𝑪𝒐𝒏 é𝒍

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Estaba muy nerviosa. Desde que nos conocimos Nicholas y yo, nunca habíamos quedado en alguno de nuestros hogares.

Fuimos a un restaurant, hicimos un picnic, jugamos bolos, una salida de Karaoke, visitamos un museo que nos encanta a los dos, compramos libros, los intercambiamos y que creemos que pudieran gustarnos; fuimos a un parque de atracciones, jugamos en un minigolf, billar, e incluso, a una competencia de autos.

Me la pasaba increíble con él, siempre teníamos una anécdota divertida. Pero ahora tuve la gran idea de invitarlo a mi departamento, de hecho, me invitó primero él al suyo, pero yo le dije que viniera al mío, por lo que no lo pensó y aceptó.

Desde la mañana empecé a limpiar mi hogar y por la tarde terminé, teniendo tiempo de bañar a mi perro, escoger mi outfit, hacer la comida y tener tiempo para mí. Eso es algo que amo de mí, me encanta ser puntual con los lugares y ser organizada con suficiente tiempo, aunque para la Universidad era un desastre, dejaba todo al último, pero siempre lo entregaba a tiempo, aunque soy aplicada. Eso es lo importante.

Sequé a mi perro, teniendo su pelaje suave y con un olor agradable, después me duché, aseando mi cuerpo completamente, aplicando todos mis productos de limpieza. Salí del baño, puse mi playlist, poniendo mi canción favorita del momento: Lust for life de Lana del Rey, apliqué una mascarilla en mi rostro, mis cremas corporales, mi limpieza facial, hidratación, exfoliación. Concentrándome solo en mi sin preocupaciones. Él llegaría a las 6:00 pm, tenía dos horas más por si no me gustaba la ropa que escogí; continué maquillándome, poniéndome un poco de corrector, rizando mis pestañas, aplicando rímel, dándoles ese efecto largo que me llegaran a las cejas y por último me hice mi delineado casual, ni muy grande, ni muy pequeño. No necesitaba rubor, mis mejillas son rosadas naturales.

Finalmente me cambié, me puse una falda negra tableada, un suéter mediano de color blanco, metiendo la orilla dentro dándole un mejor toque y me puse unas botas negras de charol sin tacón. Sequé mi cabello, cepillándolo, dejando que se ondule. Metí mi cabello detrás de mis orejas cuando por fin se secó, dejando dos pequeños mechones en frente.

Dicen que cuando te empiezas a enamorar, tu cabello se ondula, aunque mi cabello siempre ha sido así, por un tiempo estaba liso, pero desde que conocí a Nick, mi cabello volvió a la normalidad, encantándome más de lo que ya hacía.

Apliqué perfume en mi pecho y mi cuello.

Acomodé la bajilla y los cubiertos en la isla de la cocina para cuando Nick tuviera hambre, saqué un vino y tomé una cuchara para probar la pasta y un poco de carne asada. Todo estaba perfecto.

No me había dado cuenta de que mis nervios se habían ido al estar preparando todo, pero volvieron, cuando Nick me mandó mensaje: Hola, llego en veinte minutos. Besos.

¿Cómo rayos había pasado tan rápido el tiempo? Creo que me entretuve de más en mi playlist, escogiendo con cual canción me identificaba hoy.

Le respondí solo con un emoji de corazón. Tomé el aromatizante de spray con olor a manzana con canela roseándolo por todas las habitaciones, me volví a mirar al espejo mirando detalladamente mi rostro y mi ropa si no es estaba corrido mi maquillaje o si mi suéter estaba sucio, está todo en orden.

Me sentía más tranquila, mi mascota estaba limpia, no tenía las patas llenas de tierra al cavar en mis macetas del balcón.

- Tranquila, está todo bien, respira -. Me trataba de dar ánimos, pero en mi estomago no se iba esa sensación de nerviosismo y mis manos temblaban.

Olvidé por completo aplicar un poco de labial de cereza, por lo que fui rápido a mi habitación, lo apliqué y me limpié con mi dedo índice los lugares fuera de mis labios.

Nɪᴄʜᴏʟᴀs Cʜᴀᴠᴇᴢ || ᴼⁿᵉ ᔆʰᵒᵗˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora