CAP 41

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Después de un buen tiempo Nicolás salió del lugar donde le sacaron sangre para su hermana

Abel: Pudiste ver a tu hermana?

Nicolás: Y acaso eso importa para ti?, porque no vaz a mirar las acciones mejor

Abel: No seas tonto Nicolás, que Lucero es mi hija y me preocupa - Nicolás no dijo nada más y se alejo, después de un tiempo anunciaron que ya le habian pasado la sangre y por ahora la tenían con suero para hidratarla, ya que por no comer estaba en estado de deshidratación

Viví: Amor debes de dejar de estar enojado con tus padres y los demás, hazlo por Lu de seguro cuando despierte querrá mirar que todos están bien

Nicolás: Es difícil sabes, todos la juzgaron sin siquiera escucharla

Viví: Yo se mi amor, pero no eres quien para jugar tu también, deja que todo se va a solucionar y Lu va a estar bien - El la abrazo y asintió

UNAS HORAS MAS TARDE

El Médico se acercó, informo que Lucero ya estaba mejor que en el momento estaba dormido y accedió que de dos en dos pasen a mirarla, primero entro Abel y Elena, al mirarla se les aguaron los ojos no pensaron que ella se vería en ese estado tal frágil y tan indefensa, estuvieron un tiempo con ella y salieron pasaron los demás hasta que llegó el turno de Fernando, por obvias razones el entraría solo.

Al entrar la miro, su corazón se rompió al mirar a la mujer de su vida, tan frágil, tan indefensa, se sentía un miserable

Fer: Si por lo menos te hubiera escuchado, mi amor perdóname - Sus lágrimas caían por su rostro, se acercó y le dió un casto beso en los labios, al final se quedó un buen tiempo con ella, al salir a sala de espera solo encontro a Nicolas y Viviana, los demas ya habian salido a sus casas

Nicolás: Ya despertó?

Fer: Aún no vine a ver quién estaba, volveré a estar con ella

Nicolás: No es necesario, Viví y yo nos quedaremos, porque no vas a la casa y checas como están los niños

Fer: Ya llame que no volveré a la casa por hoy y pregunté por mis hijos, no te preocupes están bien

Nicolás: De todas formas

Fer: No te preocupes que yo me quedo con mi esposa

Nicolás: Claro ahora es tu esposa

Viviana: Amor no debes actuar así al final el es su esposo y tiene todo el derecho - Lo reprendió

Nicolás: Lo siento, Pero en fin amor ve a descansar, mañana nosotros nos quedamos

Fer: Es algo tarde porque no te vaz con ella y yo me quedo está noche si pasa algo más te aviso de inmediato - Nicolás no quería Pero al final acepto

Nicolás: Estaré con el teléfono encendido, me avisas de cualquier novedad

Fer: No te preocupes yo te informo

Nicolás: Primero ve a la cafetería come algo y vuelves, yo voy a mirarla por última vez - Fernando acepto y salió a la cafetería, comió algo rápidamente y volvió, Nicolás al notar la presencia se despidió y salió con su novia

A media noche Fernando recordo la grabación, saco una grabadora del saco y se coloco a escuchar todo, se sentía verdaderamente un miserable, como había Sido capaz de no creer en su esposa, como había Sido capaz de golpearla, con cada palabra que Antonella decía en la grabación hacia que se sienta cada vez peor

Fer: Soy un tonto, como permití que eso pasará - Con algunas lágrimas en los ojos guardo la grabadora en su bolsillo, se acomodo en un mueble que había en la habitación y se quedó dormido

Durante la madrugada Fernando sintió que alguien se quejaba, inmediatamente supo de quién se trataba, se levantó y se acercó, ella empezó a abrir sus ojos empezando a acostumbrarse a la luz.

Lu: Dónde estoy

Fer: En el hospital - ella lo miro con los ojos llorosos

Lu: Qué haces aquí?

Fer: Vine a quedarme contigo mi amor

Lu: Gracias Pero no era necesario, y no me digas mi amor porque la última vez que hablamos me dejaste bien claro que estabas arrepentido de haberme conocido - Ya lloraba

Fer: Tranquila, después hablamos si

Lu: No es necesario, ya hablamos suficiente

Fer: No hemos hablado lo suficiente, amor por favor quédate tranquila después hablamos - ella no dijo nada, simplemente giro el rostro al lado de la pared, un tiempo pasaron en silencio hasta que Fernando decidió romperlo

Fer: Quieres algo de comer?

Lu: No es necesario no tengo hambre, gracias

Fer: Se que debes tener hambre, porque se que tú no haz comido nada a días

Lu: Y eso que tiene, al final no te debe afectar en nada, dime algo

Fer: Que quieres saber?

Lu: Como están mis hijos?

Fer: Ellos están bien, aunque siendo sincero si te extrañan - Lucero nuevamente tenía los ojos llorosos, Fernando no aguanto más y la abrazo, está vez ella soltó todo el aire que tenía retenido, y lloro con desesperación

Fer: Perdóname Nenitha no sabes lo culpable que soy de que todo esto te haya pasado, debí dejarte hablar, no debí golpearte y mucho menos quitarte el derecho de mirar a nuestros hijos

Lu: No sabes lo que yo he sufrido por todo lo que ha pasado, todo el mundo me odia, todo el mundo pensó mal de mi y no dejaron que yo les explique, el único que supo escuchar fue mi Nico, mi hermanito, el Nunca me juzgo, el si supo escuchar - Esas palabras le dolían a Fernando, el sabía que se equivocó, Pero de alguna u otra forma iba a saber ganarse su perdon, la abrazo y la consintio hasta que se volvio a quedar dormida

Después de dejarla tranquila, salió de la habitación y le informo a Nicolás que ya había despertado, que se encontraba bien, el insistió en querer ir al hospital, Pero ni Fernando ni Viví dejaron que salga de su casa, el se resigno Pero dijo que a primera hora el estaría en el hospital visitando a su hermanita

AL OTRO DIA

DEL ODIO AL AMOR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora