Inaccesible

Capítulo 3: No puede enterarse

Capítulo 3: No puede enterarse

No encontraba palabras para describir como me sentía. Tal vez, ¿Sorprendido? ¿Asombrado? ¿Extrañado? ¿Desconcertado? ¿Paralizado? Quien sabe, existían tantas palabras que no podía encontrar la correcta.

En este momento, no tenía cabeza para pensar en ello. No tenía tiempo para pensar en nada sinceramente. Mi mente no dejaba de preguntarse, una y otra vez, si lo que se encontraba al frente mío era la realidad o una simple ilusión. Si mi mejor amigo, John Egbert, en realidad estaba tratando de ligar con una chica que acabó de conocer. Porque parecía muy irreal. Ni siquiera tenía sentido. Era demasiado irracional y tonto.

Conozco a John como la palma de mi mano. Se cómo piensa, como actúa y como se siente. Sé todo sobre él. Se como actúa ante las chicas. Entonces, ¿cómo es posible que actúe así con ella? ¿Con tanta confianza y seguridad? ¿Sin miedo y sin timidez? Parecía una simple locura.

Pero no, no podía ser una locura. No podía ser falso o irreal. Porque yo lo estaba viendo, con mis propios ojos. Yo no estaba soñando. Todo eso era verdad, estaba sucediendo en la realidad. Y eso me hacia darme cuenta de que siempre fui engañado. Por él, por mostrarme una imagen falsa suya, y por mí, por no ser el mejor amigo que había imaginado.

Entonces, la palabra que buscaba apareció de repente en mi mente. Decepcionado. Estaba sorprendido, asombrado y desconcertado, pero sobre todo, estaba decepcionado. El encontrarme con esta realidad me había decepcionado por completo. Ellos dos, caminando a solas, a sus casas, riendo y charlando, con toda esa confianza, me decepcionaba. Me decepcionaba saber, que nunca conocí a mi mejor amigo, y que aquella chica tenía algo contra mío. Me sentía como un tonto y como el típico estereotipo de "chico popular", que solamente estaba pendiente de su vida y de sus intereses. ¿Tal vez es por eso que Jade me ignoraba? ¿Porque pensaba que era un completo idiota? No la culparía en el caso de que sí, porque hasta yo odiaría a alguien de ese tipo.

Mis pensamientos fueron dispersándose. Las dudas y las suposiciones que creaba mi imaginación, iban desapareciendo. John había comenzado hablar, así que mi atención se había centrado en él. Podía pensar en otro momento.

Me sorprendí al notar la felicidad en su voz.

-¡Dave! ¡Tenia tiempo sin verte!- su típica sonrisa de nerd apareció, e hizo el saludo de hermanos que solemos hacer.

Había olvidado que desde el fin de las clases no lo había vuelto a ver.

-Hey John ¿Que hay?- hablé.

-Nada nuevo. He estado muy ocupado estos dos días con la vuelta a clases. Lamento no aparecer en los recesos- se disculpa.

-Vaya, ¿dos días y ya con una agenda apretada? Debes relajarte más, hermano- digo.

-Es que me he ofrecido voluntario para varios trabajos escolares. Estoy ayudando en la biblioteca y aparte estoy enseñándole la institución a Jade- explica. Jade levanta la mirada, después de haber permanecido observando el suelo. Su cara es inexpresiva.

¿Ni siquiera una sonrisa? ¿Como puede ser tan difícil eso?

-Es decir que se conocen- digo. John asiente.

-Si, yo suelo ser el encargado de mostrar el colegio a los alumnos nuevos. Aunque eso casi nunca sucede- explica, y recuerdo su decepción ante los pocos ingresos que tiene nuestro instituto. Los cupos son muy limitados.

-De todas formas- John prosiguió- me alegra haber decidido aceptar ese trabajo. De otra manera no hubiera tenido la excusa de enseñarle el colegio a Jade- Jade lo miro y sonrió.