Chifuyu
-¿Estás listo para ir a casa, cariño?
-Sí, pero primero necesito pasar por mi... nuestra... casa de piedra rojiza. Necesito recoger algunas cosas para el trabajo mañana. Cuando dejé la casa de piedra rojiza, solo había preparado una pequeña bolsa. No sabía cuánto tiempo estaría fuera. Se sintió como una eternidad. -Espero que los reporteros se hayan ido. Realmente no quiero tratar con ellos.
Baji gruñó.
-¿Había muchos de ellos?
-Había toneladas, y el teléfono no dejaba de sonar. Por eso fui a casa de mi papá, para alejarme de todo.
-Lamento que hayas tenido que lidiar con eso por tu cuenta. - Los labios de Baji se presionaron contra la parte superior de su cabeza.
-Supongo que es algo a lo que tendré que acostumbrarme-. La vida de Baji aparecía regularmente en las revistas de chismes.
-Una vez que se metan en otro escándalo, se olvidarán de nosotros.
De alguna manera, lo dudaba.
-Oye, si los reporteros estaban rodeando tu casa de piedra rojiza, ¿cómo es que no había ninguno en la casa de tu padre?
Me reí.
-Papá llamó a uno de sus compañeros policías. Vinieron y me recogieron en un coche patrulla, hicieron que pareciera que me estaban arrestando y luego me llevaron con las luces encendidas. Estoy bastante seguro de que todos esos reporteros saltaron hasta el recinto local-. Me volví para mirar a Baji. -Me sorprende que no lo hayas visto en las noticias locales.
-Pasé la última semana borracho, Fuyu. No podría haber visto la pantalla del televisor aunque la estuviera mirando.
Me estremecí.
-Oh.
-No te preocupes. No es algo que hago a menudo, pero esta vez me llevó a un buen lugar.
-¿Aquí conmigo?
Baji sonrió.
-Exactamente. Era un buen lugar para estar.
-Sabes que voy a explotar tus tarjetas de crédito redecorando esa monstruosidad que llamas ático, ¿no es así?
-Si lo haces tan cómodo y relajante como tu casa de piedra, hazlo.
Fruncí el ceño mientras me inclinaba un poco hacia atrás y volví la cabeza para mirar a Baji.
-¿De verdad te gusta mi casa de piedra rojiza?
-Me encanta tu casa de piedra. Solo tenemos que estar en el ático. Tal vez una vez que Koko termine de actualizar la seguridad allí, podamos volver a tratar el tema, pero por ahora, no es seguro.
En realidad, fue un compromiso bastante bueno.
-Estoy bastante seguro de que puedo hacer mi magia en el ático.
Al menos eso esperaba. Realmente era terrible. Estaba seguro de que recibiría premios en algunas de esas revistas de arquitectura, pero era una obra maestra, no un hogar. Después de trabajar todo el día, Baji necesitaba poder sentarse y relajarse, no sentirse como si todavía estuviera en el trabajo.
-No quiero un compromiso largo, -dijo Baji, -pero sé que mi madre lo alargará para poder planificar la boda de sociedad perfecta. Espero que estés preparado para eso. Se volverá loca. -Podríamos fugarnos.
Baji resopló.
-Ella nunca volvería a hablarme.
No estaba seguro de que fuera algo malo.
