harry potter: un encuentro casual

un encuentro casual parte 17

Lo siento por la espera

-Cedric-

Apretando más fuerte su capa para protegerse del viento, Cedric voló alrededor del acantilado donde se encontraba su fortificación. A su alrededor podía ver las señales de sus defensas sobresaliendo aquí y allá, algo que nadie notaría a menos que supiera exactamente qué buscar.

La estructura de la fortificación en sí misma todavía lucía prácticamente igual. Unas cuantas barreras adicionales a lo largo de la pared para brindarle cobertura allí, algo de heráldica de Hufflepuff conjurada aquí. En general, no hubo muchos cambios en el edificio que había localizado. La conjuración arquitectónica y la transfiguración no eran sus puntos fuertes, ni de lejos. Era mejor centrarse en las áreas en las que realmente sobresalía.

"Además", sonrió Cedric para sí mismo mientras terminaba los últimos preparativos para el evento que faltaban unos días, "tal vez de esta manera me subestimen". Y dijeron que los Hufflepuff no podían ser astutos. Terminaría aquí y luego se dirigiría a reunirse con los demás en Las Tres Escobas para tomar una copa.

-Víctor-

Sosteniendo su varita como un cuchillo, Viktor cortó el aire mientras hablaba en rumano con cuidado, agregando otra capa más a las protecciones alrededor de su fuerte. Si alguien hubiera estado cerca con la habilidad de ver magia, entonces su "fuerte" se destacaría como un faro en la noche con la cantidad de protecciones que había lanzado y colocado sobre el edificio. Lamentablemente, había perdido tiempo de preparación con el tiempo que pasó asegurándose de que no hubiera señales de Inferi, de los cuales afortunadamente no encontró ninguno, pero era mejor prevenir que lamentar.

Cuando terminó el encantamiento, sintió que esta última protección se deslizaba hacia su lugar como el pestillo de una cerradura. Extendido sobre una mesa frente a él había un esquema del intrincado plan de protección que había diseñado para su fortificación. Ecuaciones aritméticas para determinar las mejores protecciones para colocar, cuáles funcionarían bien juntas y en qué orden deberían colocarse.

"Me pregunto si esto me calificaría para una Maestría en el campo de la Protección", reflexionó Viktor en voz alta mientras revisaba dos veces las protecciones, asegurándose de que coincidieran con el esquema y estuvieran correctamente adheridas a la piedra de protección que había preparado.

Afortunadamente, para sus reservas agotadas, todo encajaba perfectamente con su esquema. Viktor recogió sus papeles y montó en su escoba. Después de todo, le esperaba una cerveza de mantequilla.

-Flor-

Mientras tarareaba para sí misma, Fleur meditaba, usando las notas musicales de su voz para ayudarse a conectarse aún más con la magia natural de la pequeña isla en la que se encontraba su fortaleza, así como con el lago que la rodeaba. A su alrededor, los sapos morados gigantes que vivían en esta isla saltaban de un lado a otro, patrullando a sus órdenes.

Desde que había comenzado sus "preparativos", la naturaleza salvaje de la isla se había vuelto más fuerte. La hierba era más alta, las enredaderas trepaban por su fortificación, en cuyos muros empezaban a crecer árboles. Una peligrosa sonrisa adornó sus labios cuando sintió el poder salvaje de esta isla de las Tierras Altas fluyendo a su alrededor. La segunda tarea iba a ser gloriosa . Por ahora, sin embargo, era hora de reunirse con su novio y los otros campeones.

-Acosar-

Riendo, con el brazo alrededor de la cintura de Fleur, Harry se dirigió hacia el castillo. Cedric y Viktor pasaron junto a ellos, los dos un poco más borrachos de lo que pretendían, ya que los campeones de Hogwarts y Durmstrang cantaban canciones alegremente y desafinadas mientras caminaban.

"Un verdadero testimonio de sus escuelas, ¿no?" Fleur se rió mientras los dos continuaban cantando sus canciones obscenas.

—El orgullo de sus países de origen, sin duda —Harry asintió con fingida seriedad, con el estómago caliente por todas las bebidas y comidas que los cuatro habían disfrutado en Hogsmede.

