Perversa Obsesión •| Capítulo Veintiuno

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Me sostuvo del rostro con dulzura mientras profundizaba el beso.
Había muchos sentimientos en ese beso, por parte de las dos. En especial el sentimientos de dolor al saber que era prohibido.
Termino el beso y soltó un suspiro.

— Mi madre quiere que me case antes que ella muera. No lo hago por amor Marie, solo quiero cumplir el deseo de mi madre antes de que sea tarde.

Nos miramos y pude saber que lo que decía era verdad, entendía su situación.

— Entiendo Leila, además no creo ser el tipo de chica que quiera una madre para su hija, después de todo he pasado muchas cosas. –Susurre con una sonrisa pequeña.

— No digas esas tonterías Marie. Yo deseo estar contigo, nunca me había sentido así con nadie pero Lana es alguien caprichosa además peligrosa. Intente terminar mi compromiso con ella pero... me amenazó con lastimarte.

Mire sus ojos asustados con mi mirada llena de sorpresa, eso tenia sentido y daba razón a todo lo que había pasado entre nosotras.

— Yo, yo pensé que solo estabas jugando conmigo o que no te interesaba lo suficiente. –Dije triste.

— Nunca pienses eso Marie, a mi me gustas mucho.

Una pequeña lagrima bajo por mi mejilla al saber que era un amor imposible de concretarse.

— Pero no te preocupes pequeña, estoy buscando soluciones para eso, su poder no puede ir más allá de este país. Estoy tramitando el traslado de mi mamá para un hospital en Suiza y poder irnos, te llevare conmigo y también puede venir Jessica si desea.

Sentí emoción y una esperanza abrazadora en mi ser al escuchar sus palabra, sin poder controlar mi emoción bese sus labios otra vez siendo correspondida por la mayor.

— Todo estará bien pequeña.

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— Te dije que tenia una explicación. –Dijo por fin calmada.

— Por fin te cansaste de repetirme "Te lo dije" –Rodé mi ojos.

— Es que yo tenia razón, pero no quisiste escuchar. Además claro que deseo ir contigo, prometí no dejarte sola. Y puedo encontrar un lindo suizo allá.

Se mordió el labio seguramente imaginando su futuro y Reí.

— Deberíamos ir a casa, esta haciéndose tarde.

Salimos de la heladería y caminábamos mantenimiento un perfil bajo.

Choque con una persona haciendo que los lentes qué llevaba se caigan al suelo.

— Lo siento. –Dijo aquel hombre entregándome los lentes y yéndose luego de hacer una reverencia.

Un recuerdo hizo que mire una vez a aquel hombre que se alejaba, ya me había pasado en lo cita con Leila.

Al llegar a casa, me quite los lentes,la mascarilla y la peluca soltando un suspiro cansado.

— Tranquila Marie, se que en algún momento dejaremos de ocultarnos y viviremos tranquilas.

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— Deberías dejar de buscar a esa niña, te abandonó. Supérala, me tienes a mi. –Grito esa zorra desde la cama.

— ¡Cállate! –Lance la botella de whisky al sueño regando el contenido de la misma.— Maldición me tienes harto, nunca te puedes comparar con mi mujer, eres solo una puta más que pasa por mi cama mientras mi mujer regresa conmigo. 

— Es niña ni siquiera te quiere, escapo de ti y esperas por ella aun. Eres un idiota.

Se levantó de la cama cubriendo su cuerpo con una saba y sin esperarlo un sonido de disparo qué estuvo algo leve por el silenciador en mi arma hizo que soltará un grito de dolor.

— ¡Pero que diablos te pasa! ¡Estas loco! –Grito jadeando de dolor.

Había disparado en su pierna derecha, esa perra me tenía cansado desde hace tiempo y hoy había logrado colmar mi paciencia.

— Tu le lo buscaste. –Me levanté guardando mi arma y salí de la habitación.

— ¡Maldito idiota, nunca harás que esa mocosa te ame! –Grito con odio y dolor en su voz.— ¡Maldición!

Mande a algunos hombres a que la llevarán a un médico y resolvieran ese asunto. 

— No me importa obligarla, tener que encerrarla toda su vida o tener que matarla. Ella solo es mía.

La_gabyshir.

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