STARS TEARS [Spreenter]

C6

Durante algunos instantes todo a su alrededor pareció detenerse, los sonidos y los olores se desvanecieron, incluso la conocida precaución de alerta parecía haber sido empujada al fondo de su mente, no podía apartar la mirada de la antorcha que colgaba de la pared, el fuego danzando continuamente y las chispas que saltaban hasta desvanecerse al tocar el suelo, casi parecía una burda burla ante su deficiencia.

Se obligo a si mismo a respirar, un trabajo que resulto más laborioso de lo que debería ser, parpadeo lentamente sintiendo como un nudo crecía cada vez más en su estómago amenazando con engullir todo desde dentro, ignoro el sentimiento intentando despejarse de los engaños de su propia mente, sin embargo, sin importar cuantas veces abriera y cerrara los ojos su incapacidad de reconocer las tonalidades de rojo seguía allí.

Involuntariamente dejo escapar una risa más parecida a un ladrido, era consciente de la cascada de cristales que abandonaban sus ojos debido a la sinfonía que estos producían al impactar contra el suelo, pequeñas gotas calientes impactaron contra sus manos, sangre que fluía debido a su carne abierta, una sonrisa desesperada se dibujo en sus labios al comprender lo que estaba sucediendo.

La incredulidad fue reemplazada por ira, la frustración y el resentimiento bullendo a fuego lento bajo su piel, apretó los dientes y se levantó de un salto, la parte consciente de su cerebro parecía haber quedado relegada durante efímeros segundos, su cuerpo fue envuelto en la conocida adrenalina que se desataba en su lucha por la supervivencia.

Algo frenético y voraz, un instinto puramente animal exploto como una llamarada en medio de su irracionalidad, con cuanta agilidad poseía recorrido el bunker en cuestión de segundos encargándose de destruir cuanta fuente de luz encontrara a su paso, antorchas, farolillos e incluso glowstone, no despertó de su trance hasta que la oscuridad lo envolvió y su defecto resultara indetectable mirara donde mirara.

Con la respiración pesada y dejando una morbosa melodía a sus espaldas se dirigió sin ningún tipo de cuidado hasta encontrar su cama, sus sentidos percibieron de manera instintiva la presencia de enemigos, desenvaino su espada y se encargo de cualquier posible enemigo sin siquiera pestañear.

Sin ceremonias se dejo caer en cuanto encontró la cama, aun podía sentir las manchas húmedas de sangre en la almohada, pero apenas le tomo importancia, se sentía absolutamente exhausto, la repentina explosión de adrenalina cobrando factura, apoyo los codos en las rodillas y cubrió sus ojos con las manos.

Su mente era un remolino de pensamientos que no hacían mas que incrementar, sus pensamientos no se quedaban demasiado tiempo en uno solo antes de saltar al siguiente, en un viejo habito mordió su labio con fuerza, podía intuir lo que estaba sucediendo, mas complicaciones de aquella ridícula maldición de la que había sido víctima.

Salió de su trance cuando sintió como los cristales afilados presionaban contra sus palmas, dejo escapar un quejido mientras retiraba las manos, agradeció que la poción le permitiera no sentir dolor, de lo contrario no estaba seguro de si su autocontrol le hubiera permitido evitar mutilar sus ojos u otros anexos si eso amainaba el dolor.

Su oído se aguzo al oír un pequeño chasquido, tras unos segundos de incredulidad comprendió de que se trataba, decidió que podía posponer sus pensamientos por algunas horas más, si una distracción excelente se situaba frente a sus ojos no iba a decir que no.

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La forma en la que Farfadox comprendió la aparente concentración de enemigos en base, fue de manera accidental, no habría prestado mayor atención de no ser por el ligero chasquido de lo que creyó eran bloques siendo picados,

Buscando el origen de aquello, descubrió que el pasillo que conectaba su base con la del par caótico se encontraba inusualmente oscura, por lo que sabía Spreen no se encontraba en el mundo y Conter debería estar descansando como consecuencia del somnífero en la poción.

Atravesó el túnel sin demasiada preocupación, sin embargo, a medida que ingresaba en la base del par, la ruidosa cantidad de quejidos, arcos tensándose, el crujir de huesos e incluso fuego que delataba una cantidad ridícula de enemigos, consiguió que su preocupación se disparara.

No se preocupo por la oscuridad a su alrededor, los enemigos no repararon en su presencia, no le resulto difícil comprender el porqué, se abrió paso entre la maraña de cuerpos e incluso encontró algunos blaze fantasmales, el pensamiento sobre la infernal pelea siendo teletransportado de un lugar a otro como un simple juguete no pasó desapercibido.

—¿Conter que mierda hacés? —Gritó atravesando el cuerpo de un esqueleto, tirando sus restos a un lado sin miramientos.

—¿Tu que haces aquí? —Gruño el albino en respuesta, el farfano bufo, su suerte lo adoraba si tenia que lidiar con el contrario estando molesto.

