Sergio Pérez odia el nepotismo en cada
aspecto, sin embargo, no le molestaría
darle unos cuantos millones al bebé de
ojos bonitos de la familia Schumacher.
Max Schumacher se enfoca únicamente
en el inicio de la temporada, lo cuál cada
vez se vuelve...
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Cuándo se reunieron en la mañana en recepción para almorzar, Alex se tuvo que apartar un momento para tomar una llamada del jefe de su jefe, lo cuál fué algo raro. Al regresar, les informó que tenía una reunión en la empresa, Max y Charles jadearon con disgusto. Tanto que habían planeado la semana vacacional lejos de sus trabajos para que el hombre cambiará esos planes al último momento. Era muy ofensivo.
« DESPUÉS DE LA REUNIÓN »
Al salir del edificio no sabían cómo se debía reaccionar. Alexandra ascendió en su trabajo, incluso ellos tenían una propuesta de modelaje, lo cuál dejó al monegasco enamorado. La mexicana, quién no les había contado nada, fué la primera en hablar: ir hasta el hotel para pensar mejor. Gabriel los llevó y regresó con confusión, aunque Max le dijo que más tarde le contaría bien, el mayor no estaba para nada satisfecho.
─ El señor Stroll no dijo nada malo, lo juro. ─ trató de explicarles Alexandra.
─ Los insultos de Kelly llegaron hasta dónde estábamos, ¿Estás segura? ─ el monegasco recalcó cruzado de brazos.
─ Esa mujer exagera todo siempre, sin ofenderte Emilian. ─ el mencionado le gruñó rodando los ojos; no importaba.
─ Sé que tan exagerada puede ser esa mujer. Además, es una Piquet. ─ Max se quejó mirando por la ventana, Alex y Charles voltearon a verlo con rostro de "¿en serio?", el rubio elevó ambos hombros: ─ Es la verdad y lo saben. ─
Ninguno respondio. A mitad del viaje decidieron retomar sus planes para el día, no dejarían que ese incidente les arruinara la emoción. Gabriel los guío hasta un tianguis cerca del centro, en el cuál se notaban más puestos. Max y Charles veían todo con ojos brillantes, Alexandra y Gabriel simplemente los veían a su costado sonrientes, ellos ya conocían el lugar de pies a cabeza, así podrían disfrutarlo con tranquilidad.
Cuándo el sol se estaba ocultando, los tres jóvenes ya estaban de vuelta para dejar las compras, ya que en la noche irían por primera vez a un antro, tal cómo siempre quisieron. Charles fué el de la idea luego de escuchar a uno de sus amigos decir lo bien que se la había pasado allí. Querían probarlo.
Al llegar las ocho finalmente bajaron, varios hombres los esperaban cómo seguridad, buscaron a Gabriel hasta su habitación para cuestionarle eso.
─ Su padre llamó, tuve que decirles de la salida. ─ en silencio pidió perdón.
─ Es trabajo, no te preocupes. No hay que hacer. ─ bufaron mientras salían.
Todas las miradas cayeron en ellos en la entrada del antro, normal cuándo 2 camionetas aparcan frente allí, Max y Charles dejaron a la latina en el medio de ambos queriendo darle protección, cosa que agradeció. Adentro la música resonaba en alto, la mezcla de alcohol y humo de cigarrillo hacía una mezcla exquisita, todo lo malo fué olvidado.