"Me pregunto cómo reaccionarán Cho y Luna a sus canciones". Fleur se rió mientras las dos comenzaban a cantar más fuerte. La alegría se interrumpió cuando alguien apareció de repente entre los árboles, con los ojos muy abiertos y las manos extendidas para agarrar a Fleur. Reaccionando por instinto, Harry atacó con un puñetazo al posible agresor en la cara mientras caía al suelo. La conmoción del altercado repentino puso a los cuatro en alerta máxima, cualquier signo de estar borrachos por las bebidas y la atmósfera se desvanecieron en un instante.

—Espera un minuto, ¡ese es Crouch! —Los ojos de Fleur estaban muy abiertos mientras observaba la apariencia del hombre que Harry acababa de dejar inconsciente.

—Tienes razón. —Cedric se quedó boquiabierto mientras estudiaba al hombre maníaco de ojos muy abiertos que había estado excesivamente arreglado cada vez que lo habían visto.

—Sufre de una sobreexposición al Imperius —la voz de Viktor era fría y seria, el búlgaro ya había sacado su varita y miraba a su alrededor con cautela—. He visto fotos de personas que lo padecían antes, pero nunca en este extremo.

—¡Expecto Patronum! —Harry llamó al ciervo plateado fantasmal, susurrándole un mensaje antes de que el hechizo se disparara de vuelta hacia Hogsmede—. Vamos —gruñó, levantando al hombre aturdido y sin vida—. Viktor, agárrale el otro lado. Cedric, Fleur, varitas preparadas. Envié un mensaje a las Tres Escobas, para que tengan una red flu lista. Necesitamos llevarlo a San Mungo ahora . Apretando los dientes, Harry y los demás corrieron, negándose a disminuir la velocidad mientras corrían por el camino de tierra de vuelta a la aldea mágica. Afortunadamente, su patronus mensajero llegó claramente cuando vio a Rosmerta esperando junto a algunos otros, con linternas encendidas.

"Recuérdame que le agradezca a Pierre por mostrarme la variante del patronus del mensajero". Harry le gruñó a Fleur mientras los lugareños corrían para ayudar a recoger a Crouch y entregárselo a un auror con túnica roja. Mientras el funcionario del Ministerio, con los ojos muy abiertos y enloquecido, era llevado a toda prisa para recibir atención médica, Harry se preguntó si esto era una señal de que se avecinaban cosas peores.

Dumbledore-

Con su mejor expresión de preocupación, Albus golpeó con los nudillos la puerta de su viejo amigo y Alastor abrió después de un momento. "¿Qué pasa, Albus?", gruñó el ex auror canoso y lleno de cicatrices, mientras tomaba un trago de su petaca.

—Necesito tu ayuda, viejo amigo. —Albus ignoró las señales evidentes de que había estado bebiendo en los terrenos de la escuela—. Acabo de recibir noticias de que, hace unas horas, los Cuatro Campeones encontraron a Barty Crouch en el camino entre Hogwarts y Hogsmede. Parecían creer que sufría de sobreexposición al Imperius y llamaron a los aurores para que llevaran a Crouch a San Mungo. —No estaba seguro de confiar en el diagnóstico de un niño, pero no tenía la oportunidad de protestar, así que lo hecho, hecho estaba.

"¿Agacharse?" El ojo bueno de Moody se abrió de par en par por la sorpresa.

—En efecto —asintió Dumbledore, furioso en silencio por el tiempo que pasó antes de que alguien le informara del altercado—. Quería que patrullaran más intensamente dada la situación. Por favor, avísenme si encuentran algo. —Dejando que Alastor planeara las patrullas necesarias, Dumbledore se permitió esbozar una pequeña sonrisa burlona. Con la chica Weasley distrayendo a la gente de él con mala prensa, podría sacar provecho de cualquier pánico relacionado con esta debacle de "Crouch". Dudaba que el que maldecía al hombre estuviera realmente cerca de la escuela, pero la persona promedio era demasiado estúpida para pensar en eso. Entrarían en pánico y verlo "protegiéndolos" al hacer que Alastor patrullara más ayudaría a tranquilizarlos sobre su posición y por qué deberían respetarlo.

Sí, todo estaba tomando forma.