Baji
Pasé una mano por mi cabello mientras escuchaba al detective asignado a esta tormenta de mierda explicarle a mi padre, el senador, lo que estaba sucediendo con el caso. Ya habían pasado tres horas desde que Chifuyu fue llevado en ambulancia, y tenía una imperiosa necesidad de ver cómo estaba.
Naruto había llamado y me había dicho que Chifuyu estaba bien.
Mi médico personal me había llamado para decirme que Chifuyu estaba bien.
El oficial asignado a vigilar su habitación me había llamado para decirme que Chifuyu estaba bien.
No creería a ninguno de ellos hasta que viera al hombre por mí mismo, y no tenía idea de cuándo sucedería eso. Se sentía como si hubiera pasado un millón de años desde que sacaron a Chifuyu en una camilla.
-¿Era solo un experimento?
Apenas contuve mi gemido cuando miré hacia arriba y encontré a Senju parada frente a mí. -Hola, Senju. -Entonces no quería tratar con ella. No ahora.
-¿Era solo un experimento?
-¿Un experimento?
-Sí, ¿te acostaste conmigo como una especie de experimento para ver si eras gay o heterosexual?
Oh, hombre.
-No fuiste un experimento, Senju. Yo solo... Chifuyu es especial.
Todavía me estaba recuperando del beso que habíamos compartido. Tenía la intención de echar a Rika, pero se había convertido en mucho más. Nunca había besado a otro hombre antes, ni siquiera había querido hacerlo, pero quería besar a Chifuyu de nuevo.
Quería hacerle todo tipo de cosas a Chifuyu Matsuno.
Y eso me confundió muchísimo.
Hubo momentos a lo largo de los años en los que miré a un hombre y pude apreciar su apariencia, pero nunca había tenido un deseo abrumador de inclinar a uno sobre la mesa más cercana y hundir mi polla en ellos.
Todavía estaba sorprendido de lo mucho que quería eso.
-Mira. -Tomé las manos de Senju con las mías. -Eres una mujer hermosa que sería la esposa perfecta para casi cualquier hombre.
-Simplemente no tú.
Negué con la cabeza. -No, no yo.
-¿Eres realmente gay?
No sabía lo que era.
-Yo-
-Baji, -dijo Draken mientras se acercaba rápidamente. - ¿Puedo hablar contigo un momento?
-Por supuesto. -Me incliné y le di un beso en la mejilla a Senju. -Cuídate, Senju. Solté un suspiro de alivio mientras me alejaba con Draken. -Gracias, hombre.
-Parecía que necesitabas ser salvado.
-Sí, cometí el error de acostarme con Senju el fin de semana pasado. Ella quería saber si era solo un experimento para averiguar si yo era gay o no.
-¿Ella lo era?
-Si me hubieras preguntado el fin de semana pasado, probablemente te habría golpeado.
-¿Y ahora? -Los ojos de Draken se agrandaron cuando no dije nada. -Mierda, Baji, ¿eres gay?
Esa fue la gran pregunta.
Negué con la cabeza antes de encontrar la mirada de mi mejor amigo.
-No lo sé.
-Mierda.