finale

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La omega se incorporó para dejar un beso en la punta de la polla, la cual se retorció un poco, después se dio la vuelta, usando sus brazos y piernas para quedar en cuatro, dándole a la alfa una vista perfecta de su redondo culo y su tersa espalda.

Tzuyu mordió su labio inferior y usó su gran mano para darle una nalgada a la omega, terminando por estrujar una nalga ──Tienes un buen culo── se inclinó para comenzar a dejar besos de mariposa por toda la espalda de la japonesa.

El olor de sus feromonas mezcladas las estaban volviendo locas, porque la habitación se sentía bastante íntima, como si el mundo hubiera parado y solo existieran ellas dos, amándose como la primera vez.

Tzuyu se puso de pie y rebuscó en sus cajones, encontrando una caja de condones; tomó uno y se lo colocó, todo bajo la atenta mirada de la omega.

Sana tenía las mejillas sonrojadas, porque estaba deseosa de sentir a su novia llenándola, esta vez en sus cinco sentidos.

Tzuyu se colocó detrás de ella y con su mano izquierda guió la punta para frotarse contra la entrada de la omega, recogiendo los fluidos que habían ahí ──¿Quieres sentir mi pene dentro de ti?── preguntó con un tono malicioso. La conejita asintió.

──Sí, Tzu quiero sentirte── pidió con la voz agitada.

La taiwanesa sonrió y observó el estrecho agujero que pronto la recibiría ──¿Te gusta conejita?── metió solo la punta, provocando a la japonesa ──¿Te gusta que una loba te la meta?── la tomó por las caderas, comenzando a entrar hasta el fondo de forma lenta.

Sana jadeó, sintiendo el trozo de carne caliente abriéndose paso dentro de ella, Tzuyu, mientras tanto, siguió hablando ──Una sucia conejita busca semen como tú, jamás se podría conformar con las aburridas pollas de conejo ¿Mhm?── movió sus caderas en círculos, robándole varios gemidos a la japonesa.

Sana sentía el peso de esas palabras impactando en ella, pero contrario a todo, no la afectaron de manera negativa y se notó cuando su coño húmedo se contrajo al rededor del pene, estrujándolo con fuerza.

Tzuyu comenzó a mover sus caderas con rapidez, comenzando a escucharse una sinfonía creada por los choques de sus pieles ──Tu alfa te va a llenar omega, como tanto has querido── sus largos dedos se marcaron al rededor de las caderas de la conejita, quien solo podía gemir, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas y su saliva se escapaba por la comisura de su boca, producto del placer.

La mirada morbosa de Tzuyu descendió hasta el par de pechos voluminosos, que se tambaleaban de un lado al otro con cada embestida. Se inclinó contra ella, pegando sus pechos a la espalda de la omega, para así, alcanzar el par de montículos y tomarlos con las manos.

──Estas tetitas me vuelven loca...── las apretujó y jugó con los pezones entre sus dedos ──Conejita... eres perfecta── susurró contra el oído de la japonesa.

Una embestida más dura que las anteriores, hizo lagrimear a Sana ──Alfa... se siente bien── dejó salir en medio de un gemido.

Tzuyu mordió su espalda y hombros, marcándola todo lo que podía ──Estás apretándome con fuerza── sus colmillos comenzaron a asomarse, preparando todo para una mordida que las enlazaría.

Sana temblaba debajo del cuerpo de la taiwanesa, quien no paraba de embestirla con fuerza y precisión, golpeando el mismo punto varias veces ──Alfa... alfa, por favor...── habló como pudo, pues su garganta se sentía irritada debido a los fuertes gemidos que salían de sus labios.

Tzuyu le dio una nalgada con demasiada fuerza, marcando sus dedos en la tersa carne, sacándole un pequeño grito a la japonesa. Sana sintió las lágrimas queriendo bajar, a causa del escozor por el golpe, pero no le disgustaba, porque amaba ser la conejita buena de Tzuyu y ella tomaría todo lo que le diera ──Márcame, p-porfavor alfa── su voz algo rota por los sentimientos que la sobrepasaban, provocó una sonrisa siniestra en la taiwanesa.

Tzuyu se esmeró el doble y acercó sus colmillos cuando la necesidad de marcarla se volvió insoportable, al mismo tiempo, Sana ladeó la cabeza, dejando expuesto su cuello a modo de ofrecimiento.

La alfa agradeció el gesto y apoyó los colmillos ahí ──Estoy cerca... conejita, me voy a correr── las embestidas erráticas confirmaban lo dicho anteriormente, junto a los profundos y bajos gemidos.

Sana mordió su labio inferior, sintiendo como su orgasmo también se aproximaba con cada embestida ──Yo c-creo que yo también, Tzu── habló como pudo.

La taiwanesa mordió su cuello con fuerza, haciendo gritar a la omega que sentía el lazo uniéndolas, Tzuyu, errática, se corrió, llenando el condón.

La japonesa se dejó caer, justo después de haber terminado, debido a que sus brazos y piernas se habían vencido, jadeó intentando recuperar la respiración, pero soltó un gemido bajo, cuando minutos después, Tzuyu salió de ella, retirando el condón lleno y haciéndole un nudo.

La alfa besó con cuidado la espalda de la omega, haciendo un camino de besos hasta la marca rojiza, una vez ahí; besó con cuidado, escuchando como es que la japonesa se quejaba, debido al dolor que comenzaba a extenderse por toda la marca.

Tzuyu lamió un poco y después siguió besando la marca, sintiendo a través del lazo nuevo, las emociones de Sana.

Todo se sentía confuso para la japonesa, quien sentía sus ojos comenzando a llenarse de lágrimas por un sentimiento muy extraño de necesidad, ya que lo único que quería era enterrarse en los brazos de la alfa y jamás salir de ahí, porque amaba ser su conejita.

──¿Todo bien hermosa?── Tzuyu se recostó a su lado, abriendo sus brazos como una invitación para la japonesa. Sana asintió con la cabeza y la abrazó por la cintura.

──Todo está perfecto Tzu── dejó un beso en sus labios y en su mejilla.

Tzuyu sonrió, sabiendo que Sana se quedaría con ella, siendo su hermosa conejita para siempre.

Fin.

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Bueno, aquí termina está bonita (y algo triste) historia, espero que les haya gustado y muchas gracias por apoyar esta adap muak, hasta la próxima!!!

Bye bye ~ ♡︎

little bunny ; satzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora