Tu Infidelidad (Dandys World)

2: Tus Ojos

Cosmo se despertó con una cara dolorida, una mejilla algo magullada y un dolor de cabeza abrumador que dolió como el infierno a la mañana siguiente. Sacando sus mechones rizados de su cara, se levantó suavemente de su cama, sentado mientras sentía que su cuerpo se enfriaba mientras miraba su habitación desorganizada y algo vacía de la noche anterior, un escalofrío por su columna vertebral mientras miraba las piezas de vidrio en el suelo y las pequeñas gotas de sangre que las manchaban de un profundo carmesí. Todavía le dolían las rodillas, pero no era como si no pudiera caminar, sin embargo, agacharse aumentaría la dificultad a lo largo de su día. De cualquier manera. Tenía que volver al restaurante por trabajo, solo esperaba que alguien tampoco estuviera allí.

Dejó caer una respiración temblorosa de su boca mientras se levantaba de la cama mientras caminaba con cuidado hacia su armario, una cuarta parte de ella estaba vacía debido a deshacerse de la basura que había tirado. Se vistió rápidamente y se desinfectó las rodillas, siseando por el alcohol que lo picó como mil agujas perforadas en él, rápidamente vendó sus rodillas, de cualquier manera, estarían cubiertas por sus coloridos calcetines largos que le llegaban a los muslos. Asegurándose de cambiarlos, así como los había teñido con sangre que dejó un color naranja rojizo desorientado que lentamente comenzó a desvanecerse en un tono marrón, se veía asqueroso en los ojos de Cosmos. Se aseguró de tirarlos en su cesta de la ropa mientras se ponía un nuevo par limpio sobre sus rodillas vendadas.

Sin embargo, su cara... realmente no quería ser el chisme caliente de hoy debido a su mejilla magullada, sabía que Toons probablemente preguntarían al respecto si lo veían, obviamente por curiosidad o simplemente para ser entrometido y descubrir qué causó el moretón púrpura verdoso en su cara. Cosmo no quería ser la comidilla de la semana o recibir susurros y miradas no deseadas de cada toon que lo veía, su mente se aceleró mientras rápidamente abría sus cajones y miraba a través de ellos, con la esperanza de encontrar algo que ayudara a su situación, hurgando en sus pertenencias encontró una gran tirita. Aunque ocultaría el moretón, tendría una gran ayuda de banda pegada en su cara molestándolo, lo que también provocaría susurros. Cosmo suspiró con derrota y decepción, poniéndose lentamente la tirita en su mejilla magullada mientras se miraba en el espejo. Sabía que probablemente lo interrogarían, pero simplemente inventaría alguna excusa al azar con la esperanza de que a nadie le importara ni un poco. Cosmo tomó sus llaves y se puso un par de zapatos y pateó el vaso restante en el suelo debajo de su cama para esconderlo. Lo limpiaría más tarde, junto con las pequeñas gotas de sangre seca en el suelo de baldosas. Solo esperaba que Tisha no entrara, ella tendía a limpiar al azar, aunque se apreciaba, Cosmo no quería que ella limpiara su horrible desorden. Él no quería ser una carga, incluso si Tisha lo hacía por la bondad de su corazón.

Cosmo puso su cabello en una pequeña cola, abrió su puerta y se fue rápidamente, pensando que había cerrado su habitación, pero olvidó que con todos los golpes descuidados en la puerta de la noche anterior, la manija se había roto y astillado una pieza de la puerta, lo que hizo que ya no se cerrara correctamente.

Cosmo caminó por los tranquilos pasillos de los Toon Rooms Comunes. Casi todos de seguro estaban todavía dormidos o ocupados o simplemente demasiado cansados para levantarse. Era bastante temprano, pero Cosmo se levantó a esta hora para poder hornear pasteles frescos para la exhibición de hoy. En su mayoría, ninguno de los toons estaba arriba en este momento, aunque Cosmo vio algunos de los mains, algunos como Shelly y Vee, pero la mayoría de las veces era Dandy.

Mierda.

Dandy.

El corazón de Cosmos se cayó, se sintió tenso al pensar que Dandy estuviera en el restaurante hoy. Era como si una oleada de culpa y un escalofrío de miedo lo golpearan como un tren corriendo hacia su pecho. Se sentía peor que culpable, se sentía como si se hubiera tragado una roca entera que hacía que su cuerpo se sintiera pesado. Llevaba la carga de conocer toda la situación de Astro y Sprout. La cara de Cosmo se volvió pálida y las yemas de sus dedos se adormecieron y se enfriaron cuando llegó al restaurante. Rápidamente recorrió sus ojos por todo el restaurante, mirando cuidadosamente cada mesa y esquina con ojos preocupantes y una postura nerviosa.