3

62 6 6
                                    

–No te vayas. –Dijo volteando el rostro, el pelinegro lo miró. –Te extrañe mucho, fue horrible estos meses sin ti a mi lado, no importa que seas un psicópata loco, eres mi emperatriz no quiero que me dejes.

–Creo que es un poco tarde para eso. –Lo mire seriamente. –Me humillaste, permitiste que me humillaran, me mandaste a encerrar porque me negué a seguir siendo tu marioneta, de todo el reino, permitiste que pasara mi embarazo encerrado en una oscura y asquerosa celda, donde apenas y me daban de comer, mi hijo pudo morir por tu culpa, crees que voy a perdonarte así de la nada por hacer lo que debiste hace mucho, va a pasar un largo tiempo antes de que pase por mi cabeza si quiera intentar volver a hablarte, no mereces mi perdón y voy a asegurarme que ruegues por el Moon Bin.

Me di la vuelta caminando decididamente sintiendo una gran liberación después de haber sacado todo eso de mí, se acabó solapar el mal comportamiento de mi querido esposo, desde este maldito segundo va a entender cómo me sentí todo este tiempo, va a rogar perdón.

Las miradas curiosas y algo burlones de alguno que otro sirviente me siguieron, mi ropa se veía sucia y algo rota y mi bebé también se veía sucio, no pude bañarlo apropiadamente cuando nació y aún tenía unas manchas de sangre por partes de su pequeño cuerpo.

–Las cosas van a empezar a cambiar por aquí. –Dije seriamente teniendo a un grupo de sirvientes frente a mi. –Preparen y acondicionan una habitación en el ala sur. –Camine hasta la habitación que compartí por años con mi esposo para poder bañarme y bañar a mi bebito, luego de varios minutos mi pequeño príncipe estaba fresquito y limpio, tenía un pequeño enterizo cómodo y calentito, su cabello azabache estaba cubierto por el gorrito de su ropa, tenía guantes para que no se lastimara ya que tenía sus uñas algo largas. –Si llora o le pasa algo los mataré. –Lo acomode y entré a ducharme, me di un largo baño, salí envuelto en una bata de baño y ahí estaba él mirando de lejos a nuestro hijo.

–¿Por qué están moviendo tus cosas a otra habitación? –Pregunto seriamente, rei un poco mirándolo.

–Todavía crees que voy a dormir contigo. –Me metí al closet y tomé uno de los trajes que quedaban, me vestí y tomé una de las coronas, puse un poco de maquillaje y peine mi cabello para salir, enseguida dos mujeres acomodaron mi capa, me acerque a mi hijo y lo cargue para salir ignorando completamente a mi esposo. –p
Puedes ir a ver a nuestro bebé mañana. –Camine hasta mi nueva habitación.

Era en tonos oscuros, sentí paz al entrar, dejé a mi bebé en la cama y junte mis manos, iba a hacer su cama yo mismo; materialice en mi mente como quería que fuera y la hice

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Era en tonos oscuros, sentí paz al entrar, dejé a mi bebé en la cama y junte mis manos, iba a hacer su cama yo mismo; materialice en mi mente como quería que fuera y la hice.

Era simple pero se veía cómoda, me senté en uno de los sillones e intenté darle pecho, sentía que absorbida con fuerza, lo despegue com cuidado de mi pezon y lo apreté un poco, apenas y soltaba leche, intente calmarme, era obvio con el estrés y la...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Era simple pero se veía cómoda, me senté en uno de los sillones e intenté darle pecho, sentía que absorbida con fuerza, lo despegue com cuidado de mi pezon y lo apreté un poco, apenas y soltaba leche, intente calmarme, era obvio con el estrés y la rabia que tenía dentro lograra lactar.

–Tranquilo caramelito. –Me levanté y acomode mi ropa para ir a la cocina.
  
–Emperatriz. –Dijo uno de los chef reales, enseguida todos pararon lo que estaban haciendo e hicieron una reverencia.

–Necesito leche para mi bebé.
   
Rápidamente comenzaron a moverse buscando lo necesario para prepararle a comer a mi bebé, cuando me entregaron el biberón en una pequeña bandeja salí hasta mi habitación, me asegure que no estuviera muy caliente y se la di a mi bebé.

–Despacio corazón. –Susurré acariciando su pequeño cachetito. Cuando terminó su leche cambie su pañal y su ropa y lo acosté en su cuna, puse un campo de protección alrededor de cuna y fui a cambiarme a un pijama cómodo y me acosté durmiendo cómodamente luego de tantos meses.

Cuando abrí los ojos los luz de la habitación me cegó momentáneamente, olvidar cerrar las cortinas, me estire y salí de la cama hasta la cuna, mi bebé tenía sus ojitos abiertos, quite el campo protector y lo cargue.

–Buenos días mi hermoso amor. –Sururre suavemente y me fui a mi cama recostado contra el respaldo para desabotonar mi camisa y darle pecho.

Las puertas de mi habitación se abrieron y entró el emperador haciendo llorar a mi bebé por el ruido.

–Puedes entrar con cuidado. –Gruñi mirándolo. –¿Qué quieres?

–Ven conmigo.

Levanté una ceja.

–¿Para qué?

–Tengo algo para ti. –Sonrió.

Suspiré y con una mueca me levanté aún amamantando a mi bebito. Nos llevó a una sala llena de rosas.

–Te gustan.

Suspiré bajo.

–Moon Bin...odio las rosas.





Holaa, nuevo capítulo, perdón Las demora, es que no tenía ideas, no tengo de hecho, espero les guste.

Al principio Min lo iba a perdonar rápidamente, pero pensé que eso sería muy pdj de su parte, así que malévolo cucarachon se va a arrastrar pidiendo perdon.

Por alguna razón, los mensajes que subo a mi tablero no se publican, sobre el grupo de whats aun esta ahí x si quieres unirse.

https://chat.whatsapp.com/Fsu0CvQnFAg0RPkNdPgrfZ

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 31, 2024 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Emperatriz-Binwoo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora