Capítulo 2: Obsesión

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Capítulo 2: Obsesión.

Fastidio.

Ocho palabras. Amplio significado.

Según internet, la palabra fastidio se puede definir como una sensación de molestia ante una situación ligeramente desagradable o ante un contratiempo de poca importancia.

Puede ser sinónimo de las palabras aburrimiento, cansancio, enfado o tedio; así como antónimo de las palabras alegría, diversión, deleite y placer.

Ahora, seguramente te debes estar preguntando por que me encuentro pensando en el significado de una palabra totalmente irrelevante.

La respuesta a eso, es porque justo esa palabra, define como me siento en este momento.

Fastidiado.

¿La razón de ello? Una tediosa clase.

Sinceramente, literatura era la clase mas inútil de todo mi horario escolar.

¿Gastar una hora en aprender a hacer poemas? ¿Puedes acaso verle alguna utilidad a ello? Porque yo, ahora mismo, no lo veo.

En este momento, lo único a lo que mi mente podía verle utilidad, era a el timbre de clases que por alguna razón aún no sonaba.

Así que si, por si aún no lo han entendido, mi frustración ahora era muy alta.

-Dave, ¿Terminaste la actividad?- Kanaya me pregunta. Ella era mi compañera en esta clase.

-Nop- le sonrío- ¿Me ayudas?-

Rueda los ojos- ¿Por qué tenía el presentimiento de que esa seria tu respuesta?- me río. Ella me conoce tan bien- ¿Que es lo que te falta?

-Pues...- observo mi cuaderno- he hecho los dos poemas en verso. Resulta muy parecido a hacer raps, realmente- Kanaya ríe- pero los de prosa...- hago una pausa y suspiro- simplemente no los entiendo- concluí.

-Umm entiendo Dave- hace una pausa para tomar su lápiz, y acercarse un poco mas- ven, es sencillo- dice, y comienza a explicar.

Kanaya empieza con su larga y aburrida explicación acerca de cómo realizar el poema, y minutos después, ya habíamos realizado las dos prosas. Al revisarlos, ambos las llevamos con el profesor, y luego de ello (para mi suerte y la de mi salud mental) el timbre de clases sonó, permitiéndonos salir.

Guardé mis cuadernos y útiles escolares en el bolso, y junto a Kanaya salimos de la sala.

El camino a la cafetería estuvo muy transitado, como sucede normalmente. Había una gran cantidad de estudiantes caminando por los pasillos; unos hablando sobre las clase, otros corriendo hacia la cafetería, otro tomando sus libros... Aún así no tardamos tanto en llegar a nuestro destino.

Estando allí, Kanaya se dirigió directamente a la mesa mientras que yo me dirigí a hacer la fila. Habían solo cuatro personas en ella, por lo que no me moleste en esperar por unos minutos.

En el tiempo de espera, mi mente se distrajo con algunos pensamientos absurdos que suelen inundar mi cabeza. Llegue a pensar, desde la aburrida rutina escolar, hasta la existencia de un mundo paralelo...

Estaba tan perdido en mi propio mundo, tan perdido en mis propios pensamientos, que cuando levante la mirada hacia quien se encontraba al frente mío, no pude reconocer quien era.

No pude reconocer que esa persona, era nada mas y nada menos que Jade Harley, la chica que me ignora.

Jade se encontraba sonriente, hablando con una chica rubia mientras esperaba su turno. Esta chica, era Rose Lalonde. Cabello corto, inteligente, amable, y si soy sincero, algo rara. Aunque una gran chica de todos modos. ¿La verdad? No he cruzado muchas palabras con ella, pero parece ser muy buena persona. Nunca he oído a nadie hablar mal de ella. Claro, a excepción de quienes le tienen envidia. Pero, es como todo. No a todos les puedes caer bien, aunque seas una increíble y genial persona.

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