(EN PROCESO) Equis.

Capítulo 9🦋: Sophie y Simon.

— ¿De verdad vas a quedarte, Dereck?

— Nada podrá alejarme de tu lado.

— ¡Te matarán si permaneces aquí!

— No me importa, prefiero unos minutos junto a ti, que toda una vida sin volver a verte, Winter.

— ¿Qué te mantiene atado a mí? ¿Por qué yo?

— Te llamas Winter, mi amor, pero en realidad eres todo lo contrario. Tu piel es morena y cálida, tus ojos son azules y tu cabello dorado... No eres un invierno, eres exactamente una primavera, eres flor, eres brisa, pero eres mía Winter, eres mi primavera.

El diálogo más triste de mi película favorita estaba reproduciéndose nuevamente en la pantalla de mi celular, en un reel de Instagram.

— ¿Todo bien señorita?— Preguntó el taxista mirándome a través del pequeño espejo.

— Todo bien... Es que esta película es demasiado... Triste.— Expliqué.— Winter le ama, señor. Y Dereck está dispuesto a morir por ella...

— Disculpe, pero no comprendo de lo que me habla. Aunque si ella le ama y él está dispuesto a sacrificarse, ¿entonces por qué se aflige?

— Porque dentro de unos minutos los mafiosos derribarán la puerta y le dispararán... ¡Dereck morirá! — Exclamé desconsolada.— Y lo peor es que Winter llorará en su pecho, porque no ha podido contarle que está esperando una hija suya, a la cual llama Summer... Porque Winter era para él su primavera. Es mi película favorita, se titula: Winter and Summer.

— Nunca he entendido porqué las personas se afligen con las películas, son ficticias, falsas, esas cosas en verdad no están sucediendo ahora mismo.— Respondió indiferente.

—Aquí lo único falso es su cabello, señor.— Respondí indignada agarrando la peluca que llevaba el taxista.

— ¿Cómo te atreves?— Frenó de un tirón.

El chofer se bajó del taxi y abrió la puerta, luego me agarró del brazo y me expulsó de él.

— ¡Y no es falso, es cabello de verdad!— Exclamó regresando al auto.

Mientras el taxi se alejaba me encontraba con los brazos cruzados en medio de la acera.

Genial.

— Veo que te han sacado del taxi por insoportable.— Dijo una voz masculina detrás de mí.— ¿¡Por qué rayos sales a la calle con mi camisa!? ¿¡Quién te ha dado el permiso!?

— ¿Qué haces a estas horas en medio de la calle?— Pregunté girándome, ignorando por completo el asunto del pullover/polera.

— No es tu problema.— Respondió fríamente para luego soplar un mechón de cabello que descansaba sobre su ojo.

— ¿Por qué?

— Oh no... Ya has hecho esto antes, mejor me iré.

— ¿Por qué?

Equis comenzó a avanzar rápidamente, huía de mí como estudiante huye del examen.

— Deja de seguirme.— Me regañó.

— ¿Por qué?— Reiteré la pregunta mientras mis pies aún le perseguían.

— Solo continúa tu camino.

— ¿Por qué?

— Piérdete.

— ¿Por qué?

— ¡Eres una molestia!