¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
»Inmediatamente Jack y yo comenzamos el dúo de Otelo, y ya la catástrofe se posicionó sobre nuestras cabezas. En esa ocasión me otorgó el papel de la inocente Desdémona, que cante con desesperación y terror realista, como si algún monstruo quisiera apartarme de mi Jack. La compañía de un fantasma en lugar de transmitir pánico, me otorgaba el maravilloso regalo de una devoción maravillosa. Los sucesos de tal poema donde yo era la víctima me acercaron de un modo singular al poeta y encontré acentos que hubieran deslumbrado al músico. En cuanto a él, a quien dedicaba mi canto, a quien me atrapó en sus manos, él cantaba con una voz atronadora, cual alma vengativa concentrándose en cada sonido y, así, aumentando su potencia detrás de aquella máscara que me impedía ver el rostro de quien amo. En gritos desgarradores estallaron el amor, los celos y el odio.
»La máscara de Jack, el conocido fantasma de la Ópera, me hacía pensar en la máscara natural del Moro de Venecia. Era Otelo en persona. Creí que iba a golpearme, que mi final sería bajo sus golpes y cuchillas. . . y, sin embargo yo no hice ningún movimiento para rehuir como hacia la tímida Desdémona, porque Jack pese a su gran interpretación, me amaba y jamás me haría daño. Al contrario de Desdémona, quedé fascinado y encontrando la única muerte que desearía, a manos de mi amado Jack.
»Pero antes de morir, anhelando como un ingenuo, quise ver la imagen del rostro que me esperaba tras esa máscara, la única máscara que me separaba del verdadero fantasma de la Ópera, seguramente aquellos rasgos desconocidos debían transfigurar el Fuego del arte eterno. Quise ver el rostro de Jack e, instintivamente, con un gesto del que no fui dueño, arranqué la máscara de su rostro.
Al relatar su primera vez viendo detrás de la máscara, cuando aún corrían los 1900, Noah expresaba en su voz el amor por quien se convertiría en su marido. A su costado, su hija menor Ann se deleitaba con tal historia, sonriendo entusiasta ante la historia de sus padres, mientras que el otro protagonista de dicho relato y William, el hijo menor del dúo, esperaban apoyados contra el marco de la puerta.
Jack the ripper, más conocido como el fantasma de la Ópera llevó a su amado Noah al estrellato, deshaciéndose de todo aquel que intente arruinar la carrera del joven que ama y hoy en día, se encontraban casados y con dos preciosos hijos.
Y después de una comedia romántica de matices macabras, lo encontraron digno de una obra que interpretar.
El mejor cantante de la Ópera, fue quien con papel y pluma, hizo dicha obra que, para dormir, le contaba a sus hijos, evocando su devoción y amor por su marido; Una interpretación de su romance que Ann y William aman a la hora de ir a dormir.
“¡Padre, continúa por favor!” La pequeña rogó, arropada en la cama y escuchando con atención.
»Él me decía con temblores en su cuerpo y voz: ¡Mírame, pues has querido ver! ¡Alimenta esos curiosos ojos tuyos y embriagate con mi horrorosa apariencia. ─. Percibía el temor en su mirada.
Y Jack interrumpió, besando en la mejilla a su amado Noah. “Procederé yo con la siguiente parte, mi ángel.”
»Vuestro padre, Noah, ah, mi querido Noah que en lugar de temer por mi carne en ese entonces desecha, posó sus manos en mis mejillas, pisando la máscara como si hubiera ocultado la mayor obra de arte de la historia, y amorosamente me abrazó diciendo: “Si tiemblo es de emoción por ese hermoso rostro tuyo, amor mío.”
»Me había amado por quien soy, niños. Noah besó mi frente, con una mirada dulce: “No necesitas esa máscara, sólo ocultas tu belleza. Con mi humilde ser, por favor, sé tú mismo, sin máscaras ni títulos, mi lindo Jack.” ─. Me trataba tan bien, ¡porque me amaba!
Y prosiguiendo con su relato, la pareja expresaba su amor mutuo con tanta delicadeza e insistencia, dando envidia a cualquier persona que los viera.
Después de finalizar, Noah arropó a su hija que ya se quedaba dormida al mismo tiempo que Jack arropaba a su hijo. A los minutos, abrazados y acostados, fluyeron a los brazos de Morfeo recreando el momento en él que Noah vio por primera vez bajo la máscara de un fantasma.
De su fantasma. Y tanto fue su devoción mutua, hasta que ni la muerte los podría separar, es más, si Noah moría, estaría eternamente con Jack.
Un sueño, uno para hacerse realidad en un futuro próximo.
─ׂ───꯭ׂ─꯭─꯭─✭─꯭─꯭─꯭ׂ───ׂ──
El prompt solo me recordó al Fantasma de la Ópera d=(^o^)=b
