmósfera estaba a punto de estallar.

Jae-Hwa observó a Sung y Taehyung, evaluando cada palabra y movimiento. Su sonrisa burlona se desvaneció poco a poco, y en su lugar, apareció una expresión de frialdad calculadora.

"¿Así que estás dispuesto a perderlo todo por este hombre?" preguntó, señalando a Taehyung con una mirada llena de desprecio. "¿Cuánto vale realmente para ti, Sung?"

Sung se mantuvo firme, su mirada fija en Jae-Hwa. "Vale más de lo que tú jamás entenderías. No soy un hombre que se rinde fácilmente. Y si tengo que luchar por lo que me importa, lo haré hasta el final."

Taehyung sintió cómo esas palabras tocaban algo profundo dentro de él. Nunca había escuchado a Sung hablar con tanto sentimiento y determinación. Por un momento, el miedo que sentía se disipó, reemplazado por una chispa de esperanza y lealtad hacia ese hombre que se atrevía a desafiar al destino mismo por él.