—Porque arriba no aparece nada y los tenés todos vos hijo de puta.

No escucho una respuesta más allá de una queja, se apresuro en continuar con su labor de limpieza y cuando todo se encontró despejado se acercó al albino.

—Amigo, estas en la mierda me parece— Murmuro en cuanto observo el pálido rostro teñido en escarlata debido al rio de sangre que fluía de sus ojos sin parar.

Lo había visto en batalla antes, había luchado y sangrado a su lado, recompuso sus huesos rotos y se encargo de que recuperara cada pedazo de carne perdida, sin embargo, verlo allí destrozado por algo que no podían enfrentar había conseguido dejar un mal sabor de boca.

—¿En serio? —Ironizo— No me había dado cuenta, de verdad.

—Pará, ¿Por qué estas tan enojado? No te las pagues conmigo boludo— Podía imaginarse la respuesta mordaz a su pregunta, pero contrario a lo que creía solo obtuvo silencio.

Conter no deseaba revelar la razón de su arrebato, no comprendía porque la simple idea de confesar su incapacidad lo llenaba de vergüenza, una humillación que no deseaba compartir con nadie, no quería más lastima a su alrededor.

—Eón me dio una pocion— Comenzó, a sabiendas de que no podría ocultarlo por siempre, pero podía tomarse su tiempo— Para quitarme el dolor.

—Ajá ¿Y?

—Funciono, no siento nada y todo se ve como siempre— Se mordió el labio, sintiendo como toda la frustración y vergüenza volvían a la superficie.

—Dale boludo, decí que tenés.

—No se de que hablas— Intento en vano defenderse, en cuanto noto el rostro escéptico del contrario comprendió su error, aquel viejo habito de morder el labio cuando se sentía desbordado— Bien, pero ayudame a iluminar primero.

A pesar de que el albino propuso la tarea, no se sentía preparado para enfrentarse a su nueva realidad, frunció el ceño, se recordó a si mismo que el no funcionaba así, no pensaba así, jamás en todos sus años desde que decidió entrar en la vorágine de violencia, orgullo y honor había actuado como alguien indefenso, no lo era, pero la contrariedad de sus actos no mentía, por primera vez en mucho tiempo se sentía vulnerale, y aquello no le sentaba bien.

En un acto mecánico reacomodo la antorcha en su sitio y la observo directamente, el defecto aún seguía ahí, no había un solo rastro de rojo, todo lucia en una escala de tonos azules y verdosos, e incluso noto zonas en las que no había más que una escala de grises.

Dejo escapar un suspiro tembloroso, no iba a permitirse nuevamente una rabieta, debía enfrentarlo como siempre hacia y eventualmente encontraría una solución, se aferro a ello mientras continuaba iluminando el lugar.

—Dale, ¿me decís? O vas a seguir haciéndote el boludo. —El farfano no había perdido tiempo, en cuanto completo su labor enfrento al albino.

—Farfa— A pesar de que la expresión del albino era estoica, sus ojos revelaban la verdad— No puedo ver el rojo.

Un momento de silencio se extendió tras sus palabras, el mal sabor de boca del farfano en un solo instante se había convertido en una pesada piedra en el fondo de su estómago, casi al instante comprendió porque todo el lugar se encontraba en la oscuridad.

—Conter, ¿Cómo que no podés ver rojo? Tiene que haber un error, la poción de Eón, no se— repentinamente sintió la necesidad de convocar al resto de su team— ¿Le preguntaste?

—No, me asuste y bueno, viste como termino todo.

—Voy a llamar a las nutrias, vos quedate acá, ahí le digo a Cris que venga.

—No— Lo interrumpió rápidamente, eso era lo que menos quería, no deseaba seguir recibiendo compasión— Iré a la montaña a buscar a Eón, ya vengo.

—¿Te viste en un espejo? Amigo das miedo.

—Gracias por el apoyo Farfa— Respondió dejando atrás al de armadura, sabia que el nuevo suceso pronto lo conocería todo el team, por lo que ese pequeño momento a solas era un consuelo.

Se encerró en la pequeña zona de lavado que habían construido, observo su reflejo y comprendió las palabras del contrario, lucia frenético, la sangre no paraba de fluir y la palidez en su rostro no ayudaba en absoluto, tendría que hablar de ello con Eón.

Sin miramientos hundió la cabeza en la bañera, descubrió que bajo el agua sus pensamientos no sonaban tan fuerte, sus heridas ardían levemente antes de pasar a un segundo plano, sentía la cabeza ligera casi podría haber caído dormido.

Espero hasta el último segundo antes de sacar la cabeza del agua, sus pulmones ardían, todo a su alrededor cobro vida nuevamente, la nitidez de los sonidos y los pensamientos huracanados en su mente, abrió los ojos con un pensamiento resonando mas fuerte que el resto, bajo el agua aguantaba mucho tiempo menos que antes de todo aquel incidente.

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