𝑮𝒉𝒐𝒔𝒕 𝒇𝒂𝒄𝒆

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Había visto en las noticias que andaba un asesino llamado "Ghost face" por las calles.

Recomendaban quedarse en nuestros hogares, cerrando las ventanas y puertas.

Apagué la televisión después de ver las noticias, y me fui a mi habitación a dormir, estaba quedando dormida cuando mi teléfono empezó a sonar. Era un numero desconocido.

- ¿Hola?

- Hola- Dijeron del otro lado de la llamada

- ¿Quién eres? - Empezaba a ponerme nerviosa. Recordé lo de la noticia.

- No me conoces? Bueno, estoy en las noticias - Mierda, era él.

- ¿Q-Qué quieres? -. Estaba tartamudeando, y mis manos empezaban a sudar.

- ¿Cuál es tu nombre?

- ¿Por qué quieres saber mi nombre? -. Me levanté de golpe de la cama, caminé a las entradas de mi casa, revisando cada una. Todas estaban seguras, no había rastro de que alguien las haya forcejeado.

- Quiero saber a quién estoy mirando -. Estaba temblando, me quedé paralizada en medio de la sala, sus palabras pusieron mis cabellos de punta.

Cuando sentí a alguien detrás de mí, volteé.

Era él, ghost face.

Me veía con su cabeza ladeada. Dejé caer mi teléfono. Mi corazón latía con fuerza, sentía que no podía correr, incluso gritar.
Él daba pasos muy lentos hacia mi persona, era alto. - ¿Qué es lo que quieres? ¡Carajo! -.

-Te quiero a ti

- ¿Entonces por qué no muestras tu cara maldito cobarde? -. Trataba de sonar segura, pero sentía que no podía hablar.

- Será un placer -. Se quitó su mascara, dejando ver su rostro.

Sacó su cuchillo, jugueteando con el - Por fa-favor, n-no me mates -. Sentí la pared fría en mi espalda, no tenía escapatoria. Él puso sus dos brazos en la pared, obstaculizando que pueda salir corriendo.

Puso el cuchillo en una de mis mejillas, acariciando mi piel.

- Oh linda, créeme que hoy no lo haré... Hoy quiero hacerte otra cosa.

Aventó el cuchillo en algún lado de mi casa. Me cargó con una sola mano, era muy fuerte, me llevó de nuevo a mi habitación, dejándome en la cama.

No sé cómo mierda había dejado de darme miedo y empezaba a verlo atractivo.

Estaba enfrente de mí, quitándose su pantalón y su grande túnica negra.

Esa túnica si ocultaba su cuerpo fornido y muy bien trabajado.

Él se encargó de quitar mi ropa de dormir, dejándome con mis bragas. Estaba expuesta a un desconocido completamente.

Se quitó sus guantes. Sus dedos fríos tocaban mi cuerpo haciéndome sobresaltar. Yo no dejaba de ver el suyo, su torso, mierda, estaba muy bien marcado.

Tomó mi cabello, inclinándome a él. Tenía una sonrisa coqueta y ¿burlista?

¿Me había visto muy fácil? No lo sé, pero no me disgustaría ser follada por él.

Besó mis labios, mordiéndolos tan lento.

Se empezaba a desesperar de solo besos provocativos, por lo que arrancó mis bragas de un solo tirón, acariciando mis piernas, pasando casi por completo su mano en mi trasero.

Me dio la vuelta, bajó su ropa interior y jugaba con su miembro entre mi entrada, hasta que lo metió tan lento, acostumbrándome a su gran tamaño.

Empezaba a balancear su cadera, tomándome de la cintura, podía escuchar como jadeaba, giré mi cabeza a un punto de mi recamara, tenía un espejo grande, podía ver cómo me estaba follando, como rebotaba mi culo con la parte baja de su abdomen.

Se sentía tan bien, mis gemidos sonaban con el compás de sus penetradas. Me follaba tan malditamente bien.

Me follaba cada vez más rápido, trataba de no dejar caer todo mi cuerpo, mi cabello estaba algo alborotado, cubriéndome un poco la vista del espejo. Mi rostro se deformaba del placer.

Me dio la vuelta y él estaba encima de mí, tocando mis senos, acariciando mi clítoris.

Tomó mis muñecas y las subió arriba de mi cabeza, con la otra mano tomaba una de mis piernas y la enredada en su cadera acariciándola.

Mis senos se movían, estaba mirándolas.

Podía escuchar que decía maldiciones.

- Me voy a correr -. Sentía que estaba cerca.

- Hazlo -. Sin más mis fluidos salieron, y su semen salió disparado en mi vientre.

Terminamos rendidos en la cama, él tomó su ropa vistiéndose de nuevo.

- Por cierto, me llamo Nicholas -.

Salió de mi habitación y luego de mi casa como si nada. Como si no hubiéramos follado hace unos minutos, dejándome complacida.

¿Lo peor? Lo peor es que era muy guapo y jodidamente atractivo con o sin mascara.

Y era un maldito asesino.

Algo tranquilón, ¿no?

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Algo tranquilón, ¿no?

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Graciaas!






Nɪᴄʜᴏʟᴀs Cʜᴀᴠᴇᴢ || ᴼⁿᵉ ᔆʰᵒᵗˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora