Ese momento habia sido demasiado excitante. Jamás me habían hecho tener tantos orgasmos en un solo día. No una mujer. Lila quería más que mi sangre. Quería poder sentir a una humana luego de tanto tiempo de vagar por la Tierra sola.
—¿Te gustó? —preguntó, mientras estaba abrazada a ella.
—Más de lo que esperé —solté una pequeña risa y nos miramos. Esos ojos que cambian cambiado a un rojo más opaco, me observaron con deseo. Tal vez y ella era totalmente insaciable.
—Solo quiero que seas mía —su mano viajó por mi abdomen hasta más abajo y acarició mi clítoris con suavidad, provocándome un pequeño escalofríos.
—Voy a ser tuya, Lila, de eso puedes estar segura —me volteé hacia ella, quedando de lado y le robé un pequeño beso—. Si me sigues tocando así, vas a matarme
—No seas exagerada —se rió y volvió a mirarme con intensidad. Me sentía deseada por alguien por primera vez. Había estado con chicos varias veces pero esta vez fue algo muy diferente.
—No soy exagerada, solo es la verdad —volvi a besarla y sus manos volvieron a escurrirse entre mis piernas, acariciándome de una forma bastante placentera.
Abrí las piernas y dejé que continuara con su faena. La sentía recorrer mis labios con sus dedos y luego introdujo dos dedos, haciéndome suspirar.
—Déjame convertirte —me dijo contra mis labios.
No supe que decirle. Gemi pegada a sus labios cuando subió la intensidad de sus dedos. Subió sus labios a su cuello y lamió la parte donde mordió la primera vez. Un escalofríos se apoderó de mi cuerpo y la aparté, pero sin sacar sus dedos.
—¿Qué pasa? —me miró confundida.
—No me siento preparada para eso, Lila —me sinceré y ella paró de darme placer. Se apartó totalmente de mi y se sentó a un lado de la cama.
—¿No quieres pasar una eternidad conmigo? —su voz comenzó a sonar un poco peligrosa y me recompuse sobre las sábanas.
—Es complicado, Lila —miré mis manos y jugué con mis dedos.
—Entonces, esto no va a poder funcionar si tú no accedes —sentí que se bajó de la cama. El aura se volvió un poco pesada y temí por mi vida. Me quede tranquila en la cama y fue cuando sentí un fuerte golpe en mi cabeza.
Cai sobre la cama y lo único que vi fue oscuridad.
Cuando desperté, me encontraba dentro de mi clóset. Tenia las manos atadas y mi boca sellada con cinta adhesiva. No sabía qué hora era y no sabía si ella seguía en la habitación. Me moví un poco hacia la puerta del closet y miré através de las rendijas. Solo veía mi habitación vacía. Quise gritar pero no se escucharía.
¿En qué estaba pensando cuando la dejé entrar? Siempre me ha gustado el peligro y tal vez eso hizo que accediera. La cabeza me dolía demasiado.
Escuché pasos afuera y ella lanzó algo hacia un lado de la habitación. Me inquieté un poco y quise gritar pero solo parecían gemidos de desesperación.
Ella abrió la puerta. Tenia sangre en su rostro y manos. Una sangre que no era mía. Eso me ponía algo celosa. Se arrodilló frente a mi y me acarició el cabello suave y lento. Quise apartar la cabeza pero me agarró fuerte.
—Shhh —me dio una sonrisa inquietante y soltó mi cabello.
Tenia miedo de lo que podría pasar. Ella se inclinó hacia mi y me dio un casto beso sobre mis labios. No le correspondi. No tenía ganas.
—¿Por qué haces esto? —le pregunté, con voz temblorosa.
—No me dejaste elección, serás mia por las malas —me miró fijamente y sus ojos tenían un rojo más brillante. Un hilo de sangre salió de su ojo derecho y corrió por su mejilla.
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Atracción prohibida 🔥
VampirKeila es una joven de 18 años que desde hace mucho esta siendo acosada por un ser de la noche. Lila, es una vampira ancestral que rompe su rutina al sentirse atraída por una humana y no puede solo explicar esa atracción. Así que decide secuestrarla...