Te pertenezco

5 0 0
                                        




Al abrir la puerta de mi apartamento, esperaba encontrar la paz que solo mi hogar podía ofrecerme después de unos dias intensos en el Olimpo. Pero en cuanto entré, supe que no sería así.

Cassandra estaba esperándome, sus brazos cruzados y el ceño fruncido, claramente irritada.

—¿Dónde has estado todo este tiempo, Hope? —me soltó, sin ni siquiera un saludo.

Antes de que pudiera responder, la puerta se abrió detrás de mí, y Rea entró al apartamento con una expresión furiosa, sus ojos ardiendo de celos y posesión.

—Si intentas darle explicaciones a alguien que no significa nada —dijo con frialdad, dirigiendo una mirada intensa a Cassandra— te aseguro que me enojaré.

Respiré profundamente, tratando de calmar la tensión que se sentía pesada en el ambiente. Sabía que esto no iba a ser fácil.

—Rea, ella es como mi familia. Mi pequeña hermana, ya sabes. —Le lancé una mirada comprensiva y volví mi atención a Cassandra

Cassandra se cruzó de brazos aún más, con una mirada desafiante.

—¿Hermana? ¿Te escuchas, Hope? Esto es una locura. ¿Cómo puedes decir que soy tu hermana cuando tú y yo hemos follado de todas las formas posibles?

El comentario cayó como una piedra en el ambiente. Sentí a Rea tensarse a mi lado, y sin decir una palabra, se dirigió a mi habitación. La puerta se cerró de golpe detrás de ella, y el ruido resonó en el silencio que Cassandra y yo compartíamos en la sala.

Suspiré, mirando a Cassandra y eligiendo mis palabras con cuidado.

—Rea ha sido parte de mi vida desde hace mucho tiempo, Cassandra. Solo nos habíamos distanciado por ciertos problemas personales. Pero ella nunca dejó de ser importante para mí.

—¿Y nunca pensaste en darme una oportunidad? —preguntó, su voz apenas un susurro—¿En algún momento consideraste que tal vez yo podría...?

Sonreí, con una tristeza suave, y negué con la cabeza.

—Cassandra, siempre ha sido Rea. Siempre estuve enamorada de ella. No importa cuánto tiempo pase ni cuántas personas lleguen a mi vida, ella es a quien siempre he elegido.

—¿Como pudiste sentir por Tommy y no por mi?— Al escuchar el nombre de mi amigo senti un nudo en la garganta, Tommy se habia ido para siempre por celos de Rea, y no queria que a Cassandra le pasase lo mismo.

Tenia miedo por ella.

—Realmente estaba dispuesta a aprender a quererte...

—....

—...

—Yo...

—Entiendo —dijo, su voz baja y cargada de frustración—Supongo que nunca tuvo sentido esperar algo distinto.

Sin otra palabra, se dio la vuelta y salió del apartamento, cerrando la puerta detrás de ella. El silencio volvió a envolverme, pero no duraría mucho: dentro de la habitación, Rea estaba esperando.

Tomé aire, intentando calmarme mientras me dirigía a la habitación. Al abrir la puerta, encontré a Rea sentada en el borde de la cama, con los brazos cruzados y una expresión que oscilaba entre la paciencia y la impaciencia. Su mirada, sin embargo, estaba relajada, y en sus ojos no había rastro de la furia con la que había entrado minutos antes.

Me acerqué despacio, buscando sus ojos.

—Rea, no tienes por qué sentir celos de ella, ni de nadie —le dije suavemente, tomando su mano entre las mías.

inmortal desolacionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora