No podía evitar sentirse nerviosa. Es decir, estar a punto de conocer a uno de tus autores favoritos no era algo que sucediera todos los días, y más aún cuando el velo de misterio que siempre había rodeado a la figura de Ace solo hacía que aumentará su curiosidad.
Hasta Evie se había dado cuenta de su nerviosismo, aunque estaba segura de que, para los clientes de la cafetería, todo concurría con total normalidad. Quizás era porque la había descubierto suspirando cada vez que terminaba de atender a todos los clientes de la fila, o porque había pasado prácticamente toda la mañana viendo el reloj de pared que estaba en la cafetería, pero cuando Evie se daba cuenta de su estado cada vez le lanzaba una sonrisa sospechosa que solo la hacía sentir culpable por el estado emocional en el que se encontraba.
Al parecer, Evie había empezado a adoptar algunas costumbres de su novia.
Había intentado prepararse mentalmente para el evento de esa noche. La verdad, según el itinerario que estaba escrito en la parte posterior de la invitación, el evento tendría una duración bastante corta y era muy probable que apenas pudiese intercambiar algunas pocas palabras con Ace mientras su libro era firmado. Eso sí, estaba preparada para grabar en su memoria cada minúscula internación que tuviese en ese momento.
En vista de que no podía llevar ninguna cámara para plasmar el momento en una fotografía por normativas del evento, solo le quedaba apelar a su memoria para poder capturar dentro de su cabeza ese fugaz instante.
Aún cuando se encontraba de camino al lugar del evento, intentando ocupar el menor espacio posible en ese vagón a reventar del metro, no podía evitar que su mente se adelantará a los hechos ¿Y si tartamudeaba al entregar el libró? ¿Estaba preparada realmente para ver a Ace? ¿Seguiría igual de nerviosa si Ace era un abuelito de ochenta años?
Al fin y al cabo, Ace podría ser cualquier persona. Incluso un grupo de personas.
De la única cosa que estaba segura era de que, al menos, para ella ese misterio se acabaría esa noche.
Luego de salir del vagón prácticamente empujada por el resto de las personas que también bajaban en esa estación, le dió un vistazo rápido a la aplicación del mapa en su celular y emprendió marcha en dirección hacia donde sería la firma de libros.
Para esa época del año, el frío ya se había instalado como norma, sobre todo en las noches. Eso hizo que tuviese que seleccionar un largo abrigo cafe de su closet, junto a unas botas bastantes cómodas y cálidas que le ayudarían a no sucumbir ante el frío que se sentía en esos momentos. A pesar de lo poco amable del clima, las calles se encontraban bastantes llenas de transeúntes que se asomaban oir las vitrinas de las tiendas buscando algún regalo para navidad, que prácticamente estaba a la vuelta de la esquina.
Incluso le resultaba tentador curiosear un poco en las tiendas de alrededor, pero, si quería llegar a tiempo a la firma de libros tendría que apresurarse.
El lugar en el que se haría el evento era prácticamente una joya arquitectónica de la cuidad. Un recinto que prácticamente parecía un palacio, con más de un siglo de antigüedad, que había sido construido a petición de una familia proveniente de la India y que luego había sido puesto en disposición como museo por la generación más reciente de esa misma familia para promover el acercamiento a la cultura de su país. Ese lugar había sido uno de los primeros puntos turísticos que Chloe había visitado y sin duda alguna, no podía negar que el sitio era una maravilla de la arquitectura, con sus amplios jardines y sus puertas abovedadas.
También, habían habilitado algunas salas que solían alquilar para eventos exclusivos, como al que se dirigía.
Al divisar la entrada del lugar, se acercó rápidamente a uno de los guardias que estaba en la entrada. Luego de mostrarle su invitación, el guardia muy amablemente la dejo pasar al recinto, haciéndole señas a otro miembro del staff para que la acompañe al interior del lugar, hasta otra de las salas donde tuvo que mostrar nuevamente la invitación que le había entregado Mal para validarla por última vez, firmar el formulario de confidencialidad y pasar por una pequeña revisión solo para verificar que no traiga consigo alguno de los elementos prohibidos.
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Encontré el amor de mi vida en una cafetería | Glassheart
Fanfic¿Qué hacer cuando la inspiración te abandona? Esa misma pregunta se hacía Red, una escritora que súbitamente se había quedado sin la misma cuando más la necesitaba, resignada a su suerte decidio dar un paseo sin pensar que encontraría a la musa que...